Rajoy anima a decir “basta ya” en las urnas y Zapatero alerta del peligro del PP

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy pusieron punto final ayer a la campaña electoral de las europeas. Para alivio de muchos, e indiferencia de una mayoría que se espera que opte por la abstención, los líderes de PSOE y PP dieron por concluida una de las campañas más hoscas que se recuerdan. Rajoy afirmó que el cambio político en España es "una necesidad nacional", y por eso emplazó a los ciudadanos a acudir a votar el domingo para "acabar con mentiras, engaños, falsas promesas" y las recetas "ineficaces" del Gobierno socialista contra la crisis económica. "Hay que decir el domingo 'basta ya', porque 'basta ya' es lo que piensa hoy una gran mayoría de españoles", proclamó.

Este fue su mensaje central en el mitin de cierre de campaña de las elecciones al Parlamento europeo, celebrado en el Palacio Municipal de Congresos Juan Carlos I de Madrid, y que contó previamente con las intervenciones del cabeza de lista a las europeas, Jaime Mayor Oreja, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Más de 3.000 personas asistieron a este acto del PP, el último en el que pidieron el voto antes de la cita con las urnas del domingo.

Rajoy se mostró convencido de que su formación ganará el próximo domingo las elecciones. "Es bueno para España, voten a quien voten, que el domingo digan a Rodríguez Zapatero que por aquí no vamos a ninguna parte y que esto no puede continuar", resaltó. En su extenso discurso también tuvo palabras de elogio para Mayor Oreja, un "excelente candidato" que ha hecho una "gran campaña" diciendo "lo que pensaba y lo que creía".

Previamente, el ex ministro del Interior también agradeció a Rajoy su implicación en la campaña electoral. "Querido Mariano, yo no tengo palabras para agradecerte como te has fajado en esta campaña electoral", exclamó en su alocución, en la que también hizo varias menciones al ex presidente José María Aznar. Mayor aseguró que el día 7 los españoles tienen la oportunidad de "cambiar el rumbo" y hacer "lo mismo" que han hecho los ciudadanos holandeses y británicos, que, según dijo, han mandado a los socialistas "a la oposición" porque "están perdidos, derrotados" y "no son los que tienen que liderar la salida de la crisis".

Zapatero avisa de que los reaccionarios “sacarán pecho”

Zapatero avisó del riesgo de abstenerse en las elecciones del próximo domingo o votar al PP y alegó que puede tener consecuencias, porque los que defienden "ideas ultraconservadoras y reaccionarias" pueden "sacar pecho". El líder socialista participó en Madrid en el mitin de final de campaña de los comicios europeos junto al cabeza de lista de su partido al Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar; la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; el secretario general del PSM, Tomás Gómez, y el presidente del Partido Socialista Europeo, Paul Nyrup Rasmussen.

Durante su intervención, Zapatero criticó a la derecha española, por la que "no pasa el tiempo", y ha lamentado que tenga "una confusión de conceptos", porque "históricamente a la inquisición la llamaron Justicia y ahora a la Justicia la llaman inquisición". Se mostró convencido, además, de que el futuro está del lado de los progresistas y no del pasado que representan a su juicio Bush, Aznar, Irak y Rajoy, "y Mayor Oreja, el antepasado", a quien ha pedido que se le niegue el voto. Para Zapatero, se trata de "la derecha tristemente triste", a la que "le sobra prepotencia y soberbia y le falta compromiso con España".

Por ello, el presidente del Gobierno pidió el voto a todos los españoles, pero en especial a los más jóvenes, que deben demostrar "que la mayoría de España es progresista". Zapatero animó a los españoles a ir a votar el domingo por los que "trabajan por luchar de la crisis" frente a los que "nunca echan una mano", a los que creen que "la recuperación económica va a llegar" y no "a los que todos los días dicen que cada vez las cosas van a ir a peor porque es lo que les conviene".

Ante unos 2.000 militantes y simpatizantes entregados, que enarbolaban banderas del PSOE y de la Unión Europea, Zapatero volvió a comprometerse con los trabajadores y aseguró que no va a facilitar los despidos ni rebajar la protección social, por mucho que algunos le "aburran" todos los días con estas cuestiones.