El PP pasa a llamar "delincuente" a Bárcenas y acusa a la oposición de ponerse a su servicio

Luis Bárcenas pasa de ser el innombrable en el discurso oficial del PP a resultar citado como "un delincuente" y mentiroso contumaz que no tiene más defensor que los partidos de la oposición, encantados de servirse de sus "infamias" para ir contra Mariano Rajoy. Ese mensaje es la línea de defensa que ha establecido el Partido Popular para rechazar las exigencias de explicaciones parlamentarias dirigidas al presidente del Gobierno que plantean todos los grupos del Congreso, desde el socialista hasta Amaiur.

Si el extesorero ha planteado un intento de chantaje permanente al Gobierno desde que el PP llegó al poder hace un año y medio con la pretensión de que le cambiaran jueces, fiscales e inspectores de Hacienda, la dirección del partido deja poco margen para sospechar de posibles componendas. Según el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, Bárcenas es un delincuente "para el que mentir es una forma de vida" y se dedica a difundir falacias con el fin de distraer de lo fundamental: de la fortuna que amasó y guardó en Suiza.

El debate en la Diputación Permanente del Congreso sobre si Rajoy debe o no acudir al pleno de la Cámara para dar explicaciones sobre los papeles y declaraciones de su extesorero se saldó con el previsto rechazo del Grupo Popular a las pretensiones de los partidos de la oposición, pero también con un giro del PP a la hora de a abordar el escándalo. "Sí que hubo una trama de corrupción, que es lo que queremos que la Justicia aclare", reconoció Alonso además de llamar "delincuente" a Bárcenas hasta tres veces.

Rajoy calla a la espera del próximo paso que pueda dar su extesorero ante el juez el próximo lunes y lanza a los principales dirigentes del partido a ocuparse de las protestas de la oposición con una contundencia que sorprendió a estos mismos. Alonso les acusó directamente de "plegarse a la estrategia del encarcelado en Soto del Real", fabricarle una coartada y convertirse en "rehenes" de alguien que "ya no tenía defensores". 

Jaleado por su grupo y después de escuchar cómo daban lecciones de honradez y transparencia desde los socialistas a IU, pasando por los nacionalistas, incluido el diputado presente de Amaiur, el portavoz parlamentario de los populares proclamó la inocencia del presidente del Gobierno, reiteró que ya había dado todas las explicaciones cuando salieron los papeles de Bárcenas en enero y reprochó a la oposición que prefiriera "las mentiras" del extesorero antes que "las verdades acreditadas" del PP y del jefe del Ejecutivo.

Alonso echó en cara a Rubalcaba el caso de los ERE en Andalucía ("el caso más grave de corrupción en la historia de la democracia") y le recordó que el PSOE acababa de rechazar un pleno monográfico en la Cámara regional. También reprochó a los socialistas sus ataques a la juez Alaya. Contra IU cargó por sus casos de "incoherencia", como no pagar la Seguridad Social o quedarse las retenciones por IRPF de sus trabajadores en Madrid. Y al portavoz de Amaiur, Jon Iñarritu, le dijo que no admitía sugerencias de quien sabe de "financiación criminal" o de tiro en la nuca.

Alfredo Pérez Rubalcaba intervino en representación del PSOE, sostuvo el principio de que "quien calla otorga", pero no pidió la dimisión de Rajoy como en febrero pasado y prefirió acusar al PP en genérico de "mentir sistemáticamente" sobre el caso Gürtel, hablar de "ataques de sinceridad de Bárcenas" e insistir en que el presidente del Gobierno debe responder en la Cámara de los papeles y declaraciones del extesorero. Como Alonso insistía en llamar "delincuente" a Bárcenas, el dirigente socialista le respondió: "Sí es un delincuente, pero es su delincuente".