Soria y Montoro trasladan su pulso energético al consejo de Red Eléctrica

El consejo de administración de Red Eléctrica se ha convertido en el nuevo teatro de operaciones del pulso que mantienen desde hace más de un año los ministros de Hacienda y de Industria, Cristóbal Montoro y José Manuel Soria, sobre el modelo fiscal del sector energético. Los intereses encontrados de los dos responsables gubernamentales vuelven ahora a ponerse de relieve ante la inminencia de la próxima reforma estructural del mercado eléctrico que el Gobierno quiere aprobar antes de que termine el presente mes de junio.

La batalla de influencias que se vive dentro de Red Eléctrica tiene una claro protagonismo en la persona de Paloma Sendín, la consejera independiente nombrada por decisión del ministro Soria en marzo del pasado año. La designación se resolvió con carácter de urgencia para cubrir el hueco dejado por Ignacio López del Hierro, marido de Dolores de Cospedal, que se vio forzado a renunciar al sillón de administrador en Red Eléctrica antes incluso de haber tomado posesión del mismo.

Sendín goza de una exquisita reputación en el sector energético, donde ha sido directora general de Minas y miembro del Consejo de Seguridad Nuclear, entre otros muchos cargos de responsabilidad pública. A ello une el grado político de su sintonía con el ministro de Industria, pues no en vano ambos son técnicos comerciales y economistas del Estado, uno de los cuerpos profesionales de mayor relevancia cada vez que el Partido Popular toma las riendas del poder.

Red Eléctrica es el operador del sistema eléctrico que está llamado a ser un aliado preferente del Gobierno en la transformación del mapa energético que surgirá tras la reforma. Las últimas regulaciones promovidas por el Ministerio de Industria refuerzan de manera estratégica la posición futura de la compañía en sus relaciones con las grandes generadoras, especialmente frente a los dos ‘gallitos’ tradicionales del sector, como son Endesa e Iberdrola.

Juan Iranzo, el gran sacrificado 

La ‘guerra fría’ entre Montoro y Soria toma ahora carta renovada de naturaleza con una preparación artillera que se traslada al consejo de administración de Red Eléctrica, donde su presidente, José Folgado, se las tiene tiesas con Paloma Sendín en la adopción de algunos acuerdos esenciales para el gobierno corporativo de la sociedad. La compañía que gestiona la red de alta tensión se ha anticipado a muchas de las iniciativas que el Gobierno quiere imponer ahora para mejorar la gobernanza de las sociedades cotizadas y es la única de todo el Ibex 35 que somete la retribución de su consejo de administración, incluido su primer ejecutivo, al acuerdo vinculante y no sólo preceptivo de la Junta General de Accionistas.

Red Eléctrica cuenta con una comisión especial delegada de su máximo órgano de gobierno y encargada de velar por el buen gobierno de la entidad. El titular de esta comisión es Juan Iranzo, decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid, y candidato natural hasta hace una semana para erigirse en el verdadero factótum de la empresa como administrador encargado de aglutinar y gestionar la posición de todos los consejeros independientes.

La pugna con Paloma Sendín impidió finalmente que Folgado pudiera satisfacer las expectativas de Iranzo, pero el presidente de Red Eléctrica ha conseguido, al menos, frenar la escalada de su consejera más replicante. Al final, el puesto de Consejera Independiente de Coordinación (CIC) ha recaído en Carmen Gómez de Barreda, una persona afín al antiguo secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, y que llegó a Red Eléctrica en la misma hornada que Paloma Sendín, pero con muy diferente padrino. Si Sendín fue designada por José Manuel Soria, en el caso de Gómez de Barreda el aval del nombramiento fue promovido a instancias de Cristóbal Montoro.