Bernanke y los datos macro dejan fríos a los índices de Wall Street

Wall Street corrigió tras el repunte del lunes, en el que el mercado volvió a recoger las expectativas sobre un posible acuerdo entre demócratas y republicanos para resolver el 'fiscal cliff'. Este martes los pobres datos sobre viviendas calaron en el ánimo de los inversores y el Dow Jones se dejó un 0,06% hasta los 12.788 puntos, el S&P 500 cedió un 0,07% hasta los 1.387 y el Nasdaq Composite ganó el 0,02% hasta 2.916.

A media sesión Wall Street aumentó las pérdidas de la apertura tras las palabras del presidente de la Fed, Ben Bernanke, en Nueva York. Bernanke urgió, en una intervención ante el Club Económico de Nueva York, a que el Congreso de EEUU cierre un acuerdo que evite el llamado "precipicio fiscal", que a su juicio supone una "amenaza sustancial" que arrastraría de nuevo al país a la recesión.

Sin embargo, el presidente del banco central estadounidense advirtió de que la economía nacional afronta también una serie de retos, como la difícil recuperación del mercado de la construcción, lo que generó un nuevo declive de los índices durante su intervención. Bernanke también reconoció que había muchas incertidumbres, tanto en EEUU como en Europa, si bien recalcó que la Reserva Federal hará todo lo que pueda para respaldar la recuperación estadounidense.

Los datos macro también volvieron a mandar en la sesión después de conocer que la construcción de nuevas viviendas en EEUU aumentó un 3,6% en octubre, muy por debajo tanto del 15,1% registrado en septiembre como del 15% que habían augurado los analistas consultados por Reuters.

En el plano corporativo HP también preocupa a los inversores. La compañía ha presentado pérdidas por importe neto de 12.650 millones de dólares, frente al beneficio de 7.074 millones de dólares del año anterior, debido en gran medida a la asunción de cargas extraordinarias por valor de 8.800 millones de dólares vinculadas a la contabilidad fraudulenta de Autonomy, empresa adquirida en agosto de 2011 por la multinacional. HP asumió una carga por la depreciación del fondo de comercio y de activos intangibles en su negocio de software por importe de 8.800 millones de dólares en el cuarto trimestre del ejercicio fiscal. La compañía se dejó un 11,95%.

De cara al exterior, los inversores tampoco pierden de vista a Europa donde la agencia Moody's decidió quitar la pasada noche la triple A a Francia. Por otra parte, el Eurogrupo intentará llegar a un acuerdo sobre el rescate de Grecia tras fracasar el lunes pasado. Sin embargo, las diferencias de parecer entre los miembros de la troika sobre la sostenibilidad de la deuda y la financiación de la ayuda hacen difícil un acercamiento. De hecho, Alemania ya ha adelantado la posibilidad de que este martes no se alcance un consenso y se tengan que producir nuevos encuentros.

La caída de HP encabezó el lado negativo del Dow Jones, donde también destacaron la tecnológica Intel (-3,6 %) y el productor de aluminio Alcoa (-1,08 %), mientras que el lado contrario de la tabla lo capitanearon Bank of America (1,48 %), la financiera American Express (1,14 %) y el grupo Walt Disney (1,11 %).

Fuera de ese índice, la firma de cupones Groupon se disparó el 8,53 % después de que el fondo de alto riesgo Tiger Global adquiriera una participación del 9,9 % de esa empresa. Por otra parte, News Corp. subió un leve 0,17 % tras anunciar un acuerdo para hacerse con el 49 % del canal de televisión YES, que retransmite los partidos del equipo de béisbol de los Yanquis de Nueva York. Por contra, la cadena de tiendas de artículos electrónicos Best Buy se desplomó el 13,02 % después de difundir unos resultados empresariales peores de lo previsto.

El protagonista de la ceremonia de clausura de la bolsa de Nueva York (NYSE) fue el piloto español de Fórmula 1 Fernando Alonso, quien se encargó de hacer sonar el tradicional campanazo que pone fin a las contrataciones en el parqué neoyorquino.

En otros mercados, el petróleo de Texas bajó a 86,75 dólares por barril, el oro descendió a 1.723,6 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro, que se cambiaba por 1,2820 dólares, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años avanzaba al 1,66 %.