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¿Cómo jugar la volatilidad en 2013? La clave está en el mercado de derivados
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SE PRESENTA OTRO AÑO ESPECIALMENTE POLÍTICO

¿Cómo jugar la volatilidad en 2013? La clave está en el mercado de derivados

Si hay algo claro en los mercados desde hace más de dos años es que no se sabe qué pasará mañana. Las previsiones, ya no a

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¿Cómo jugar la volatilidad en 2013? La clave está en el mercado de derivados

Si hay algo claro en los mercados desde hace más de dos años es que no se sabe qué pasará mañana. Las previsiones, ya no a un año vista, sino a un mes suelen quedar en papel mojado y los inversores se mueven a golpe de titular. De nada sirven ya los fundamentales. La volatilidad ha adquirido un papel principal en el juego de la bolsa y si 2012 se ha caracterizado por ser un año especialmente político, 2013 no lo va a ser menos.

Así, mientras que en Europa desde que comenzó la crisis de deuda la renta variable se ha visto íntimamente ligada a las decisiones políticas, en Estados Unidos las negociaciones para evitar el temido precipicio fiscal, que se logró el martes en el tiempo de descuento y con un acuerdo de mínimos, han hecho que las dificultades de legislar con un Congreso de mayoría republicana y un Senado demócrata marquen el devenir de los mercados.

Por este motivo, cobra especial relevancia para los inversores jugar bien con la volatilidad, ya que de lo contrario las pérdidas serán abultadas e invertir en bolsa será como estar en una mesa de ruleta, apostando al rojo o negro. En este sentido, en tanto que las compañías cotizarán de manera errática durante 2013, una buena manera de capear el difícil escenario que se presenta es mediante derivados para reducir la dependencia del comportamiento de las acciones.

De esta manera, lo único que se necesita es valerse de opciones para complementar una cartera, según publica Barrons. Una opción es un tipo de derivado por el que se establece un contrato que otorga a su comprador el derecho -no la obligación- de adquirir o vender valores a un precio determinado, hasta una fecha de vencimiento concreta. Pueden ser de dos tipos, de compra (call) o de venta (put). Gracias a este instrumento, el inversor puede sacar ventaja de un mercado como el actual construyendo una cartera a base de compañías de perfil alto -en estos momentos se pueden encontrar muchas empresas con sólidos fundamentales pero muy baratas-, con dividendos interesantes y usando opciones sobre las mismas.

Para conseguir unos ingresos extra al pago de dividendo de una compañía que ya se tiene en cartera, el inversor vende 'calls', concediendo a otro el derecho a comprar su acción en el futuro, a un precio más elevado del actual. A la hora de la verdad,el vendedor de la opción no tiene que adquirir las acciones a precio de mercado porque ya las tiene en cartera, con lo que se evita el riesgo de quedarse 'pillado' en una fuerte revalorización del valor.

Al suscribir opciones 'puts' o 'calls' a corto plazo (menos de un mes) sobre fondos o acciones los inversores capitalizan el sentimiento de los especuladores que apuestan en corto sobre determinados eventos como las cumbres europeas o las negociaciones en Washington. En este sentido, el precio de las opciones a corto plazo suele estar artificialmente alto porque todo el mundo en el mercado de derivados sabe que los especuladores acabaran entrando.

Por otro lado, los inversores que buscan protección para sus carteras contra la caída de los mercados pueden también vender 'calls' a corto plazo para ayudar a financiar 'puts' a largo, según el rotativo. 

Si hay algo claro en los mercados desde hace más de dos años es que no se sabe qué pasará mañana. Las previsiones, ya no a un año vista, sino a un mes suelen quedar en papel mojado y los inversores se mueven a golpe de titular. De nada sirven ya los fundamentales. La volatilidad ha adquirido un papel principal en el juego de la bolsa y si 2012 se ha caracterizado por ser un año especialmente político, 2013 no lo va a ser menos.