Es noticia
El BdE defendía los suelos de las hipotecas por "favorecer la estabilidad financiera"
  1. Economía
PENSABA QUE QUITARLOS SERÍA CATASTRÓFICO

El BdE defendía los suelos de las hipotecas por "favorecer la estabilidad financiera"

El Banco de España ha sido uno de los principales defensores de las cláusulas suelo de las hipotecas que han sido consideradas abusivas por el Tribunal

Foto: El BdE defendía los suelos de las hipotecas por "favorecer la estabilidad financiera"
El BdE defendía los suelos de las hipotecas por "favorecer la estabilidad financiera"

El Banco de España ha sido uno de los principales defensores de las cláusulas suelo de las hipotecas que han sido consideradas abusivas por el Tribunal Supremo y que han sido eliminadas por BBVA, Cajamar y NovaGalicia. En mayo de 2010, el supervisor gobernado entonces por Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) consideraba que estas cláusulas eran "un factor que favorece la estabilidad financiera, elemento de interés público". Y es que un estudio realizado por esta institución a petición del Senado consideraba que la supresión de los suelos tendría efectos catastróficos en las cuentas del sector en un momento de caída de márgenes como el actual... pero cuando los requisitos de provisiones eran mucho menores que los vigentes hoy en día.

Ya entonces comenzaban a preocupar las prácticas abusivas de la banca, mucho antes de los rescates, las nacionalizaciones, los desahucios o el escándalo de las preferentes. En septiembre de 2009, fue el PP quien propuso una moción en el Senado, pactada con CiU, que instaba al Gobierno de Zapatero a actuar contra las "prácticas abusivas" de algunas entidades de créditos en relación a la revisión de las hipotecas, para lo que solicitará al Banco de España un informe sobre las cláusulas de los préstamos y la "efectiva traslación" de los descensos del euribor a las cuotas.

Este informe, adelantado por El Confidencial en noviembre, concluía que la eliminación de estas cláusulas en aquel momento tendría un impacto tremendo en el sector porque la contracción de márgenes sería tan radical que bancos y cajas no podrían generar el suficiente beneficio para cubrir las fuertes provisiones por morosidad que se les venían encima (y eso que faltaba mucho para los Decretos de Guindos), lo que abocaría a las pérdidas a numerosas entidades. Según las estimaciones del supervisor, el 29% de las hipotecas minoristas tenían cláusulas de este tipo.

Concretamente, el informe aseguraba que la banca busca recuperar con estas cláusulas "los costes mínimos generados por estos productos en momentos de caídas muy pronunciadas de los tipos de interés", por lo que consideraba que respetan los principios de "prudencia" y son "un factor que favorece la estabilidad financiera, elemento de interés público". De esta manera, MAFO inauguraba la filosofía de anteponer la estabilidad del sector a los intereses de los clientes y los contribuyentes, que es la que ha presidido todo el proceso posteriorde reestructuracion y recapitalización del sector con dinero público (54.000 millones de momento).

Pero el Banco de España iba más lejos y afirmaba que los topes que limitan el impacto de los tipos de interés en las hipotecas "constituyen, desde el punto de vista jurídico, una parte más del precio del préstamo", por lo que "siempre que se incluyan en cláusulas redactadas de manera clara y comprensible, deben considerarse libremente pactadas", y "no cabrá catalogarlas como abusivas". Como es sabido, el Tribunal Supremo ha enmendado la plana al supervisor, ya que considera que, para que los suelos sean nulos, basta con que el cliente no tenga un "perfecto conocimiento de la cláusula, de su trascendencia e incidencia en la ejecución del contrato, a fin de que el consumidor pueda adoptar su decisión económica después de haber sido informado cumplidamente". Conocimiento que no se adquiere con la mera lectura del contrato por el notario, según el Alto Tribunal.

El BdE concluía en 2010 era que estas cláusulas "son positivas desde el punto de vista del coste medio para los clientes bancarios del crédito hipotecario a lo largo de la vida del contrato, de la estabilidad del sistema financiero y de la accesibilidad a largo plazo de la población al mercado de la vivienda". Además, erraba clamorosamente en sus previsiones, pues justificaba la escasa conflictividad motivada por este asunto por "la percepción generalizada de que un euríbor por debajo del 2%, como sería el determinante de una aplicación amplia de los suelos, es excepcional (como lo es la profundidad de la crisis a que se vincula dicho nivel del índice) y, por tanto, que la aplicación del suelo también lo es, o está justificada". El Euribor se encuentra cuatro años después por debajo del 0,5%.

El impacto de su retirada sigue siendo muy fuerte

A pesar de estos errores y de lo ocurrido en el Supremo, la principal conclusión del informe sigue siendo válida: que la eliminación de los suelos puede un efecto muy negativo sobre las cuentas de la banca, pese a que ya se ha dotado el grueso de las provisiones que requerirá la crisis. El Confidencial informaba ayer de que Popular y Sabadell se resisten a seguir el ejemplo de BBVA por el impacto que tendría en sus márgenes, que incluso puede llevar a pérdidas en este ejercicio a alguna entidad. El banco que preside Francisco González decidió eliminar los suelos el miércoles tras el auto del Supremo, lo que afecta a 425.000 clientes, algo que se puede explicar por "meter presión a la competencia, por dar un golpe de efecto reputacional o porque mejor las elimino yo antes que sufrir una avalancha de demandas", según una fuente del sector. También se han sumado a la iniciativa Cajamar y NovaGalicia.

Estas cláusulas implican que el interés que paga un préstamo no baja de un determinado nivel (en torno al 3% por término medio) pese a que el Euribor más el diferencial correspondiente se encuentre muy por debajo, como sucede en la mayoría de las hipotecas desde hace años. Como contrapartida, suelen tener un techo que limita las subidas de tipos, pero éste suele situarse en niveles del 13% o incluso del 15%, una asimetría que sí criticaba el Banco de España en 2010.

El Banco de España ha sido uno de los principales defensores de las cláusulas suelo de las hipotecas que han sido consideradas abusivas por el Tribunal Supremo y que han sido eliminadas por BBVA, Cajamar y NovaGalicia. En mayo de 2010, el supervisor gobernado entonces por Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) consideraba que estas cláusulas eran "un factor que favorece la estabilidad financiera, elemento de interés público". Y es que un estudio realizado por esta institución a petición del Senado consideraba que la supresión de los suelos tendría efectos catastróficos en las cuentas del sector en un momento de caída de márgenes como el actual... pero cuando los requisitos de provisiones eran mucho menores que los vigentes hoy en día.