Cayo Lara apremia a Podemos a la convergencia porque es una "necesidad vital"

Izquierda Unida no se rinde. Su proyecto estratégico es la unidad popular, la convergencia con las fuerzas de izquierda—y singularmente, con Podemos—, y no cederá la presa hasta que llegue el momento de presentar las listas. Mientras, la federación sigue metiendo presión. Porque es una "necesidad vital", dijo este lunes Cayo Lara, que las formaciones progresistas se alíen para intentar desbancar a PP y PSOE y poder dotarse de un grupo parlamentario fuerte en el Congreso. "El que no lo vea, se equivoca", aseguró el coordinador, dirigiéndose implícitamente a Pablo Iglesias.

La de este lunes era la primera rueda de prensa de Lara del curso político, la primera tras la vuelta de las vacaciones de verano, y en la sede federal, en la madrileña calle de Olimpo. Horas antes, también, de la primera reunión de la ejecutiva. Con ella, el líder de IU quiso insistir en que la confluencia no es un capricho de su formación, sino casi una obligación impuesta por el sistema electoral, puesto que la fórmula de reparto de escaños, D'Hondt, castiga a las terceras fuerzas con implantación estatal pero con menor arraigo que las dos grandes. "No es una pose, es una necesidad vital", subrayó.

Lara puso el ejemplo de lo que ocurre en una pequeña circunscripción, como tantas en España: Cuenca. Allí se eligen tres diputados. Explicó que si un tercer partido no consigue un gran número de votos y se queda a poca distancia de PP y PSOE, entonces la izquierda alternativa se quedará sin representación en el Congreso. "La unidad popular multiplica, facilita que se pueda tener en el Parlamento el máximo número de diputados de una fuerza alternativa, rupturista. Ese es el sentido.El que no lo vea esto, se equivoca en el análisis de lo que significan unas elecciones generales, con la legislación actual, que es la que existe", ahondó.

No se moverá "un milímetro"

Como en otras ocasiones, el coordinador de IU remarcó que la federación no se va a mover "ni un milímetro" de esa apuesta estratégica, aportando tanto cuadros como conocimiento a la causa. Y no se marca más plazo que el legal, el momento en el que haya que presentar las candidaturas, que si las elecciones son el 13 o el 20 de diciembre, llegará a mediados del mes anterior.

IU confía en que Podemos se acabe convenciendo, y un "buen barómetro" de lo que puede ocurrir, manifestó Lara, van a serlo las elecciones catalanas del 27 de septiembre, donde las dos fuerzas concurren juntas, junto con ICV, bajo la rúbrica de Catalunya Sí que es Pot, y con el líder vecinal Lluís Rabell de candidato. El coordinador avanzó que la lista de unidad popular podría tener un resultado "importante", más ahora que se ha abierto un "hueco espectacular" en el complicado tablero electoral catalán, a medio camino entre el sí a la independencia que representan Junts pel Sí y la CUP, y el no del PP, Ciudadanos, PSC y Unió. El líder de IU también aprovechó para fustigar a ERC, ya que debería "pedir explicaciones" a sus socios electorales de Convergència por el presunto cobro de comisiones ilegalesdestapados por la operación Petrum.

"Cuatro prioridades" para el nuevo curso

Respecto a la campaña catalana, Lara adelantó que el protagonismo de la participación de IU recaerá en su candidato a la Moncloa, Alberto Garzón, ya que es "vital" que haga actos allí para visualizar esa posición a medio camino entre el sí y el no a la secesión y, de paso,la integración de la federación (EUiA en Cataluña) en la coalición. Pero no detalló en cuántos mítines estará y si compartirá escenario o no con Pablo Iglesias.

El coordinador anticipa que IU presentará un programa "radical", en defensa de los derechos arrebatados por las políticas neoliberales

Lara no quiso dar tampoco importancia al artículo publicado por el expresidente Felipe González en El País de ayer domingo, donde hacía un llamamiendo a la cordura de los catalanes. Él es un "simple comisionista", que ha trabajado para Gas Natural, recordó, así que no goza de "autoridad".

El coordinador anticipó que IU comienza el curso político con la mente puesta en las generales y con "cuatro prioridades" sobre la mesa: la lucha por las políticas activas de empleo, la propuesta de subida de sueldos (para la federación, el salario mínimo debe situarse en 1.100 euros), el combate a la exclusión social y la erradicación del fraude fiscal. Cuatro ejes que se desarrollarán de cara a las catalanas y en el marco de la elaboración programática de cara a su deseada unidad popular. Cada semana, dijo, Garzón irá desgranando las iniciativas de IU. Es un clásico en la casa: el convencimiento vía propuestas.

Frente a "la M de miedo" que nucleará, según prevé IU, la estrategia del PP, la federación opondrá "la M de memoria"—la de los parados o la de los afectados por la precariedad laboral o la desigualdad— y la "M de medidas". El programa que presentará IU será "radical", anunció, "en defensa de los derechos laborales y sociales" arrebatado por las "políticas neoliberales".