Las petroleras toman aire en bolsa tras el 13-N por el regreso del riesgo geopolítico

"Losatentados de París no hacen sino incrementar el nerviosismo de un mercado que ya estaba muy nervioso". Una persona que conoce el mercado del petróleo, y que prefiere no ser identificada, define así el impacto que los ataques sufridos el pasado viernes en la capital francesa puede acabar provocando en el crudo y las compañías petroleras. No hizo falta esperar mucho para comprobarlo. La sesión del lunes, la primera tras los fatídicos acontecimientos del 13-N, transcurrió a golpe de bandazos tanto en la cotización del crudo como en la de las petroleras.

El barril Brent, de referencia en Europa, llegó a subir por la mañana un 3,6%, hasta los 45,2 dólares, para luego desinflarse hasta los 43 dólares a primera hora de la tarde y luego rebotar hasta el entorno de los 44 dólares. En el caso del barril estadounidense WTI, primero rebotó hasta los 41,9 dólares, posteriormente bajó hasta los 40 dólares y finalmente se movió en torno a los 41 dólares.

En el caso de las petroleras, fueron el sector más alcista dentro del índice Stoxx 600, con unos avances del 1%. Por compañías, la española Repsol fue la más alcista, aunque, como los precios del crudo, también fue de más a menos durante la jornada. Llegó a escalar un 3,5%, hasta los 11,54 euros, para cerrar con un avance del 1,7%, hasta los 11,34 euros. La británica British Petroleum también subió más de un 1% y la francesa Total repuntó un 0,8%.

Oferta y demanda vs. geopolítica

Estas reacciones alcistas concuerdan con el retorno de uno de los riesgos habituales que, periódicamente, regresan para tensionar los precios del petróleo: el riesgo geopolítico y la posibilidad de que se produzca una nueva escalada militar en países productores de crudo. "Tras los atentados terroristas cometidos en Francia el pasado viernes, es previsible un incremento en los riesgos de tipo geopolítico en el corto plazo", afirman desde Banca March. Y añaden que, en el caso del crudo, este aumento puede traducirse en un "incremento en los precios del petróleo, especialmente si se produce un escenario de mayor tensión militar en Oriente Medio".

Ahora bien, el escenario actual difiere de otros en los que se han sufrido episodios de tensión similares. Pese al retorno de la prima geopolítica, fuentes del mercado matizan que los factores estructurales del mercado pesan mucho en estos momentos. Sobre todo cuando está tan abastecido. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) comunicó la semana pasada que las reservas mundiales de petróleo se han disparado hasta alcanzar los 3.000 millones de barriles, una cifra sin precedentes que presiona a la baja sobre los precios. De hecho, las cotizaciones del Brent y el WTI permanecen en zona de mínimos de 2009 pese al repunte de este lunes.

Al mismo tiempo, el riesgo geopolítico se encuentra limitado hasta el momento por el hecho de que Siria tampoco es una potencia petrolera. En 2015 está bombeando en torno a 25.000 barriles al día, según los datos que maneja EEUU. Estas cifras contrastan, por ejemplo, con los 10 millones de barriles al día (mb/d) de Arabia Saudí, los cuatro mb/d de Irak o los casi tres mb/d de Irán. Mientras el conflicto quede confinado a Siria, la prima geopolítica aplicada a los precios del crudo seguirá siendo limitada, con episodios de nerviosismo como el que se vivió durante la mañana de este lunes; si se propaga a otros países, como Irak, esa prima tendría un mayor reflejo en los precios.

Por tanto, y en un mercado sobradamente abastecido, los expertos conceden que el retorno del riesgo geopolítico puede actuar como freno de las caídas del petróleo, pero que solo se traducirá en avances intensos y consistentes si el conflicto va a más y se traslada a países que pueden afectar a la oferta de crudo que llega cada día al mercado.