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El Gobierno se gasta 150 millones de euros en correo postal y 'pasa' del e-mail
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El Gobierno se gasta 150 millones de euros en correo postal y 'pasa' del e-mail

En la era de internet y el uso masivo del correo electrónico, el Gobierno sigue prefiriendo el viejo correo postal, el de las cartas urgentes, los envíos certificados y la

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El Gobierno se gasta 150 millones de euros en correo postal y 'pasa' del e-mail

En la era de internet y el uso masivo del correo electrónico, el Gobierno sigue prefiriendo el viejo correo postal, el de las cartas urgentes, los envíos certificados y la correspondencia ordinaria de toda la vida. Nada que objetar si no fuera porque los servicios postales no sólo son mucho más lentos, sino también bastante más caros que el e-mail: este año le costarán al Estado nada menos que 150 millones de euros, casi 25.000 millones de pesetas. Eso sin contar con el gasto postal de las comunidades autónomas, que suma, aproximadamente, otros 100 millones de euros.

José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió el pasado martes en el Congreso, durante el debate sobre el estado de la Nación, a recortar en 1.000 millones de euros el gasto corriente de la Administración del Estado en 2009. El presidente del Gobierno aseguró que ese ahorro ayudará a contener el déficit público, pero no explicó cómo y cuándo meterá la tijera o qué ministerios deberán apretarse más el cinturón. ¿Estaría pensando Zapatero en impulsar el uso oficial del correo electrónico y empezar a arrinconar sobres y sellos?

El asunto llegará hoy mismo al Congreso, que debatirá las resoluciones registradas por todos los grupos parlamentarios tras el debate de la semana pasada. Una de esas resoluciones, presentada por el PP, reclama a Zapatero que elabore antes del verano un plan de austeridad para eliminar los gastos superfluos de la Administración General del Estado. Y una de las medidas que propone el Grupo Parlamentario Popular es, precisamente, "sustituir, en los casos que sea posible, el uso del correo ordinario por el del correo electrónico". El PP propone, además, reforzar la administración electrónica para eliminar "trámites burocráticos, retrasos y papeleo innecesario".

¿Cuánto podría ahorrar el Gobierno si apostase por el correo electrónico en detrimento del postal? Potencialmente, decenas de millones de euros. Sólo el Ministerio del Interior pagará este año más de 33 millones para cubrir las necesidades postales y telegráficas del departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba: Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Dirección General de Tráfico, Instituciones Penitenciarias, Protección Civil... Y Elena Salgado destinará otros 37 millones de euros para atender los gastos de correo ordinario del Ministerio de Economía y Hacienda, incluidos los de la Agencia Tributaria, la Dirección General del Catastro o el Instituto Nacional de Estadística.

Crisis económica y correo electrónico

¿Se podría suprimir de la noche a la mañana ese gasto desmesurado y utilizar exclusivamente el e-mail para las comunicaciones entre la Administración del Estado y los ciudadanos, así como entre los diferentes organismos públicos? Rotundamente no... Por ahora. En primer lugar porque los envíos postales de los ministerios, organismos públicos y entidades autónomas no sólo incluyen cartas y certificados, sino también paquetes que, obviamente, deben ser entregados físicamente a su destinatario. Pero, sobre todo, porque la crisis económica ha convertido en papel mojado la Ley de Accceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, al frenar las inversiones necesarias para su aplicación.

Esa ley, anunciada a bombo y platillo por el Gobierno y aprobada por el Congreso en 2007, garantiza que, a partir del 1 de enero del próximo año, cualquier trámite burocrático ante la Administración podrá realizarse virtualmente, las 24 horas del día y los 365 días del año. Y, por supuesto, sin esperar a que el cartero llame a la puerta. Pero faltan poco más de siete meses para que se cumpla ese plazo y todo está prácticamente por hacer.

El papel sigue siendo el rey, y apenas la Dirección General de Tráfico y la Agencia Tributaria han puesto ya en marcha el llamado Sistema de Notificaciones Telemáticas Seguras (SNTS), que otorga pleno valor jurídico a las comunicaciones on line entre Administración y ciudadanos. Fuentes de Correos, el operador postal público, señalaron ayer a El Confidencial que "se están explorando otras formas de comunicación entre emisores y usuarios, pero lo importante es que ofrezcan el mismo nivel de seguridad que el correo físico".

Una de esas herramientas es el Apartado Postal Electrónico (APE), cuya primera fase fue lanzada por Correos el pasado mes de noviembre. El APE no sólo garantiza la autentificación de los documentos, sino que permite automatizar los envíos y hacer llegar un contenido al mismo tiempo a miles de destinatarios, lo que reduce notablemente el coste. Pero su aplicación, por ahora, es casi testimonial. 

En la era de internet y el uso masivo del correo electrónico, el Gobierno sigue prefiriendo el viejo correo postal, el de las cartas urgentes, los envíos certificados y la correspondencia ordinaria de toda la vida. Nada que objetar si no fuera porque los servicios postales no sólo son mucho más lentos, sino también bastante más caros que el e-mail: este año le costarán al Estado nada menos que 150 millones de euros, casi 25.000 millones de pesetas. Eso sin contar con el gasto postal de las comunidades autónomas, que suma, aproximadamente, otros 100 millones de euros.