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Lamela procesa a 9 detenidos en Alsasua por terrorismo, atentado, lesiones y delito de odio
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Concluye la instrucción en un tiempo récord

Lamela procesa a 9 detenidos en Alsasua por terrorismo, atentado, lesiones y delito de odio

La juez subraya su relación con el movimiento Adehemendik (fuera de aquí) nacido, según la instructora, de organizaciones satélites de ETA ilegalizadas

Foto: Momento de la concentración en Alsasua, de familiares y amigos de los detenidos. (Efe)
Momento de la concentración en Alsasua, de familiares y amigos de los detenidos. (Efe)

En poco menos de un mes, el caso del hostigamiento contra dos agentes de la Guardia Civil que tomaban algo con sus parejas en el bar Koxka de Alsasua (Navarra), ha quedado casi listo para el juicio. La juez instructora de la causa, un mes y cinco días después de esos sucesos, ha procesado a nueve de los supuestos agresores a los que imputa los delitos de terrorismo en concurso con atentado, lesiones y un delito de odio. Junto a todos ellos fueron arrestados dos menores de edad que han sido puestos a disposición del Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional cuyo titular es el juez José Luis de Castro.

Los procesados son Jokin Unamuno, Adur Ramírez de Alda, Aratz Urrizola, Julen Goicoechea, Jon Ander Cob, Iñaki Abab, Ohian Arnanz, Ainara Urquijo y Aritz Urdangarin. El primero de ellos, fue identificado por el sargento y el teniente agredidos como uno de los que les propinaron puñetazos y patadas, que lo señalaron además como uno de los miembros más activos del movimiento Ospa Mugimendua, encuadrado según la juez en el entorno de la banda terrorista ETA, que decretó el alto el fuego 20 de octubre de 2011. Según la compañera de uno de los agredidos, se encaró con ambos guardias en el interior del bar.

Foto: A la derecha, exterior del bar donde ocurrió la agresión y una pintada en apoyo a los presos etarras en el local de al lado. (Foto: Justy García Koch)
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Ramírez de Alda también fue señalado en las ruedas de reconocimiento como una de las personas más activas de la agresión y que golpeó a los dos agentes y a sus parejas. El supuesto agresor dio un fuerte golpe en la cabeza al teniente en el interior del establecimiento. No paró de golpear al sargento en la cabeza ni siquiera cuando cayó al suelo. Por su parte, Aratz Urriola fue identificado como autor de puñetazos y patadas contra las dos víctimas y la pareja de uno de ellos. También fue quien se encargó de separar al teniente y al sargento una vez que salieron a la calle, dejando a este último tirado en mitad de la calzada. Cuando iba a golpearle de nuevo en la cara, su compañera se interpuso y recibió el golpe en el muslo.

Julen Goicoechea se encontraba entre las personas que iniciaron el incidente rodeando al sartento y al teniente mientras tomaban algo en el bar y participó supuestamente en la paliza cuando trataban de irse del establecimiento. También Jon Ander Cob se encontraba entre los que comenzaron la trifulca. La esposa del sargento, compañera de instituto del agresor, aseguró que dijo a los agentes que no tenían derecho a nada y la golpeó, al igual que al teniente. Iñaki Abab, según los agredidos, formaba parte de los vecinos que los miraron de forma despectiva en el interior del bar. Después, fuera, separó a ambos agentes y se quedó pegando al teniente.

Entre los que provocaron el ataque se encuentra también Ohian Arnanz, que iniciamente amenazó con "reventar" al teniente. Cuando este se dirigió al servicio, se acercó a él para preguntarle si era un 'madero'. Antes de que empezaran los golpes se movía alrededor de los guardias de forma desafiante. Incluso amenazó con darles un cabezazo mientras todavía permanecían en el establecimiento. Después, fuera, cuando consiguieron separar a sus objetivos, fue uno de los que se ensañó con el sargento "dándole patadas y pisándole con gran profusión", según la juez. La única mujer procesada, Ainara Urquijo, se dirigió a la pareja de uno de los agentes de forma amenazante: "Esto es lo que vais a tener cada vez que bajéis". Urdangarin, por último, intentó dificultar la detención de Jokin Unamuno tratando de sacarlo del furgón de la Policía Foral en el que los agentes lo habían retenido.

Según el atestado de la Policía Foral, los incidentes se produjeron pasadas las 2.30 de la madrugada, cuando los dos guardias, un sargento y un teniente, ambos de paisano y fuera de servicio, tomanban algo con sus parejas en el bar Koxka. Hacia las 3.15 entró Unamuno junto con Bengoetxea y se dirigió al sargento para decirle que no tenían derecho a estar allí. Mientras mantenían la discusión, entró una veintena de personas que rodeó a los agentes y sus parejas comenzando a amenazarles y a insultarles con expresiones como "esto os pasa por venir aquí", "tenéis lo que os merecéis", "iros de aquí", "perros", "putos pikoletos", "txakurras"... Acto seguido comenzaron a pegarles y los dos guardias y sus parejas intentaron abandonar el bar. Fuera se encontraron con otro grupo de 15 o 20 personas que continuaron insultándoles y golpeándoles, relata ese informe policial.

Como consecuencia de los golpes, tanto el teniente como el sargento y las dos mujeres sufrieron varias contusiones. El primero, el peor parado, tuvo que ser intervenido en el hospital de Navarra por una fractura desplazada en el tobillo derecho. También fue atendido de una herida en el labio de medio centímetro "con pérdida de sustancia", según la resolución de Lamela.

Horas después de la agreisón se llevó a cabo una concentración contra la Guardia Civil con el lema Aldehemendik (fuera de aquí) enmarcado de el denominado Ospa Eguna (día de la huída) con el que se trata de hostigar a los agentes del instituto armado y hacerles el vacío para que abandonen el País Vasco y Navarra. Ese acto tenía por objeto, según la juez, desmentir la versión oficial de lo sucedido. Las pancartas que se mostraron tenían el logo habitual de ETA, la flecha sinuosa de dos puntas. Lamela sitúa el germen de ese movimiento en organizaciones prohibidas por ser satélites de ETA, como las Gestoras pro Amnistía, Jarrai, Haika y Segi.

En poco menos de un mes, el caso del hostigamiento contra dos agentes de la Guardia Civil que tomaban algo con sus parejas en el bar Koxka de Alsasua (Navarra), ha quedado casi listo para el juicio. La juez instructora de la causa, un mes y cinco días después de esos sucesos, ha procesado a nueve de los supuestos agresores a los que imputa los delitos de terrorismo en concurso con atentado, lesiones y un delito de odio. Junto a todos ellos fueron arrestados dos menores de edad que han sido puestos a disposición del Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional cuyo titular es el juez José Luis de Castro.

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