Rubalcaba endurece su discurso contra Montoro pero no logra subir el ánimo de sus diputados

Tras el enorme batacazo electoral del domingo y después de dos días en los que el líder del PSOE ha estado completamente desaparecido y sin dar la cara en medio de una tormenta de reproches sobre su liderazgo, su discurso de esta tarde en el debate sobre los presupuestos generales del Estado se esperaba como una verdadera prueba de fuego internas tras el veredicto de las urnas. Alfredo Pérez Rubalcaba ha tratado de endurecer su discurso y ha entrado al ataque desde el primer minuto de su intervención en una contienda parlamentaria con el ministro de Hacienda. Sin embargo, no ha conseguido levantar la alicaída moral de sus tropas. Montoro, por su parte, le ha echado en cara los resultados del domingo y le ha reprochado que su discurso económico sea “de cuarta regional”.

Nada más llegar al hemiciclo, Rubalcaba ha explicado a los periodistas que hoy no tocaba hablar de problemas internos sino del presupuesto, de “lo que preocupa a los ciudadanos” y ha anunciado, eso sí, que mañana convocará una rueda de prensa en la que, por primera vez desde el domingo, pondrá paños calientes a los resultados en País Vasco y en Galicia.

Su bancada, mientras tanto, le ha recibido con una salva de aplausos en cuanto ha subido a la tribuna a ofrecer la réplica a la intervención de Montoro de esta mañana. Un gesto que ha puesto en evidencia los nervios del PSOE por tratar de fortalecer a su líder en un momento en el que se encuentra en caída libre. Aplausos que, por otro lado, pese al tono más duro de su intervención, se han escuchado más bien poco a lo largo de sus 41 minutos de discurso. De hecho, solo ha conseguido ponerlos de pie de nuevo, al final del debate, cuando le ha exigido a Montoro que, además de saber de economía, “tenga más sensibilidad social”. “Brillante tesis para la crisis que está viviendo España”, ha respondido, con ironía, el ministro. “Esto es lo que usted pretende ofrecer a España”.

El ministro de Hacienda ya iba, por su parte, en previsión de lo que podría escenificar Rubalcaba en el debate de esta tarde y ha mostrado su decepción por el tono y el fondo de su intervención. “¿Quo vadis, señor Rubalcaba?”, le ha espetado. “Esperábamos oír de usted un discurso político después de los resultados del pasado domingo. Esperábamos un discurso de altura política sobre lo que representa el PSOE. Nos ha traído un discurso que pretende ser un cuestionamiento de cifras como si nunca hubieran gobernando en España”.

A lo largo de su primera intervención, Rubalcaba ha pedido al Gobierno la devolución de los presupuestos del 2013 porque no son creíbles y no van a servir para cumplir con le objetivo de déficit. En este sentido, ha recordado que las cuentas del 2012 fueron enmendadas después por el Gobierno en dos ocasiones con el tijeretazo extra de 10.000 millones en sanidad y educación y con el real decreto del pasado mes de julio que subió el IVA y dejó a los funcionarios sin su paga de Navidad. “Ésa es su trayectoria”, ha señalado. “Tienen una trayectoria presupuestaria inenarrable para un Gobierno que tenía un plan para sacarnos de la crisis. No han dado ni una. O mejor, no han parado ustedes de dar derechazos. Plan no tenían, pero ideología para ajustar, por arrobas”.

La bancada socialista ha aplaudido tímidamente algunas de las frases de Rubalcaba, que ha subido, después, por segunda vez a la tribuna, visiblemente más enfadado tras escuchar a Montoro decir que el PSOE se comporta de forma irresponsable. Montoro le ha dicho, además, que ésta era su tarde para demostrar “confianza y responsabilidad”.

Rubalcaba ha negado que los PGE del 2013 sean los más sociales de la historia, como ha señalado esta mañana Montoro, y ha acusado al Gobierno de “maquillar” las cifras para justificar esa afirmación, pues deja a un lado los intereses de la deuda. Por varias veces, Rubalcaba ha inquirido a Montoro si va a revalorizar las pensiones el año que viene, pero el ministro ha dejado la pregunta en el aíre y no ha entrado al trapo de Rubalcaba, que ha vaticinado más recortes y más ajustes el año que viene con unas cuentas que no se van a cumplir. “Podrían haber elegido una política injusta pero eficaz. O una política menos eficaz pero al menos justa”, ha concluido. “El problema es que ustedes le ofrecen a los españoles injusticia e ineficacia. Les ofrecen sufrir para empeorar”.

Las principales voces del grupo socialista han tratado, acto seguido, de salir  en defensa del buen hacer parlamentario de Rubalcaba. La portavoz, Soraya Rodríguez, y la responsable de Economía, Inmaculada Rodríguez-Piñeiro, se han afanado en vender en los corrillos con periodistas las bondades del discurso de su líder. Algo que, como los aplausos de la bancada, ha sonado ciertamente artificioso en una tarde en la que Rubalcaba ha sido más duro, sí, pero no ha conseguido subir la moral de sus tropas.