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Rajoy mantiene el pulso hasta el final y se sienta hoy con Merkel sin pedir el rescate
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EN EL PP EMPIEZAN A DUDAR DE QUE EL PRESIDENTE HAYA MEDIDO BIEN SUS FUERZAS

Rajoy mantiene el pulso hasta el final y se sienta hoy con Merkel sin pedir el rescate

Mariano Rajoy sigue empeñado en mantener el pulso hasta el final con las instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional para obtener las mejores condiciones en

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Rajoy mantiene el pulso hasta el final y se sienta hoy con Merkel sin pedir el rescate

Mariano Rajoy sigue empeñado en mantener el pulso hasta el final con las instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional para obtener las mejores condiciones en la vía de crédito para la banca española. Las auditoras han dado las cifras sobre el monto total de fondos que pueden necesitar las entidades con problemas, pero el Gobierno sigue sin solicitar formalmente las ayudas como pretendían en el Eurogrupo ni da signos de ceder a las sugerencias del FMI para subir los impuestos ya. Hoy se sentará en Roma con Angela Merkel, François Hollande y Mario Monti sin haber cedido a presión alguna y dispuesto a insistir en el giro general que pide para la política económica en el conjunto de la zona euro: unidad fiscal y financiera, más medidas de crecimiento.

Rajoy ha trasladado a las negociaciones sobre “la asistencia financiera que nos ofrecen nuestros socios” (así lo calificó desde Sao Paulo) su particular obsesión por el respeto a las formalidades y el ritmo calmado ante las decisiones. Le encanta exhibir tranquilidad (y opacidad) cuando más nervios encuentra alrededor, como dicen sus colaboradores. Ahora la novedad es que algunos dirigentes del PP que le tenían por pusilánime empiezan a considerar que igual se está mostrando demasiado osado al plantarse ante medio mundo, el de las instituciones económicas: Berlín, Bruselas y el FMI.

En fuentes del PP apuntan que, aunque la prima de riesgo esté disparada, Rajoy ha tensado la cuerda estos días hasta incluir en el bando de los países con problemas a Italia. Meter en el mismo equipo de países rescatables a los dos países fuerza a Merkel a ceder o a todo lo contrario, a plantearse una Europa todavía más menguante, de dos velocidades. El jefe del Ejecutivo rompe con la estela siempre acomodaticia de Zapatero a los intereses de Alemania y Francia en la política europea y recupera la tradición de José María Aznar, capaz de buscar alianzas y mayorías de bloqueo con países intermedios en la UE para que se respetaran los intereses de España. A Aznar le salieron esas jugadas, pero las dudas surgen ahora en algunos medios del PP por si Rajoy no ha medido bien sus fuerzas. Reconocen que sólo él maneja toda la información, la conocida oficialmente y la de sus conversaciones personales con Merkel, Monti y Barroso. Y como no se la cuenta a nadie prefieren confiar en que tiene claves suficientes para arriesgar.

El jefe del Ejecutivo se ha empeñado en que el rescate a la banca española resulte al final como él lo vendió el sábado 9 de junio ante la opinión pública: una vía de crédito para las entidades necesitadas que no compute como déficit y sin condicionamiento alguno para la política económica y presupuestaria del Gobierno. Y con un interés bajo, más un plazo amplio de devolución, como difundieron después desde La Moncloa como aspiración.

Rajoy ordenó aguantar el tirón cuando los mercados castigaron la inconcreción de las ayudas y ha hecho caso omiso de todas las recomendaciones posteriores que llegaban del exterior. El ministro de Economía, Luis de Guindos, trasladó ayer al Eurogrupo la cerrada posición de Rajoy: nada de pedir ya la ayuda sobre la base de las cifras de los evaluadores. El Ejecutivo quiere que “la línea de crédito” venga del Mecanismo Europeo de Estabilidad pese a que resulta que no estará en marcha hasta el 12 de julio.

El Ejecutivo deja para “los próximos días” el presentar la solicitud del rescate. Lo considera una simple “formalidad” y quiere primero fijar las condiciones. Con esos términos tan ambiguos acude hoy a Roma para entrevistarse con los presidentes o primeros ministros de Italia, Francia y Alemania. Es una cita presentada como fundamental para el futuro del euro, ya que de la capital italiana debe salir el guión para el Consejo Europeo del próximo día 28. Es el fin de semana en que termina el plazo para el pulso de Rajoy con la Comisión Europea, el BCE, el FMI, ahora parece que Merkel y no se sabe si hasta con Hollande.

Mariano Rajoy sigue empeñado en mantener el pulso hasta el final con las instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional para obtener las mejores condiciones en la vía de crédito para la banca española. Las auditoras han dado las cifras sobre el monto total de fondos que pueden necesitar las entidades con problemas, pero el Gobierno sigue sin solicitar formalmente las ayudas como pretendían en el Eurogrupo ni da signos de ceder a las sugerencias del FMI para subir los impuestos ya. Hoy se sentará en Roma con Angela Merkel, François Hollande y Mario Monti sin haber cedido a presión alguna y dispuesto a insistir en el giro general que pide para la política económica en el conjunto de la zona euro: unidad fiscal y financiera, más medidas de crecimiento.

Mariano Rajoy Angela Merkel