Es noticia
Zapatero se da un baño de ‘buen rollito’ en su plaza-talismán de Vistalegre
  1. España

Zapatero se da un baño de ‘buen rollito’ en su plaza-talismán de Vistalegre

Desde que José Luís Rodríguez Zapatero ordena y manda en el PSOE, el palacio de Vistalegre, en el madrileño barrio de Carabanchel, se ha vuelto una

Foto: Zapatero se da un baño de ‘buen rollito’ en su plaza-talismán de Vistalegre
Zapatero se da un baño de ‘buen rollito’ en su plaza-talismán de Vistalegre

Desde que José Luís Rodríguez Zapatero ordena y manda en el PSOE, el palacio de Vistalegre, en el madrileño barrio de Carabanchel, se ha vuelto una especie de talismán para la movilización de sus afiliados. Unos días plaza de toros, otros cancha de baloncesto, allí tomó la alternativa el líder socialista en 2002, cuando nació lo que él denomina “el espíritu de Vistalegre”. El coso les trae suerte y ayer, por sexta vez, los socialistas lo utilizaron para hacer piña junto a sus dos líderes históricos, Zapatero y el siempre idolatrado Felipe González.

Los socialistas han celebrado este domingo su tradicional mitin-fiesta, acto central de la precampaña, con una jornada que empezó a ritmo de batucada y que acabó con más de una mujer afónica de tanto desgañitarse para piropear al presidente del Gobierno. “Guapo”, “Queremos un hijo tuyo”, “Eres muy buena persona” y otros tantos gritos inaudibles entre tanta pasión entregada. Zapatero no tuvo más remedio que poner morritos de niño bueno y explicar que “es que son de León”.

Lo de ayer era una fiesta, como su nombre indicaba, y en un ambiente más relajado, la plana mayor del PSOE acudió a la cita sin corbatas y vestidos de domingueros. A las puertas del Palacio, varios cientos de personas, traídas en autobuses desde todas las federaciones de España, se quedaron sin poder entrar. Porque Zapatero llenó hasta la bandera (más de 25.000 espectadores) e, imbuido de una especie de “buenrollismo” elevado a la enésima potencia, desgranó un discurso repleto de alabanzas a la “alegría”, “a la mirada positiva, con una vista alegre” y al talante, al que definió como “una energía inagotable, una fuerza limpia y renovadora”. “Creer en tu país, tener un proyecto de progreso y de solidaridad para nuestra gente, no permite ni el mal humor ni el mal gesto de doña Cuaresma”, dijo en referencia a Esperanza Aguirre.

Alegría en ese País de las Maravillas al que cantan los artistas que defienden a Zapatero, Gonzalo Miró incluido. De ahí a que el líder socialista comenzase su sermón del monte, todo fue uno. Porque si el lema de su campaña es “motivos para creer”, el discurso que ayer eligió el líder del PSOE parecía un concurso de méritos para ser elevado a los altares. Por algo dijo Manuel Chaves eso de que “con el permiso de la Conferencia Episcopal, tenemos más razón que un santo cuando decimos que lo mejor para España y Andalucía es que gobierne un socialista”.

Movilización para lograr una amplia mayoría

“Sé que hay muchos ciudadanos, seguro que vosotros entre ellos, que están hartos de la derecha, hartos de cómo se manifiesta y como actúa esta derecha, cada vez más radical, más de derechas”, comenzó a predicar Zapatero. “Pero yo os digo, no basta con estar hartos, hay que levantar la voz, hay que usar la palabra, hay que movilizarse y hay que llevar una amplia mayoría a las urnas el próximo 9 de marzo. Eso es estar harto”, explicó el de León.

“Sabéis amigas y amigos que soy una persona tranquila y serena”, añadió el presidente. “Pero ya sabéis, ni me callo ni me enfado”, matizó. “No me callo ante”… y ahí empezó a enumerar: la xenofobia, los propietarios del miedo “que quieren mercadear con el dolor de las víctimas”, el machismo, la precariedad laboral de los jóvenes, la homofobia o el rencor de “aquellos que quieren llenar de chapapote la vida pública con insultos y descalificaciones”. “No me callo”… ante los depredadores del medio ambiente, ante quienes quieren impedir la investigación biomédica y “frustrar las esperanzas de tantos enfermos”, ante “aquellos que les parece muy bien cobrar las indemnizaciones que se quieran” o ante los que “intentan denigrar a nuestros creadores, a la gente de la cultura, de la investigación".

Desde que José Luís Rodríguez Zapatero ordena y manda en el PSOE, el palacio de Vistalegre, en el madrileño barrio de Carabanchel, se ha vuelto una especie de talismán para la movilización de sus afiliados. Unos días plaza de toros, otros cancha de baloncesto, allí tomó la alternativa el líder socialista en 2002, cuando nació lo que él denomina “el espíritu de Vistalegre”. El coso les trae suerte y ayer, por sexta vez, los socialistas lo utilizaron para hacer piña junto a sus dos líderes históricos, Zapatero y el siempre idolatrado Felipe González.