Rubalcaba prescinde de Barroso para preparar el debate con Rajoy

Alfredo Pérez Rubalcaba no cuenta con Miguel Barroso para preparar el cara a cara televisivo de este lunes con Mariano Rajoy. El socialista ha dejado fuera de su equipo de asesores al hombre que tradicionalmente ha trabajado siempre con los candidatos del PSOE en la preparación de los debates televisados de 1993 y del 2008, a la sazón, el marido de Carme Chacón y el principal ideólogo en la sombra de la fallida campaña de la ministra de Defensa para hacerse con la candidatura del partido para las elecciones del 20N.

La suya es una historia de enemistades mutuas que se remonta atrás en el tiempo y que terminó de estallar a principios de este mismo año con la competición interna del PSOE para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero al frente partido. Una guerra interna para la que Chacón ya tenía movilizado a su equipo de campaña y de asesores y para la que pensaba lanzar incluso una página web propia que debería haber visto la luz en la víspera de aquel famoso Comité Federal en el que Rubalcaba fue elegido, finalmente, por aclamación y sin primarias.

Con estos mimbres, Rubalcaba ha decidido no recurrir ahora a ningún asesor de imagen externo a su equipo de campaña de Ferraz. Una decisión que deja fuera, además de al propio Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación y actual CEO de la agencia de publicad Young & Rubicam, a su inseparable compañero, José Miguel Contreras, actual consejero delegado de La Sexta. De hecho, ambos se hicieron conocidos dentro del PSOE con el sobrenombre de los “Migueles” tras entrenar a Felipe González para su segundo cara a cara con José María Aznar, en mayo de 1993. Su asesoramiento en temas audiovisuales, campo en el que ambos son expertos, fue requerido por el ex ministro José María Maravall, entonces jefe de campaña de Felipe,  después de la inesperada victoria de Aznar en el primer debate de Antena 3, una cita a la que González acudió excesivamente confiado de sus posibilidades y alterado tras un accidentado viaje de avión que le traía de vuelta de un mitin en Canarias. Zapatero tiró también de ellos en 2008 para los dos debates con Rajoy.

En esta ocasión, son los colaboradores más próximos a Rubalcaba los que también le están ayudando a preparar el debate, considerado el mitin de los mítines con una audiencia que, si se asemeja a la del 2008, podría superar los 13 millones de espectadores. En concreto, Rubalcaba cuenta con la ayuda de su número dos y jefa de campaña, Elena Valenciano, y de Antonio Hernando, además del experto electoral Ignacio Varela y de Óscar López, secretario general del PSOE de Castilla y León y quien ha pactado con el popular Esteban González Pons los pormenores del debate.  El equipo se completaría con los dos periodistas que trabajan a sus órdenes en Ferraz, el director de Comunicación del PSOE, Carlos Hernández, y Rodolfo Irago, ex cadena SER. 

Barroso o “el brujo visitador” de Moncloa

Rubalcaba y Barroso se conocen desde hace más de dos décadas, pues ambos comenzarán su trayectoria política dentro del PSOE en el primer equipo de José María Maravall en el Ministerio de Educación. Un departamento en el que Barroso, periodista que procedía de El País, ocupó el cargo de director de gabinete del ministro y en el que Rubalcaba comenzó su ascendente carrera política como director de gabinete de la secretaria de Estado de Universidades, Carmina Virgili. Su camino, sin embargo, comenzó a diverger conforme Barroso comenzó a convertirse en uno de los asesores más influyentes del presidente Zapatero y se erigió en uno de esos “brujos visitadores de La Moncloa” de los que hablaba el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, cuando criticaba la creación de un nuevo grupo mediático afín al zapaterismo liderado por los amigos de Barroso, entre ellos el propio Contreras. Una guerra mediática en la que Rubalcaba siempre se posicionó de lado de los intereses del grupo editor del diario El País.

Sea como fuere, Rubalcaba llega a la cita del lunes con una diferencia abismal de 16,7 puntos de distancia con respecto a Rajoy, lo que le obliga a tratar de movilizar al máximo y como sea a los electores indecisos y a los votantes tradicionales PSOE desencantados con la deriva del partido. Una tarea bien difícil si se cumple lo que ocurrió en el cara a cara de hace cuatro años. Entonces, según explican en el entorno de Rajoy, el debate apenas sirvió para recortar 1,5 puntos de diferencia.

Rajoy por su parte acude al encuentro televisivo asesorado por su experto demoscópico de cabecera, Pedro Arriola, y su director de gabinete, Jorge Moragas, además del ya mencionado Esteban González Pons.

El debate, moderado otra vez por el presidente de la Academia de la Televisión, Manuel Campo Vidal, comenzará a las diez de la noche de este lunes y tendrá una duración de 90 minutos. Rajoy será el encargado de abrir el cara a cara y Rubalcaba dispondrá del último turno de palabra. Ambos candidatos tendrán, además, un turno de presentación de dos minutos y otro de despedida final a los tres bloques pactados: economía y empleo, políticas sociales y, por último, política exterior y democracia. El coste del debate se ha cifrado en medio millón de euros que tendrán que pagar las cadenas que lo emitan según el porcentaje de audiencia de cada una de ellas.