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El PSOE lleva al Congreso los escraches y la vieja guardia felipista se desmarca
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PREFERENTISTAS INVITADOS POR LOS SOCIALISTAS DESALOJADOS DEL PLENO

El PSOE lleva al Congreso los escraches y la vieja guardia felipista se desmarca

El Partido Socialista ha llevado al Congreso el acoso a los diputados del PP, esta vez con los afectados por las participaciones preferentes invitados en la

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El PSOE lleva al Congreso los escraches y la vieja guardia felipista se desmarca

El Partido Socialista ha llevado al Congreso el acoso a los diputados del PP, esta vez con los afectados por las participaciones preferentes invitados en la tribuna de la Cámara. Pero a algunos de sus dirigentes no les ha gustado nada la operación. Si Felipe González fue el primero en desmarcarse de la 'comprensión' del PSOE con las concentraciones de afectados por hipotecas ante domicilios de los populares, el jueves fue Manuel Chaves quien reprendió a sus compañeros de escaño que aplaudían a los ciudadanos que insultaban a los representantes de la mayoría en el poder.

Al obligado desalojo de la tribuna siguió el espectáculo de las discrepancias en el PSOE ante la apuesta de su dirección por todas las causas y movimientos sociales que puedan desgastar al Gobierno. Según reconocieron en fuentes de la Mesa del Congreso consultadas por El Confidencial, la mayoría de los ciudadanos desalojados de la tribuna de la Cámara por llamar "ladrones", "sinvergüenzas", "cabrones" e "hijos de puta" a los dirigentes del Partido Popular eran invitados del Grupo Socialista. Izquierda Unida también tenía su cuota.

Además, según las mismas fuentes, quince de los afectados por la compra de preferentes que fueron expulsados eran 'repetidores': ya habían estado en la tribuna en el anterior pleno, donde se iban a tramitar las reformas legales para paliar el problema. El debate se pospuso y sólo pudieron dar algunos gritos cuando se estaba levantado la sesión, con lo que la protesta pasó desapercibida.

La 'operación' preparada para interrumpir el pleno estaba auspiciada por la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, y el diputado del PSOE Antonio Hurtado hacía de anfitrión principal para que los 'preferentistas' ocuparan la tribuna del público. Después de prorrumpir, puestos en pie, en los citados insultos, el presidente de la Cámara, Jesús Posada, ordenó el desalojo. 

Los diputados del Grupo Popular culparon a la oposición del incidente con el gesto de darse una palmada en la cara, mientras la mayoría de los parlamentarios de la Izquierda Plural aplaudían a los invitados que abandonaban la tribuna. También se sumaron muchos socialistas, con el exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, al frente y secundado por la exsecretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, y la exministra Rosa Aguilar. Otros permanecieron quietos y muy serios, como Carme Chacón. No parecían estar al tanto de que era una operación de su grupo. Sin embargo, Manuel Chaves se volvió, aparentemente enfadado, hacia los compañeros de escaño que se apuntaban al espectáculo y les reprendió su actitud. Algunos dejaron de aplaudir, no así Elorza.

Según fuentes parlamentarias, el exministro de Felipe González, exvicepresidente del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero y expresidente de la Junta de Andalucía reprendió a sus compañeros con el argumento de que no se daban cuenta de que ese tipo de protestas iba contra todos y contra el propio sistema. Posteriormente, Chaves y la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, mantuvieron una conversación sobre el incidente. En medios del PSOE se apresuraron a negar discrepancias internas. Chaves no tuvo nada que matizar. Otros diputados socialistas le daban la razón.

Rodríguez y el diputado Antonio Hernando se reunieron después con los expulsados, mientras la 'preferentista' que más se había destacado en los insultos (sobre todo en el de "cabrones") era retenida un rato en la comisaría del Congreso para "tomarle los datos", como había ordenado Posada.

El Partido Socialista ha llevado al Congreso el acoso a los diputados del PP, esta vez con los afectados por las participaciones preferentes invitados en la tribuna de la Cámara. Pero a algunos de sus dirigentes no les ha gustado nada la operación. Si Felipe González fue el primero en desmarcarse de la 'comprensión' del PSOE con las concentraciones de afectados por hipotecas ante domicilios de los populares, el jueves fue Manuel Chaves quien reprendió a sus compañeros de escaño que aplaudían a los ciudadanos que insultaban a los representantes de la mayoría en el poder.