Valencia oficializa a los 'niños del tupper' por una cantidad simbólica

La Comunidad Valenciana da marcha atrás. A través de su Diario Oficial, el ejecutivo de Alberto Fabra se desdice de la normativa que establecía la prohibición de incluir alimentos no adquiridos en el centro escolar. La nueva cláusula -"salvo autorización expresa adoptada por acuerdo del consejo escolar"- lo cambia todo.

El artículo 13 del citado Diario, sobre cuestiones de seguridad e higiene, supone un cambio en relación con la normativa anterior, con lo que se abre la posibilidad de que, si finalmente se acuerda, los estudiantes puedan llevar el 'tupper' al colegio. No obstante, la orden no desarrolla las condiciones ni los supuestos en los que se pudiera realizar esta posibilidad.

La orden, que entra en vigor hoy aunque su contenido surtirá efectos a partir del curso escolar 2012/2013, señala que los cambios producidos en la sociedad y en el sistema educativo "hacen aconsejable una regulación del servicio de comedor escolar que asegure, por un lado, la prestación de este servicio complementario de la educación al alumnado que deba desplazarse obligatoriamente fuera de su localidad de residencia para cursar las enseñanzas obligatorias y, por otro, que facilite la extensión del servicio a aquellos centros docentes que deseen prestarlo con carácter opcional para el alumnado".

Asimismo, señala que el servicio de comedor escolar se inserta en el ámbito educativo, un aspecto que "necesariamente debe ser tenido en cuenta, para ser aprovechado y potenciado". "El tiempo que el alumnado pasa en el centro docente como usuario de este servicio debe redundar en su beneficio y en el de sus familias. El alumnado tiene derecho a recibir una alimentación de calidad y además a aprovechar este tiempo recibiendo una formación integral a través de actividades educativas que le formen en aspectos relacionados con los hábitos de alimentación, los hábitos sociales y los hábitos de vida saludable, todo ello en un adecuado clima de respeto y convivencia", indica.

La orden establece que el servicio de comedor comprende tanto la alimentación del alumno usuario como la vigilancia y atención educativa y que la administración garantizará su prestación cuando el estudiante reúne las condiciones de estar escolarizado fuera de su municipio de residencia por no existir en la etapa educativa correspondiente; el de educación especial y de centros de acción educativa singular.

El servicio de comedor escolar se prestará en las instalaciones del centro aunque excepcionalmente se podrá autorizar por la dirección territorial educativa competente en otras ajenas. Podrá ser solicitado por los padres del alumno en el centro y la selección y admisión del alumnado usuario en el caso de existir más solicitudes que plazas corresponderá al consejo escolar del centro, que hará la selección.

El orden de preferencia será el de alumnado usuario del transporte escolar beneficiario de la ayuda de comedor; el beneficiario de la ayuda asistencia de comedor; el usuario de transporte escolar sin beneficio de ayuda de comedor; el estudiante cuyos padres o tutores trabajen o en supuestos de familias monoparentales donde exista una incompatibilidad de horario con el del centro; alumnado ordenado según número de hermanos y el de otros centros docentes cercanos que no tengan servicio.

Pago "simbólico"

En relación con la posibilidad de que los alumnos se puedan llevar sus 'tuppers' a los colegios y el precio a abonar por ello, la consejera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, destacó el pasado 3 de agosto que su departamento estaba "estudiando" la posibilidad de cobrar una cantidad "simbólica" para el pago de los monitores que vigilan a los menores durante la comida, aunque aún no se había tomado una decisión al respecto.

En este sentido, precisó que se estaba elaborando una nueva orden de comedor en la que podría incluirse este cobro, aunque sería una cifra "muy simbólica" para sufragar la vigilancia, que asciende actualmente a 1,45 euros por alumno al día. El lunes de la pasada semana concretó que "la medida más acertada" sería "dejar en mano" de los consejos escolares la decisión de si la ayuda que perciben de la administración para mantenimiento de comedor "sería suficiente" para evitar tener que cobrar una cantidad simbólica a estos alumnos.