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La cuádruple hora bruja pone a prueba los máximos históricos del S&P 500
  1. Economía
TRES CLAVES PARA ENTENDER ESTE FENÓMENO

La cuádruple hora bruja pone a prueba los máximos históricos del S&P 500

La cuádruple hora bruja ya está aquí. No se trata del último estreno de cine, ni tampoco de un local de moda. Esta es la denominación

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La cuádruple hora bruja pone a prueba los máximos históricos del S&P 500

La cuádruple hora bruja ya está aquí. No se trata del último estreno de cine, ni tampoco de un local de moda. Esta es la denominación que recibe en los mercados el tercer viernes de marzo, junio y septiembre, cuando se producen vencimientos de futuros y opciones sobre índices bursátiles y acciones. La repercusión a pie de parqué se traduce en jornadas de alta volatilidad y un fuerte volumen, en las que los inversores aprovechan para tomar posiciones de cara al siguiente trimestre, algo que marca la tendencia que seguirá el mercado en el largo plazo. En esta ocasión, este fenómeno llega en un momento en el que el Dow Jones cotiza en máximos históricos tras diez sesiones consecutivas al alza (algo que no sucedía desde 1996) y S&P 500 y Dax se encuentra a un paso de sus máximos históricos. A continuación, explicamos qué son y qué repercusión tienen en el mercado los vencimientos de estos futuros y opciones.

¿Qué son los futuros?

Estos productos, al igual que las opciones, son un tipo de activos financieros denominados derivados. La particularidad de estos contratos (sobre acciones, materias primas, bonos…) es que su pago no se hace al contado en el momento de la compra, sino que se realiza en un tiempo futuro, acordado por las dos partes contratantes a un precio previamente fijado.  

En el caso de los futuros, son contratos en los que un comprador y un vendedor se comprometen a realizar una transacción a un precio ya convenido. Un inversor entra en este mercado abriendo una posición compradora o vendedora (comprando contratos para luego venderlos, o viceversa). El cierre de estas posiciones puede hacerse en cualquier momento, antes de que se cumpla la fecha de vencimiento, día en que se cierran de forma automática todas las operaciones.

Por ejemplo, supongamos que un inversor compra el 1 de enero diez contratos de futuros sobre acciones de un valor (cada contrato representa 100 acciones por normativa internacional) a 5 euros y los vende el 30 de marzo a un precio de mercado de 7 euros. Esta persona obtendrá un beneficio igual a (7 euros – 5 euros) x 10 contratos x 100 acciones = 2.000 euros.

¿Qué son las opciones?

Son contratos que dan potestad a tener un derecho de compra (call) o de venta (put) sobre un determinado activo a un precio pactado previamente y durante un tiempo estipulado con fecha de vencimiento. El vendedor de esta opción se compromete a ejecutar la orden de compra o venta emitida por la otra parte. A cambio, quien compra la opción debe pagar al principio al vendedor un importe denominado prima, que cotizará en el mercado de opciones.

Por ejemplo, un inversor vende el 1 de enero 50 contratos de opción de compra (call) sobre acciones de un valor (cada contrato son 100 acciones) a un precio de 10 euros y vencimiento a 30 de marzo. En ese momento, la prima cotiza a 1 euro. Pasado un tiempo, decide cerrar parte de su posición comprando 30 contratos call a fecha 20 de marzo, cuando la prima cotiza a 0,75 euros. El resultado es el siguiente: el inversor accedió al mercado vendiendo 50 contratos call, por lo que percibe el importe de la prima de parte del comprador (50 contratos call x 1 euro x 100 acciones cada contrato = 5.000 euros).

¿Cómo afecta su vencimiento en la bolsa?

Los contratos de estos derivados tienen dos formas de ser liquidados, según marca la ley: por diferencias o entrega física. En el caso de la primera, se calcula el beneficio o pérdida de la operación y en el de la segunda, es el gestor del mercado español de opciones y futuros (MEFF) quien determina qué compradores y vendedores resultan de una posición abierta.

Para que las obligaciones de entrega se hagan efectivas, los inversores que tienen derivados sobre acciones en su poder deben acudir al mercado bursátil (mercados de contado), lo que provoca un incremento del volumen y la volatilidad en la sesión. Así, el precio de las operaciones de entrega es para los futuros el cierre del día del vencimiento de la acción y para las opciones su precio de ejercicio.

Los inversores que operan estos derivados suelen ser los pesos pesados del mercado, principalmente institucionales, que generalmente son aquellos que más peso tienen también en el mercado de acciones de contado. Normalmente, este tipo de inversores suelen operar más opciones put que call, como medida de cobertura de sus carteras.

“En los tres últimos vencimientos de derivados, el mercado ya tenía una marcada tendencia alcista (desde julio del año pasado), pero Wall Street no estaba en máximos históricos. Es difícil predecir que esta ocasión vaya a traer más volumen o más volatilidad, pero sí creemos que parte de las subidas de los últimos días se ha debido al vencimiento de derivados de este viernes”, apuntan los analistas de IG.

No obstante, esta jornada es una de esas fechas marcadas en rojo en el calendario bursátil por ser representativa de giros agresivos en los mercados. Valga de ejemplo que, entre mayo y junio de 2006 el Ibex perdió un 10%. Sin embargo, el 16 de junio de aquel año, en plena hora bruja, comenzó una escalada que propició un repunte del selectivo de más del 30% hasta el final de ese año. El 19 de septiembre de 2008 volvió a suceder algo parecido, cuando el Ibex se anotó más de un 8% en una de estas sesiones.

La cuádruple hora bruja ya está aquí. No se trata del último estreno de cine, ni tampoco de un local de moda. Esta es la denominación que recibe en los mercados el tercer viernes de marzo, junio y septiembre, cuando se producen vencimientos de futuros y opciones sobre índices bursátiles y acciones. La repercusión a pie de parqué se traduce en jornadas de alta volatilidad y un fuerte volumen, en las que los inversores aprovechan para tomar posiciones de cara al siguiente trimestre, algo que marca la tendencia que seguirá el mercado en el largo plazo. En esta ocasión, este fenómeno llega en un momento en el que el Dow Jones cotiza en máximos históricos tras diez sesiones consecutivas al alza (algo que no sucedía desde 1996) y S&P 500 y Dax se encuentra a un paso de sus máximos históricos. A continuación, explicamos qué son y qué repercusión tienen en el mercado los vencimientos de estos futuros y opciones.