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Draghi afronta esta semana el reto de reabrir el grifo del crédito a las pymes
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EL JUEVES SE REÚNE EL BCE

Draghi afronta esta semana el reto de reabrir el grifo del crédito a las pymes

La sexta reunión del año del Banco Central Europeo (BCE) tendrá lugar en el sexto día del sexto mes. Los inversores confían en que no sea

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Draghi afronta esta semana el reto de reabrir el grifo del crédito a las pymes

La sexta reunión del año del Banco Central Europeo (BCE) tendrá lugar en el sexto día del sexto mes. Los inversores confían en que no sea una fecha maldita y que la entidad presidida por Mario Draghi concrete alguna de las medidas extraordinarias en las que viene trabajando en los últimos meses.

En la lista, sobresale una de forma particular: la correspondiente a la reactivación del crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes). A la tercera debe ir la vencida. Después de que el propio Draghi comentara ya en abril que la entidad estaba trabajando en este asunto y de que, un mes después, anunciara que el BCE había abierto “consultas con otras instituciones europeas para adoptar iniciativas que promuevan el funcionamiento de un mercado de títulos respaldados por préstamos a empresas no financieras”, en junio debe concretar ya esta iniciativa.

La incógnita reside en la operativa; es decir, en cómo lo hará. Maneja varias alternativas. Comprar directamente deuda respaldada por créditos concedidos a las pymes, como ya ha hecho dos veces durante la crisis con otro producto, como las cédulas hipotecarias; relajar las exigencias –con menores descuentos (haircut) o aceptando más deuda-­ que aplica en las operaciones periódicas de financiación a los bancos para incrementar el atractivo de la deuda vinculada a las pymes; establecer un mecanismo de financiación a medida que supedite la concesión de préstamos a los bancos en la medida en que estos den créditos a las pymes; o abrir una línea de crédito al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que sea este organismo el que preste directamente a las pymes.

En caso de dar este paso, sería una maniobra más encaminada a luchar contra la fragmentación financiera en la Eurozona y paliar la ruptura de los cauces habituales de la transmisión monetaria. Estos problemas obturan el acceso al crédito para las pymes, especialmente en la periferia europea, con lo que cualquier medida que pueda reabrir el grifo crediticio resultará muy beneficiosa para ellas.  

Aguas desconocidas

Una segunda cuestión, también fuera de los cauces convencionales, atraerá la atención del mercado. Consistirá en saber si el BCE se atreve a situar en terreno negativo los tipos de la facilidad de depósito, que llevan en el 0% desde julio del año pasado. 

La facilidad de depósito es un recurso que la institución ofrece a las entidades financieras para que depositen en él durante un día el dinero que les sobre. Habitualmente, el BCE les paga un interés por ello. Desde que situó los intereses en ese 0%, ya remunera ese dinero, y actualmente la incógnita reside en conocer si da un paso más y sitúa ese interés en negativo. En ese caso, los bancos pasarían a pagar el BCE por aparcar dinero a la facilidad de depósito

Con esta medida perseguiría un fin principal: estimular que el dinero se mueva. Es decir, que los bancos no lo dejen en la facilidad, sino que lo hagan circular mediante préstamos u otro tipo de inversiones. En la actualidad, y pese a que el BCE no remunera el dinero depositado, las entidades aún llevan más de 80.000 millones de euros al día a este recurso. 

Hasta mayo, la versión oficial del BCE defendía que no estaba dispuesto a sumergirse en las "aguas desconocidas" de poner en negativo los intereses de la facilidad de depósito. Pero Draghi viró la estrategia en la última reunión al anunciar que la entidad "está preparada técnicamente" y "tiene la mente abierta" para situar los intereses por debajo del 0%. 

Sin embargo, la sensación es que el BCE no se siente demasiado cómodo con esta opción. La semana pasada, una de las voces con mayor peso de la institución, la del alemán Jorg Asmussen, ya matizó que, aunque se está estudiando, esta alternativa debe ser tratada con cautela. 

Los tipos no son prioritarios

En cuanto al precio oficial del dinero, esta vez no se esperan cambios. Los expertos anticipan que la institución lo mantendrá en el 0,5% al que lo rebajó en la reunión de mayo. Al menos, así lo esperan 54 de los 56 expertos consultados por la agencia financiera Bloomberg.

Como explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, “los problemas de fondo, como son la falta de transmisión de la política monetaria y la restricción de crédito en muchos países de la zona, no se solucionan con tipos de interés más bajos”. Por eso, tras bajarlos en mayo, los inversores esperan que el BCE refuerce esta semana la parte menos convencional.  

La sexta reunión del año del Banco Central Europeo (BCE) tendrá lugar en el sexto día del sexto mes. Los inversores confían en que no sea una fecha maldita y que la entidad presidida por Mario Draghi concrete alguna de las medidas extraordinarias en las que viene trabajando en los últimos meses.