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Carromero había perdido el carné de conducir en mayo por sanciones de tráfico
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EL PP NO CONFIRMA SI VIAJÓ A CUBA CON EL PERMISO RETIRADO

Carromero había perdido el carné de conducir en mayo por sanciones de tráfico

El caso del español Ángel Carromero, detenido en Cuba acusado de ser el culpable del accidente de tráfico en el que murió el disidente Oswaldo Payá

Foto: Carromero había perdido el carné de conducir en mayo por sanciones de tráfico
Carromero había perdido el carné de conducir en mayo por sanciones de tráfico

El caso del español Ángel Carromero, detenido en Cuba acusado de ser el culpable del accidente de tráfico en el que murió el disidente Oswaldo Payá y su colaborador Harold Cepero, se complica. La Dirección General de Tráfico retiró el carné de conducir en mayo al joven político de NNGG del PP, que conducía el vehículo siniestrado, previsiblemente por acumular varias infracciones que desembocaron en la pérdida de todos los puntos. El Partido Popular, por su parte, se limita a volver a pedir “máxima prudencia” en el caso.

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) del 18 de mayo publica la pérdida del permiso de conducción del secretario técnico del Ayuntamiento de Madrid detenido en Cuba. Para que la notificación termine publicada en el BOCAM, el afectado no recogió ninguna de las dos notificaciones donde la Dirección General de Tráfico le anunciaba la ausencia de puntos en su carné de conducir, según desvelaba ayer la página web zonaretiro.com.

En enero de 2010, Carromero fue denunciado por la Jefatura Provincial de Tráfico en Cuenca por una infracción cometida en agosto de 2009. La sanción le supuso 520 euros y la pérdida de seis puntos del carné de conducir, la sanción máxima contemplada en el Código de circulación español para aquellos casos en los que la velocidad del vehículo supera en un 50% la permitida.

Desde la publicación de la retirada del carné en el BOCM en mayo, dos meses y cuatro días antes del accidente, Carromero disponía de diez días para alegaciones, un plazo a partir del cual la Administración decidiría si el actual acusado en Cuba tenía derecho a conducir un automóvil. El PP tampoco confirma si Carromero viajó hasta la isla de Fidel Castro con su permiso de conducir en regla. Una infracción que, de seguir en vigor, podría agravar todavía más su delicado caso.

En prisión provisional

El 31 de julio, un editorial de Granma sentenció la suerte de Carromero, que está en prisión preventiva mientras continúa la instrucción por homicidio. Según el editorial, Carromero es un “contrarrevolucionario” cercano “a los connotados anticubanos José María Aznar y Esperanza Aguirre”. La Fiscalía cubana decretó prisión provisional como medida cautelar, mientras sigue la instrucción del caso, y pese a que la acusación formal todavía no ha sido presentada, los medios del régimen cubano informaron ya de la probable imputación.

Para la dictadura cubana, tanto Carromero como su acompañante sueco forman parte de “de una operación organizada” para traer “financiamiento al minúsculo y contrarrevolucionario Movimiento Cristiano Liberación, que presidía Oswaldo Payá”. Y aquí es donde encuentra el régimen la conexión con Aznar: “Con ese propósito, el diputado del PP, Presidente de Nuevas Generaciones, miembro del Comité Ejecutivo Regional del PP y exAsesor de Aznar, Pablo Casado Blanco, había instruido a Carromero…”. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con Casado, presidente de NNGG de Madrid, pero ha sido imposible. “La operación descrita es una más –concluye Granma- entre muchas organizadas desde Miami, fundamentalmente, y también desde Madrid y Estocolmo”.

El caso del español Ángel Carromero, detenido en Cuba acusado de ser el culpable del accidente de tráfico en el que murió el disidente Oswaldo Payá y su colaborador Harold Cepero, se complica. La Dirección General de Tráfico retiró el carné de conducir en mayo al joven político de NNGG del PP, que conducía el vehículo siniestrado, previsiblemente por acumular varias infracciones que desembocaron en la pérdida de todos los puntos. El Partido Popular, por su parte, se limita a volver a pedir “máxima prudencia” en el caso.