España vendió armas a Israel por más de 1,7 millones de euros en 2008

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no dijo la verdad el lunes durante el programa Tengo una pregunta para usted cuando afirmó que España había vendido armas a Israel por menos de un millón de euros y que éstas no se habían utilizado para disparar contra los palestinos. La realidad es bien distinta: España vendió armas a Israel por valor de 1,7 millones de euros en el primer semestre de 2008, y entre ellas se incluían ametralladoras, pistolas, fusiles y otras armas de cañón.

 

Ninguna de ellas llevaba aparejada una prohibición expresa de utilización contra palestinos. Según consta en un informe firmado por el secretario de relaciones con las Cortes al que ha tenido acceso este diario, esas armas, por valor de 91.000 euros, fueron a parar a una entidad privada que, según fuentes de este diario conocedoras de los pormenores, suelen ser subcontratas del ejército israelí.

No es el único material vendido por España a Israel susceptible de utilizarse en operaciones bélicas. Así, directamente al Ejército hebreo, se han vendido equipos de visión nocturna, máscaras antigás, trajes blindados y determinadas sustancias químicas. El resto de las exportaciones corresponden a material de doble uso y ordenadores. La cantidad total, 1,7 millones de euros, supera con mucho el millón de euros esgrimido por Zapatero, y está muy lejos de los 400.000 euros del año 2006.

Estos datos fueron aprovechado este martes por la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, para afirmar que “cuando ayer (por el lunes) el presidente del Gobierno habló de 1.000.000 de euros en el 2008 de venta de armas a Israel, no dijo la verdad”, y, además “nos quiso demostrar que había vendido armas que no habían causado ningún daño”. “Muchos sabíamos que Zapatero había mentido a lo largo del año pasado, pero ayer pasó de la mentira al insulto”.

De hecho, si se incluye el material de doble uso, según las cifras oficiales, el comercio con Israel asciende a más de tres millones de euros, aunque la diferencia corresponde a, como se ha dicho, ordenadores, y también otra clase de materiales, sustancias químicas, toxinas, etcétera.