Es noticia
La foto de Rajoy y Mas enfada a los socialistas: "Si CiU avala la agenda del PP lo tendrá crudo"
  1. España
EL PRESIDENTE CATALÁN BUSCA CÓMO HACERSE IMPRESCINDIBLE

La foto de Rajoy y Mas enfada a los socialistas: "Si CiU avala la agenda del PP lo tendrá crudo"

La foto del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con el de Cataluña, Artur Mas, esta semana ha trastocado muchos planes políticos a corto plazo. Quiso

Foto: La foto de Rajoy y Mas enfada a los socialistas: "Si CiU avala la agenda del PP lo tendrá crudo"
La foto de Rajoy y Mas enfada a los socialistas: "Si CiU avala la agenda del PP lo tendrá crudo"

La foto del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con el de Cataluña, Artur Mas, esta semana ha trastocado muchos planes políticos a corto plazo. Quiso ser la foto de la normalidad, la foto finish de un período convulso políticamente hablando. Se acabó la indefinición de Rodríguez Zapatero y empieza una nueva etapa. Pero no todo es lo que parece. En realidad, todos juegan a su juego, acceden a hacerse la foto y se guardan un as en la manga. Entre otras cosas, porque Artur Mas ha de exprimir sus neuronas para saber cómo hacerse imprescindible. Con su actitud de apoyo a la estabilidad del Gobierno central, ha dibujado una línea en el horizonte que no deja indiferente a nadie, ni siquiera a los suyos.

De momento, tiene casi asegurado el apoyo del PP a los presupuestos de la Generalitat que quiere aprobar para este año. Por algo ha dado él también apoyo a los planes de Rajoy. Pero más allá de eso, se abre un panorama confuso, donde primará la estrategia política para no quedar contra las cuerdas. En otras palabras: el acercamiento de Mas al PP no gusta a nadie. Y en un momento en que CiU quiere aparecer como el partido de la centralidad, menos. Porque las reiteradas llamadas a los socialistas para que arrimen el hombro y den apoyo a los planes del Gobierno catalán (con la imagen final de no parecer prisioneros del PP) no han tenido el éxito esperado.

“Se ha comprobado que socialistas y populares comparten agenda y eso le resta a Mas mucha credibilidad”, asegura a El Confidencial Jaume Collboni, portavoz del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Esa foto de los líderes de PP y de CiU, dice Collboni, “enfría mucho las relaciones entre CiU y PSC”. Porque para los socialistas, el presidente catalán “fue a Madrid de forma acrítica y entregada. Es muy sospechoso. Lo que intuimos es que hay un pacto de fondo que nos aleja a nosotros de un pacto con los convergentes”.

Hay algo claro: los nacionalistas catalanes son los que más tienen que perder, debido esencialmente a que CiU no dispone de mayoría absoluta en el Parlamento autonómico (tiene 62 escaños frente a los 68 que serían los de esa mayoría) y está atada de pies y manos frente al resto de partidos. El PP ha permitido que los presupuestos y la ley de acompañamiento pasen el primer trámite. Y a partir de ahí, todo ha de pasar por la presidenta popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que ya esta semana se ha entrevistado -y se ha hecho la foto- con varios ministros para convertirse en la única interlocutora válida entre ambos ejecutivos. Es un signo inequívoco del papel que le tiene reservado Rajoy a la persona de su máxima confianza en Barcelona.

Desde la cúpula de CiU echan balones fuera y aseguran a este diario que lo que les ata al PP es un “acuerdo puntual” sobre las principales cuestiones presupuestarias. “Las propuestas económicas de CiU y del PP son parecidas, por lo que es más fácil un acuerdo entre ambos que con otras fuerzas. Pero no podemos hablar de pacto. Es más, después de los presupuestos, volveremos a a la geometría variable, es decir, a pactar los diferentes temas con el partido con el que más nos entendamos”, dice un miembro de la dirección convergente.

Puertas abiertas

Va a ser complicado, aunque no imposible. Y la complicación viene porque los socialistas están enfadados. “PP y CiU se han sumado a la oleada contrarreformista. Están de acuerdo en temas como el aborto, la modificación de la justicia o el Plan Hidrológico Nacional. Pero ésa no es nuestra agenda social. Si CiU avala toda la agenda del PP lo va a tener muy crudo. La cosa pinta muy mal”, enfatiza Collboni.

Los socialistas no quieren dar la sensación de que son un partido escorado y sin ganas de pactar. “Más allá de los presupuestos, podemos tener una vía de diálogo estable -reconoce el portavoz del PSC-. Por ejemplo, en materia urbanística [por algo CiU y PSC copan la inmensa mayoría de los ayuntamientos catalanes]”. Incluso están dispuestos a hacer alguna concesión en cuanto a la ley audiovisual. En este sentido, destacan que “el pacto de CiU y PP es contranatura. En el tema de medios audiovisuales, por ejemplo, habrá una contradicción brutal entre los nacionalistas y un partido que está en contra de la inmersión lingüística. Nosotros queremos entrar en ese debate, pactar el tema para salvaguardar el modelo público de medios de comunicación y evitar así las tentaciones de desmantelamiento”.

A medio plazo, la foto de Rajoy y Mas puede rasgarse por dos motivos. Primero, porque CiU no quiere atarse para toda la legislatura a un solo partido. Quiere poder seguir pactando indistintamente con PSC, PP y ERC, ya que los votos de cualquiera de ellos les hará salir airosos de cualquier debate parlamentario. El PP no está dispuesto a jugar a ese juego. Incluso arriesgándose a una deriva más radical del Gobierno catalán.

Y segundo, porque hay otra cuestión importante: CiU no renuncia a la propuesta que la Generalitat quiere hacer en Madrid para conseguir un pacto fiscal similar al concierto económico vasco. “Sus acuerdos tienen razón de ser a corto y medio plazo, pero CiU sacará tarde o temprano su parafernalia del pacto fiscal. Y es muy probable que la ruptura entre ambos sobrevenga porque los nacionalistas suban el tono soberanista de sus exigencias. Yo intuyo que puedan estar guardando en el cajón la bandera y reconstruir el discurso pseudosoberanista a medio plazo, cuando les interese y de cara a las próximas elecciones”, asegura Jaume Collboni. Y si eso ocurre, CiU puede encontrarse en la situación de que tampoco el PSC le dará entonces apoyo.

La foto del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con el de Cataluña, Artur Mas, esta semana ha trastocado muchos planes políticos a corto plazo. Quiso ser la foto de la normalidad, la foto finish de un período convulso políticamente hablando. Se acabó la indefinición de Rodríguez Zapatero y empieza una nueva etapa. Pero no todo es lo que parece. En realidad, todos juegan a su juego, acceden a hacerse la foto y se guardan un as en la manga. Entre otras cosas, porque Artur Mas ha de exprimir sus neuronas para saber cómo hacerse imprescindible. Con su actitud de apoyo a la estabilidad del Gobierno central, ha dibujado una línea en el horizonte que no deja indiferente a nadie, ni siquiera a los suyos.

Mariano Rajoy