Rubalcaba restablece los lazos con UGT y CCOO para combatir la reforma laboral

Los protagonistas son los mismos que en septiembre 2010, cuando tuvo lugar en España la última huelga general, pero las circunstancias son muy diferentes. Alfredo Pérez Rubalcaba es ahora el jefe de la oposición, en lugar de un ministro de José Luis Rodríguez Zapatero, mientras que Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo preparan movilizaciones contra un Gobierno del PP, y no del PSOE. Los tres dirigentes se reunieron ayer en Ferraz para analizar la reforma laboral de Mariano Rajoy y sumar fuerzas para intentar corregir este decreto ley.

Socialistas y sindicalistas buscan recuperar la sintonía que compartieron en el pasado para poder hacer frente a la mayoría absoluta popular, aunque las heridas causadas por el último Gobierno de Zapatero todavía están recientes. De momento, la reforma laboral ha logrado que Rubalcaba y las centrales sindicales coincidan en el diagnóstico de los perjuicios que acarrea para los trabajadores. Por ello, el PSOE pondrá su Grupo Parlamentario a disposición de UGT y CCOO para que las centrales puedan presentar en el Congreso enmiendas alternativas al texto.

Asimismo, Rubalcaba anunció que, probablemente, habrá algún dirigente en representación del partido en la manifestación sindical del próximo domingo, aunque descartó su presencia. “No pensaba ir en ningún caso. Otra cosa es que vayan socialistas o algún miembro dirección”, matizó. El secretario general del PSOE no quiere comenzar su etapa de “oposición útil” detrás de una pancarta, aunque barones regionales como Tomás Gómez y Pere Navarro han manifestado la necesidad de que el partido se sume a las concentraciones.

El líder del PSC adelantó ayer que su formación acudirá a la marcha para protestar contra la “muerte” de los derechos laborales; mientras que el madrileño, en plena campaña para su reelección, abogó el viernes por que el PSOE esté en las movilizaciones “no como agitadores, sino al lado de los que luchan”.

Por otra parte, Rubalcaba afirmó que su formación recurrirá al Tribunal Constitucional la reforma, “si, tal como parece, hay razones sólidas” para ello. El líder socialista está especialmente preocupado, por la ruptura del “equilibrio básico de las relaciones laborales” que procede de la Constitución. “Los empresarios ganan poder y de qué manera”, criticó, al mismo tiempo que le recordó a Rajoy que “la paz social también es productiva y competitiva”.

“Mecanismo perverso de despido libre”

El contrato indefinido con un periodo de prueba de un año, que podrán utilizar Pymes con menos de 50 trabajadores, es otro de los aspectos que más preocupa a Rubalcaba, quien denunció lo tachó de “mecanismo perverso de despido libre”. Así, se refirió a la “tentación” que van a tener los empresarios para “sustituir a un trabajador por otro a los 364 días sin gastar un euro”, o para reducir su plantilla a 49 empleados, de modo que puedan poner en práctica el citado contrato.

Despojado de casi todo su poder institucional, el PSOE debe competir con otros grupos de izquierda para comandar la respuesta a los ajustes del PP y aparecer, simultáneamente, como una alternativa real de Gobierno. En el caso de la reforma laboral, Izquierda Unida ya ha anunciado que presentará, a través de su grupo parlamentario, una enmienda a la totalidad al texto gubernamental. Además, esta coalición se dispone a estudiar la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucional, aunque como recordó Toxo, para ello son necesarios 50 diputados, por lo que sería clave la participación del PSOE en la iniciativa.