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Brufau apostó ante el embajador venezolano por un triunfo no abrumador de Rajoy en 2011
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para que no cambiara la relación con caracas

Brufau apostó ante el embajador venezolano por un triunfo no abrumador de Rajoy en 2011

El presidente de Repsol confesó al embajador venezolano, antes de las elecciones de 2011, que prefería que el PP no obtuviese mayoría absoluta para salvar obstáculos diplomáticos con Caracas

Foto:  El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, y el presidente de Repsol, Antonio Brufau, tras la firma de un convenio en febrero de 2014. (Efe)
El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, y el presidente de Repsol, Antonio Brufau, tras la firma de un convenio en febrero de 2014. (Efe)

El 24 diciembre de 2011, un mes después de la victoria electoral del PP, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, firmó en Caracas un contrato de gas para explotar las reservas del megacampo Perla, equivalentes a 3.000 millones de barriles de petróleo, que había descubierto dos años antes. El día 15 del mes anterior se había reunido con el por aquel entonces embajador venezolano, Bernardo Álvarez, a quien le transmitió “la visión básicamente pragmática del nuevo gobierno del PP (todavía futuro gobierno, aunque todas las encuestas le daban mayoría absoluta)” en lo que a las relaciones con Caracas se refería. Eso sí, “para que esta visión pragmática impere sería conveniente que la victoria del PP no fuese tan abrumadora, ya que esto restaría margen de maniobra a Rajoy frente a los sectores de extrema derecha del propio PP”, según recoge el cable ‘Reunión con Repsol’ enviado por Álvarez al entonces ministro de Exteriores,Nicolás Maduro.

El cable sobre el encuentro en la residencia del embajador, donde “tratamos los temas más políticos primero y al final conversamos un poco de sus negocios en Venezuela”, se suma a otros previos en los que se analizan temas similares con el jefe de gabinete de Mariano Rajoy, el diputado Jorge Moragas, actualmente director del gabinete de la Presidencia del Gobierno. Todos estos documentos, a los que ha tenido acceso El Confidencial, sostienen la investigación que el periodista Emili J. Blasco desarrolla en Bumerán Chávez, un trabajo editado con la colaboración del Center for Investigative Journalism in the Americas (CIJA).

La victoria pírrica de Rajoy por la que apostaba Brufau se truncó con una mayoría absoluta del PP, obteniendo 186 diputados de los 350 en juego. La sintonía con Moragas de la que hacía gala el embajador en sus cables ha contribuido tambien aque Repsol haya salvado mejor que otras empresas españolas sus intereses en Venezuela, al pertenecer a un sector estratégico para el país como es el energético. Tras la victoria de Rajoy, el embajador le envió una felicitación, que fue respondida textualmente, según le hace saber Maduro a Chávez: “Dile al Gobierno y al Presidente Chávez que Mariano Rajoy está convencido que se van a llevar y a entender muy bien. Así me lo ha dicho. Un abrazo. Jmoragas”.

'Rajoy es diferente a Aznar'

“Ellos no tienen ninguna intención de dañar la relación con Venezuela.En este sentido ni tomarán ni promoverán ninguna acción en este sentido”, “quisieran tener una relación con nosotros, si logran el gobierno, que sea pragmática y honesta” y “Rajoy es diferente a Aznar en todos los temas. Es un hombre que busca los equilibrios y evita posiciones extremas”. Estas son algunas de las consideraciones que Moragas le habría transmitido a Bernardo Álvarez, según consta en el cable ‘Reunión con el diputado Jorge Moragas, Jefe de Gabinete de Mariano Rajoy y Director de Asuntos Internacionales del Partido Popular”, enviado a Maduro y fechado en Madrid a 27 de julio de 2011.

Cuando Maduro lo truncó todo

Este pragmatismo inicial entre la dirección del PP y el gobierno de Chávez estaba condicionado, como también se advierte en los documentos, al papel de los “sectores más radicales que presionarán a un gobierno de Rajoy para endurecer su posición frente a Venezuela”. En este sentido, el embajador advertía de que “hay que estar preparados para manejar con inteligencia esta situación”, al tiempo que añadía que “(Moragas) manifestó su voluntad de ayudar en este sentido”.

El propio Brufau insistió en su primer encuentro con el embajador “acerca de la necesidad de que la relación política se mueva positivamente, al criticar aquellas visiones que propugnan una relación con Venezuela que no tenga sobresaltos y se mantenga a un bajo nivel porque esa estrategia siempre fracasa, dijo”. Álvarez continúa relatando que “en la conversación le sugerí que era importante crear una masa crítica que apoyara esa posición pragmática del próximo gobierno. Les recordé que en el caso de Colombia, el Presidente Santos obtuvo el apoyo de los empresarios colombianos para restablecer las relaciones con Venezuela. El Sr. Brufau manifestó su acuerdo con este punto y reafirmó que continuarían haciendo todo lo necesario para presionar a favor de este enfoque”.

Un año y medio después del cruce de estos cables Nicolás Maduro, ya vicepresidente, asumió las funciones presidenciales durante la enfermedad de Hugo Chávez. Su interés por no enconar las relaciones con España decayó y una vez nombrado presidente, tras las elecciones de abril de 2013, llamó a consultas al embajador, después de que el gobierno español cuestionara los procedimientos del recuento electoral. La tensión diplomática volvió a reavivarse en julio, y en octubre nombró al actual embajador Mario Isea.

El 24 diciembre de 2011, un mes después de la victoria electoral del PP, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, firmó en Caracas un contrato de gas para explotar las reservas del megacampo Perla, equivalentes a 3.000 millones de barriles de petróleo, que había descubierto dos años antes. El día 15 del mes anterior se había reunido con el por aquel entonces embajador venezolano, Bernardo Álvarez, a quien le transmitió “la visión básicamente pragmática del nuevo gobierno del PP (todavía futuro gobierno, aunque todas las encuestas le daban mayoría absoluta)” en lo que a las relaciones con Caracas se refería. Eso sí, “para que esta visión pragmática impere sería conveniente que la victoria del PP no fuese tan abrumadora, ya que esto restaría margen de maniobra a Rajoy frente a los sectores de extrema derecha del propio PP”, según recoge el cable ‘Reunión con Repsol’ enviado por Álvarez al entonces ministro de Exteriores,Nicolás Maduro.

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