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Rajoy: un comunicado frío y breve para dejar claros los riesgos de la ruptura
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MARGALLO RECUERDA QUE SALDRÍAN DE LA UE

Rajoy: un comunicado frío y breve para dejar claros los riesgos de la ruptura

Artur Mas no podía pretender que Mariano Rajoy se prestara a saltarse la Constitución para negociar su propuesta de 'pacto fiscal' ni el jefe del Gobierno

Foto: Rajoy: un comunicado frío y breve para dejar claros los riesgos de la ruptura
Rajoy: un comunicado frío y breve para dejar claros los riesgos de la ruptura

Artur Mas no podía pretender que Mariano Rajoy se prestara a saltarse la Constitución para negociar su propuesta de 'pacto fiscal' ni el jefe del Gobierno aspirar a que el líder nacionalista diera marcha atrás en su apuesta por el independentismo. Con dos horas de entrevista, a Rajoy le bastó para tomar nota del 'lío' en que CiU mete a toda España y responder a los avisos secesionistas de Mas con un comunicado breve y frío para colaborar lo menos posible en los planes del presidente de la Generalitat. Nada de ir al choque, pero sí dejar claros los riesgos de la ruptura.

La teoría que prevalece en el PP es que Mas no quiere que la crisis y la situación de quiebra en que está la Generalitat se le lleve por delante; que intenta asegurarse, para él y para CiU, la hegemonía en el poder y en la sociedad catalana por muchos años. Prepara un adelanto electoral con oferta de Estado propio que le garantice una amplia victoria al captar todo el voto nacionalista e independentista cultivado desde la Generalitat durante 30 años.

Los nacionalistas están en campaña para cumplir su programa de máximos y toca cuidar la estabilidad política y la convivencia para que la aventura que tantea CiU no derive en una crisis general del régimen constitucional en los próximos meses. Ante el dramatismo de Mas (lo de siempre, "no nos quieren"), el Gobierno se limitó ayer a recordar datos contables y legales ya conocidos que los nacionalistas prefieren obviar. Mas no incluyó entre sus explicaciones sobre el rechazo de Rajoy al "pacto fiscal" el dato de que él había aprovechado para pedir los 5.000 millones que necesita en el próximo trimestre para salir adelante, pagar a sus funcionarios y atender los servicios básicos que presta a los ciudadano. La Moncloa se ocupó de recordar que el presidente de la Generalitat que amenaza con romper España empieza por pedir más fondos.

Aunque al dirigente nacionalista le daba igual, Rajoy se mostró dispuesto a cambiar el modelo de financiación autonómico a partir de 2013 (que es cuando toca hacerlo). El actual se hizo para contentar a la Generalitat catalana (entonces gobernada por el tripartito de socialistas, comunistas e independentistas de ERC) pero a Mas no le vale y ya está decidido a proclamar, de entrada, la independencia fiscal y tributaria.

El Gobierno también recuerda otro principio que los nacionalistas de CiU, como desde siempre los de ERC, parecen dispuesto a saltarse: que las fórmulas de financiación que cuestionan la Constitución "sólo pueden ser decidas por el conjunto del pueblo español" por la vía de su reforma. Frente a los anuncios de ruptura con el marco constitucional, el Ejecutivo de Rajoy dejó claro que seguía ofreciéndose a la Generalitat para la colaboración, diálogo o negociación, pero dentro del marco legal.

Sobre la teoría esbozada por Mas de que una Cataluña separada del resto de España seguiría dentro de la Unión Europea y con el euro como moneda, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, se encargó de recordar tratados y manifiestos en contra. En caso de ruptura unilateral, "Cataluña se quedaría fuera de la UE y tendría que pedir luego la adhesión", recordó el jefe de la diplomacia española. Además, destacó que para que un país entre en la Unión Europea se requiere un acuerdo de unanimidad. En es punto agregó que "serían muchos los países los que no estarían dispuestos a dar validez jurídica a una declaración unilateral de independencia".

Artur Mas no podía pretender que Mariano Rajoy se prestara a saltarse la Constitución para negociar su propuesta de 'pacto fiscal' ni el jefe del Gobierno aspirar a que el líder nacionalista diera marcha atrás en su apuesta por el independentismo. Con dos horas de entrevista, a Rajoy le bastó para tomar nota del 'lío' en que CiU mete a toda España y responder a los avisos secesionistas de Mas con un comunicado breve y frío para colaborar lo menos posible en los planes del presidente de la Generalitat. Nada de ir al choque, pero sí dejar claros los riesgos de la ruptura.