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Sousa intenta enrocarse a partir de hoy como presidente en funciones de Pescanova
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SU MANDATO TIENE EL 23 DE ABRIL COMO FECHA DE CADUCIDAD

Sousa intenta enrocarse a partir de hoy como presidente en funciones de Pescanova

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, aspira a mantenerse en el cargo en funciones, ya que su mandato acaba formalmente hoy 23 de abril, Día del Libro.

Foto: Sousa intenta enrocarse a partir de hoy como presidente en funciones de Pescanova
Sousa intenta enrocarse a partir de hoy como presidente en funciones de Pescanova

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, aspira a mantenerse en el cargo en funciones, ya que su mandato acaba formalmente hoy 23 de abril, Día del Libro. Con la empresa en concurso y después de haber reducido su participación en el capital al 7,45%, Fernández Sousa prevé seguir en el cargo en funciones, sin convocar ni consejo de administración ni junta de accionistas, según han explicado fuentes financieras conocedoras de la situación del grupo pesquero.

El destino de Pescanova está ahora en manos del titular del juzgado mercantil número 1 de Pontevedra, Roberto de la Cruz, que ya ha llevado procesos concursales complicados, como el del Celta de Vigo FC. El juez ha solicitado información adicional, mientras aún no se conoce al detalle el volumen de pasivo que arrastra la compañía, que algunas fuentes financieras sitúan en más de 3.100 millones, cifra que dobla la declarada de forma oficial por Pescanova.

El proceso concursal favorece los planes de Fernández Sousa de mantenerse en el cargo con el apoyo de los consejeros independientes a pesar de que tras vender el 7% de Pescanova, a espaldas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del consejo, su posición se haya debilitado. Lo cierto es que el concurso de acreedores le permite ganar tiempo, como mínimo hasta que haya una convocatoria de junta. Por ahora, Pescanova tiene cinco días para aportar la documentación adicional que le ha solicitado el juez concursal. Roberto de la Cruz ha entrado en el círculo de ultimátums que Pescanova acostumbra a ignorar. En la CNMV saben algo de esto.

Mientras, la CNMV se centra en la venta del 7% de Pescanova que llevó a cabo Manuel Fernández de Sousa entre los pasados meses de diciembre y febrero, justo antes de declararse en preconcurso, y estudia los indicios de posibles delitos en esta colocación de papel en el mercado. Dicho extremo fue confirmado ayer por la presidenta del organismo regulador, Elvira Rodríguez, quien reconoció públicamente que la Comisión ha enviado un informe a la Fiscalía el pasado viernes con el fin de que se investigue si existió información privilegiada en la transmisión de títulos del grupo pesquero.

Hay tres accionistas que querrían el relevo de Fernández de Sousa al frente de Pescanova: se trata de Damm (6,2%), la firma luxemburguesa Luxempart (5,8%) y el grupo de capital riesgo Iberfomento (3,3%). Juntos suman más del 15% de Pescanova, más de doble de lo que tiene Fernández Sousa. 

Sousa puede resistir

Pero todas las fuentes consultadas aseguran que Fernández de Sousa puede resistir en su silla presidencial, incluso en la minoría accionarial en la que ahora se ha quedado. Mantiene siete consejeros, de doce, que le dan apoyo. Sólo necesita que la banca le otorgue algo de oxígeno para poder pagar las nóminas del próximo mes de mayo, para lo que precisa una línea de liquidez de más 60 millones. Pero los bancos, que ya está provisionando en algunos casos, no quiere aumentar su riesgo en un grupo con grandes incertidumbres.

Gran parte del poder de Fernández de Sousa radica en el entramado de sociedades a través del que controla Pescanova. Según publica El Faro de Vigo, el presidente de la multinacional pesquera mantiene toda una telaraña de firmas con las que ha conseguido que su hermano, Fernando Fernández de Sousa, su hijo, Pablo Javier Fernández Andrade y su amigo Jesús García estén sentados en el consejo sin poseer acciones. 

La madeja societaria está configurada por siete firmas, entre las que destacan tres: Inverpesca, Sociedad de Desarrollo y Control y Sociedad Gallega de Importación y Exportación de Carbones. Fuera de los intereses de Pescanova hay otro entramado de ocho sociedades dedicadas a actividades diversas como las inmobiliarias, la promoción de actividades deportivas o la explotación de puertos náuticos, entre otros.

La Xunta se desmarca

La Xunta de Galicia, que hasta ahora apoyaba a Fernández de Sousa, empieza a desmarcarse a medida que se conocen más y más irregularidades en la gestión presidencialista del grupo pesquero. 

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ya ha pedido como prioridad que se recupere la confianza en la multinacional gallega, pero no ha querido mojarse respecto a la conveniencia de que Fernández de Sousa siga siendo presidente. A este último se le empiezan a agrietar los apoyos políticos de los que hasta ahora había estado disfrutando, pero puede seguir en funciones con el apoyo de sus consejeros irreductibles.

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, aspira a mantenerse en el cargo en funciones, ya que su mandato acaba formalmente hoy 23 de abril, Día del Libro. Con la empresa en concurso y después de haber reducido su participación en el capital al 7,45%, Fernández Sousa prevé seguir en el cargo en funciones, sin convocar ni consejo de administración ni junta de accionistas, según han explicado fuentes financieras conocedoras de la situación del grupo pesquero.