La Guardia Civil envía refuerzos a Gibraltar para hacer frente a la escalada de tensión con Londres

El Gobierno ha decidido reforzar la presencia de la Guardia Civil en la bahía de Algeciras para hacer frente a la creciente tensión con el Reino Unido a causa del contencioso histórico de Gibraltar. Pero, al menos por ahora, se niega a movilizar a la Armada para proteger a los pescadores españoles, como exigió ayer la Unión de Oficiales del instituto armado, pese a que esta madrugada se han producido nuevos enfrentamientos en aguas del Peñón, en los que han vuelto a participar patrulleras de la Royal Navy, la Marina de guerra británica.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer a El Confidencial que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director general del cuerpo, Arsenio Fernández de Mesa, han ordenado en los últimos días incrementar sustancialmente el número de agentes destinados en el Servicio Marítimo de Algeciras (Cádiz) para dar escolta a los pesqueros que faenan en aguas de Gibraltar, que las autoridades del Peñón reclaman como propias. Los nuevos refuerzos, que casi triplican el contingente habitual, proceden en su mayoría de otras provincias andaluzas.

La firmeza de Fernández Díaz, que además de enviar refuerzos a Gibraltar advirtió ayer que España "no va a aceptar humillaciones ni intimidaciones", contrasta con la actitud del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que parece no darse por enterado de la escalada de tensión. El jefe de la diplomacia española aseguró ayer que los últimos incidentes en aguas del Peñón, en los que se han visto involucrados patrulleras de la Royal Navy y de la Guardia Civil, además de policías gibraltareños y pescadores andaluces, "se han saldado sin mayores consecuencias y no se les debe dar mayor importancia".

"¿Hace falta un muerto?"

"¿Qué tiene que ocurrir para que el ministro Margallo se dé cuenta de la gravedad de la situación? ¿Que haya algún muerto?", se preguntaba ayer un portavoz de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, en declaraciones a El Confidencial. La asociación reclama que la Armada intervenga en el conflicto para escoltar a los pescadores españoles, como hace la Royal Navy para defender unas aguas territoriales que España jamás ha reconocido.

El mismo portavoz añadió que las patrulleras de la Guardia Civil, a diferencia de las de la Royal Navy, que tienen más de 70 metros de eslora y armas pesadas a bordo, son pequeñas y están dotadas de armamento ligero. Y recordó que la Ley Orgánica de la Defensa Nacional encomienda a la Armada la "vigilancia del espacio marítimo español y la protección de la vida e intereses de la población". El Ministerio de Defensa rehusó ayer precisar si la Armada prepara algún dispositivo para intervenir en Gibraltar en caso de emergencia.

Anoche, patrulleras de la Royal Gibraltar Police -la policía del Peñón- volvieron a hostigar, seguidas muy de cerca por un navío de la Armada británica, a una flotilla de pesqueros procedentes de Algeciras. Las escaramuzas se iniciaron poco antes de las 22.00 horas, cuando media docena de pesqueros, protegidos por dos patrulleras de la Guardia Civil, se dirigieron a la bocana sur del puerto del Peñón para tratar de echar sus redes.

Según relató a la agencia Efe uno de los marineros del pesquero Unión Vázquez Blanco, las patrulleras de Gibraltar llegaron "con la misma agresividad de ayer [por el miércoles]", haciendo "maniobras peligrosas", cruzándose entre los pesqueros y dando vueltas a su alrededor a gran velocidad, hasta el punto de que, al parecer, llegaron a golpear la popa de uno de los barcos. El Ejecutivo gibraltareño de Fabian Picardo ha roto de forma unilateral el acuerdo sellado en 1999 por los gobiernos de José María Aznar y Peter Caruana, que permitía a los pescadores de Algeciras y La Línea faenar en las aguas del Peñón.