El Dow Jones y el S&P 500 celebran la 'fiesta' de Bernanke con nuevos máximos históricos

El mercado bursátil estadounidense vivió ayer una fiesta en la que la barra libre la pagó el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. Su comparecencia a cierre de sesión del pasado miércoles, en la que aseguró que la institución mantendrá los estímulos monetarios mediante los que inyecta de manera mensual 85.000 millones de dólares en la economía estadounidense supuso una invitación a las compras que los inversores no desaprovecharon y que Wall Street agradeció con nuevos máximos históricos.

El Dow Jones avanzó un 1,25%, pulverizó su anterior máximo histórico e incluso amagó con llegar a los 15.500 puntos para finalmente cerrar la jornada en los 15.460 enteros. El S&P 500 también cerró en un nivel que no había marcado en su historia hasta este jueves, después de avanzar un 1,36% y llegar hasta los 1.675 puntos. Y el Nasdaq, que no quiso ser menos, subió un 1,63% y llegó a los 3.578 puntos, una cota que no frecuentaba desde septiembre de 2000.

Las palabras de Bernanke también animaron a los inversores a comprar deuda estadounidense, lo que se tradujo en una notable caída en la rentabilidad de la misma. El bono a 10 años relajó su interés hasta el 2,57% y la referencia a 5 años acabó en el 1,38% después de que en la jornada previa estuviera a punto de superar el nivel del 1,5%. 

En el mercado de divisas, el hecho de que la institución mantenga, al menos de momento, la compra masiva de 'papel' estadounidense provocó que el dólar se depreciara frente a las principales divisas mundiales. El euro avanzó un 1%, con lo que recuperó el nivel de los 1,31 dólares tan sólo tres sesiones después de que perdiera los 1,28 dólares. Frente al yen, el dólar se depreció un 0,76% y perdió la cota de los 99 yenes (cerró en los 98,9). 

El oro, por su parte, repuntó por cuarta sesión consecutiva y llega a los 1.285 dólares la onza tras anotarse un 2% en la sesión. De esta manera, acumula ya una subida superior al 5% desde que comenzó la semana y continúa alejándose de los 1.200 dólares, a los que estuvo cerca de caer, precisamente, ante la posibilidad de que la Fed recortara el nivel de las inyecciones de liquidez.

El crudo no acude a la fiesta

El único que no recogió su invitación para la celebración que financió Bernanke fue el petróleo. Después de aprovecharse de las dudas que el propio banquero sembró en el mercado semanas atrás, los inversores prefirieron recoger beneficios y el Texas de referencia en Estados Unidos perdió un 1,7%, hasta cerrar en los 104,7 dólares. Más moderada fue la caída del Brent que, menos influenciado por las compras de renta fija y variable en EEUU, se dejó un 0,87% en la sesión y cayó hasta los 107,5 dólares. 

Gracias a todos estos movimientos, ningún valor del Dow Jones se resintió ante el inesperado aumento de los subsidios de desempleo y todos ellos cerraron la sesión en terreno positivo. Los repuntes más destacados fueron los de Intel, con una subida del 3,14%, Microsoft, que se anotó un 2,8%, y Walt Disney, que avanzó un 2,57%.