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La deuda externa de España sube de nuevo y se sitúa ya en los 976.400 millones
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LA CORRECCIÓN SUFRIÓ UN SÚBITO FRENAZO A FINALES DE 2012

La deuda externa de España sube de nuevo y se sitúa ya en los 976.400 millones

Frenazo en la corrección del endeudamiento externo de la economía española. El año 2012 se cerró con una deuda exterior neta (saldo entre lo que España

Frenazo en la corrección del endeudamiento externo de la economía española. El año 2012 se cerró con una deuda exterior neta (saldo entre lo que España debe al exterior y lo que el exterior adeuda a España) equivalente a 976.400 millones de euros. O lo que es lo mismo, la Posición de Inversión Internacional refleja un déficit equivalente al 92,9% del producto interior bruto (PIB). Respecto del año anterior (último trimestre) supone un aumento de casi 5.500 millones de euros, pero de 17.000 millones frente al tercer trimestre de 2012.

¿Qué quiere decir esto? Pues que pese al duro ajuste que está sufriendo la economía española, la dependencia de fondos procedentes del exterior no cede. Al menos, y en este caso en sentido positivo, no crece, que es lo que ha ocurrido en España hasta el año 2008, al comienzo de la crisis. Para hacerse una idea de lo que ha crecido este indicador de solvencia y de soberanía fiscal, hay que tener en cuenta que en 2002 la deuda externa neta apenas superaba los 303.000 millones de euros, lo que quiere decir que se ha multiplicado por tres en apenas una década. 

En términos brutos, es decir, incluyendo todos los flujos económicos, la deuda exterior se sitúa en 1,75 billones, un dato que representa el 167% del PIB. La cifra es superior en algo más de 3.000 millones a la registrada en el tercer trimestre, lo que indica que se ha detenido la senda de reducción de la ingente deuda externa, cultivada durante los años de exceso crediticio.

La causa del repunte tiene que ver con la evolución del endeudamiento exterior del sector público, que ha crecido en nada menos que en 76.740 millones en el cuarto trimestre frente a igual periodo anterior, hasta alcanzar los 331.799 millones. En sentido contrario, las deudas del Banco de España con el Eurosistema se han reducido en unos 63.000 millones, mientras que el endeudamiento de los bancos ha disminuido en algo más de 21.000. Aún así, la deuda exterior bruta del sistema financiero –generada para financiar el boom inmobiliario- se sitúa todavía en 520.200 millones.

Los datos referidos al Banco de España son, sin embargo, los más significativos debido a que ponen de manifiesto hasta qué punto este país sigue enganchado a los fondos procedentes del BCE. Al acabar el año pasado, el banco central español debía 250.300 millones de euros, nada menos que una cuarta parte del PIB.

Fuerte dependencia de Europa

Para estimar fielmente lo que representa esta cifra, hay que tener en cuenta que hasta el tercer trimestre de 2011 (salvo algún periodo esporádico) el saldo del Banco Central era positivo. Pero en tan sólo un año ha pasado de -81.000 millones a -250.300 millones, lo que supone una enorme dependencia del Sistema Europeo de Bancos Centrales.

La deuda externa de un país, tal como lo define el Fondo Monetario Internacional (FMI), comprende los saldos de todos los pasivos frente a no residentes que van a dar lugar a pagos por amortización, por intereses o por ambos conceptos. Por lo tanto, incluye todos los instrumentos financieros, excepto las participaciones en el capital y los derivados financieros, toda vez que estos instrumentos no suponen, necesariamente, la realización de pagos. 

La causa de su evolución, lógicamente, tiene que ver con la financiación de la economía española, tanto desde el lado del sector público como del privado. Y como sostiene el Banco de España en su última monografía sobre la balanza de pagos, “en el entorno actual de tensiones financieras, resulta especialmente relevante evaluar los riesgos de financiación a corto plazo de la deuda externa”. En particular, de la banca, que ha tenido que endeudarse de forma extraordinariamente importante para financiar la economía. Ahora se trata, por lo tanto, de hacer el camino inverso: un desapalancamiento gradual de la economía.

Frenazo en la corrección del endeudamiento externo de la economía española. El año 2012 se cerró con una deuda exterior neta (saldo entre lo que España debe al exterior y lo que el exterior adeuda a España) equivalente a 976.400 millones de euros. O lo que es lo mismo, la Posición de Inversión Internacional refleja un déficit equivalente al 92,9% del producto interior bruto (PIB). Respecto del año anterior (último trimestre) supone un aumento de casi 5.500 millones de euros, pero de 17.000 millones frente al tercer trimestre de 2012.