Cospedal impone la ley del silencio y Mayor Oreja frena, de momento, el debate interno

La dirección del Partido Popular intenta frenar el debate interno abierto por Jaime Mayor al criticar la concesión del tercer grado al terrorista Josu Uribetxeberria Bolinaga y, al mismo tiempo, paliar el desconcierto por la gestión informativa que ha hecho del caso el ministro del Interior, Jorge Fernández. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reunió ayer a los tres vicesecretarios (Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban Gónzalez Pons) y a los tres portavoces parlamentarios (Alfonso Alonso, José Manuel Barreiro y el propio Mayor Oreja) para preparar el arranque del curso político y el obligado cierre de filas en apoyo del Ejecutivo de Rajoy. Nadie se saltó la consigna de evitar discrepancias en público después de una reunión “tranquila”, según fuentes del PP, en la que tampoco se conocía aún la posición de la Fiscalía.

Fernández ya intentó aplacar con explicaciones al portavoz del PP en el Parlamento Europeo la pasada semana, pero el informe del forense contradice sus argumentos, tanto ante las asociaciones de víctimas como ante los sectores del partido que habían dado por hecho que el asesino de de ETA preso estaba a las puertas de la muerte y se mostraban comprensivos con el paso que daba Interior.

Jaime Mayor no ha sido “reconvenido”, según reconocen en medios de los populares, y su reacción se daba por hecho en el PP, pero el empeño de Jorge Fernández en presentar el tercer grado para el terrorista Bolinaga como una obligación legal (habló de prevaricación) y más cuando todavía faltaba el trámite posterior de la Fiscalía y juez de instrucción penitenciaria, y se podía limitar a exponer los pasos legales, descoloca y complica a los portavoces del partido la defensa del Gobierno en esa cuestión.

Tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como la secretaria general se limitan en los últimos días a repetir que hay que respetar la ley y esperar a la decisión última que corresponde al juez. Es justo lo que dijo ayer María Dolores de Cospedal al anunciar que iba a abordar con el asunto en el comité de dirección del partido. Luego no hubo discusión alguna, según medios del partido, y después se respetó la consigna de no continuar con el debate en público.

Jorge Fernández habló en su día con Mayor Oreja para explicarle que no había trasfondo alguno de negociación ni cesión ante ETA en el caso de Bolinaga, así como para asegurarle que no cabía otra salida legal que conceder el tercer grado al terrorista. Desde esa conversación el portavoz del Grupo Popular guarda silencio, pero el informe del forense de la Fiscalía puede reabrir las críticas internas, ya relanzadas la semana pasada por Esperanza Aguirre, en cualquier momento.

Mientras el PP intenta cerrar el problema interno en que se ha convertido Bolinaga, en el Parlamento el Grupo Popular ha decido que sean los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y de Agricultura, Miguel Arias Cañete, los primeros miembros del Gobierno que acudan en septiembre a la Cámara Baja para dar explicaciones de algunas de las actividades o problemas a que se han enfrentado sus departamentos este verán: secuestros de cooperantes españoles en África, incendios y negociación del acuerdo pesquero con Mauritania.

Además, los ministros de Empleo y Economía,  Fátima Báñez y Luis de Guindos tienen que cumplir con la obligación parlamentaria de defender en el Congreso los decretos ley sobre reforma y prórroga del plan Prepara (los 450 euros) y el de reestructuración bancaria. La titular de Fomento, Ana Pastor, también ha pedido comparecer para detallar el Plan de Infraestructuras.

Las previsiones de presencia de ministros en la Cámara servirán como argumento al Grupo Popular en la Diputación Permanente del Congreso parea rechazar las peticiones de la oposición de comparecencias urgentes de ministros y del presidente del Gobierno. Esta última será descartada con el calendario de entrevistas con mandatarios internacionales de Rajoy para estudiar el posible rescate: Van Rompuy, Hollande y Merkel entre hoy mismo y el día 6 para empezar.