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Zapatero acelera la retirada del crucifijo en las escuelas... Y el obispo de Alcalá oficia misa con la bandera franquista sobre el altar
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Zapatero acelera la retirada del crucifijo en las escuelas... Y el obispo de Alcalá oficia misa con la bandera franquista sobre el altar

Las más que frías relaciones entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Conferencia Episcopal, ahora casi congeladas por la reforma de la Ley del Aborto, están a punto

Foto: Zapatero acelera la retirada del crucifijo en las escuelas... Y el obispo de Alcalá oficia misa con la bandera franquista  sobre el altar
Zapatero acelera la retirada del crucifijo en las escuelas... Y el obispo de Alcalá oficia misa con la bandera franquista sobre el altar

Las más que frías relaciones entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Conferencia Episcopal, ahora casi congeladas por la reforma de la Ley del Aborto, están a punto de ser barridas por una nueva borrasca. Uno de los frentes amenza con llevarse por delante los crucifijos en las escuelas públicas, después de que el PSOE, con el apoyo de ERC, impulsara ayer en el Congreso la retirada de los símbolos religiosos en las aulas. El otro también anuncia fuerte marejada: el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, ofició misa el pasado domingo en una iglesia de Paracuellos (Madrid) en "homenaje a los caídos" junto a una bandera franquista, que ocupaba un lugar preferente en el altar.

La presencia de crucifijos en las aulas tiene los días contados. Es cierto que, por ahora, el Gobierno se conforma con lanzar públicamente guiños a su electorado de izquierdas, que reclama pasos más decididos hacia el laicismo, mientras acelera entre bastidores la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, en cuya redacción trabajan sin luz ni taquígrafos la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Pero ayer los socialistas dieron un paso más en esa dirección, al apoyar en la Comisión de Educación del Congreso una proposición no de ley de ERC que reclama la supresión de crucifijos y otros símbolos religiosos de los colegios públicos.

El PSOE, poniéndole una vela a Dios y otra al diablo, apoyó la proposición no de ley sólo después de que ERC aceptara meterle la tijera para recortar sus afiladas aristas semánticas. Pero, en realidad, el texto final pactado por socialistas e independentistas -que fue aprobado por 20 votos a favor y 16 en contra- venía a decir, aunque suavizado, lo mismo que el original: instar al Gobierno a modificar la vigente Ley de Libertad Religiosa para retirar los símbolos religiosos de los centros educativos.

La proposición no de ley -sólo rechazada por el PP y CiU- pide al Gobierno que aplique la sentencia dictada el pasado mes de noviembre por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, según la cual la exhibición de crucifijos en las aulas viola la libertad religiosa de los alumnos y es contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias. Los jueces del TEDH se pronunciaron, por unanimidad, a favor de la reclamación presentada por una madre italiana que exigió la retirada de los crucifijos de la escuela pública donde estudiaban sus dos hijos, de 13 y 11 años de edad. El centro escolar, ubicado en la localidad de Abano Terme (Véneto), ha sido condenado a pagar una indemnización de 5.000 euros por los "daños morales" sufridos por ambos alumnos.

"Exaltación de la dictadura"

La misa oficiada el pasado domingo por el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Reig, en Paracuellos del Jarama también ha contribuido a soliviantar los ánimos, pero esta vez en las filas socialistas. El PSOE de Alcalá emitió ayer un duro comunicado en el que afirma que la celebración eclesiástica, presidida por una bandera franquista colocada sobre el altar, fue "una clara exaltación de la dictadura".

"Que el obispo de Alcalá presida una ceremonia religiosa con una bandera preconstitucional, símbolo del sufrimiento de millones de españoles y españolas durante décadas, es inaceptable, como también lo es que el obispo ampare actos de exaltación franquista. Es un acto injustificable que nos retrotrae a los terribles y oscuros años del franquismo", añadía el comunicado. Según los socialistas, monseñor Reig dijo durante la homilía que "ésta es la catedral más grande jamás edificada, pues ha sido levantada con la sangre de miles de mártires", en alusión a los fusilados por el bando republicano en Paracuellos del Jarama al comienzo de la Guerra Civil.

La misa oficiada por el obispo de Alcalá fue encargada por la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos, y entre los asistentes al oficio religioso se encontraba el veterano dirigente ultraderechista Blas Piñar, presidente honorífico de la formación de extrema derecha Alternativa Española. Monseñor Reig, que aterrizó el pasado mes de abril en la diócesis de Alcalá tras pasar por las de Castellón y Murcia, es uno de los obispos más beligerantes con el matrimonio entre homosexuales y el aborto. De este último ha llegado a decir que es una "perversión de la medicina".

Las más que frías relaciones entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Conferencia Episcopal, ahora casi congeladas por la reforma de la Ley del Aborto, están a punto de ser barridas por una nueva borrasca. Uno de los frentes amenza con llevarse por delante los crucifijos en las escuelas públicas, después de que el PSOE, con el apoyo de ERC, impulsara ayer en el Congreso la retirada de los símbolos religiosos en las aulas. El otro también anuncia fuerte marejada: el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, ofició misa el pasado domingo en una iglesia de Paracuellos (Madrid) en "homenaje a los caídos" junto a una bandera franquista, que ocupaba un lugar preferente en el altar.