Las bolsas paran máquinas en pleno vuelo hacia la calidad

Las bolsas se han pasado toda la semana buscando argumentos para elegir el camino a seguir. Pero a la vista de los resultados, no los han encontrado. Dentro de casa, el resultado es que el Ibex ha encadenado siete sesiones alternando los avances con las correcciones, en movimientos de muy corto alcance y con un denominador común que es la falta de liquidez.

Los volúmenes de contratación han sido ínfimos. Los compradores no encuentran a qué agarrarse y los vendedores sueltan el lastre justo. Lógica esta última opción porque son muchos los que creen que el mercado romperá al alza o la baja pronto. El martes es el día clave para resolver o no el problema de Grecia, el primer gran nubarrón de una tormenta llamada ‘fiscal cliff’.

Los inversores demostraron su escaso apetito al riesgo soltando lastre en la tarde el viernes por el comienzo de las negociaciones para salvar el precipicio fiscal estadounidense. Las ventas no fueron relevantes, pero si las suficientes para demostrar que hay demasiado viento en contra.  

Como las grandes incertidumbres no están resueltas, los inversores mundiales han emprendido lo que se denomina como un vuelo hacia la calidad. Se fortalece sobre todo el bono alemán, convertido en gran valor refugio, lo que presiona con mucha fuerza a las primas de riesgo periféricas. Los analistas ya están cansados de recordar que las bajas rentabilidades de la deuda alemana son insostenibles, pero Europa no está dando ninguna razón de peso para provocar un cambio de tendencia.

Ni España tampoco. Lo único emocionante que ha deparado la semana fue la intervención del comisario europeo, el miércoles. Quienes esperaban el anuncio del rescate a España pincharon en hueso y se quedaron más confundidos que otra cosa. Habrá que esperar hasta febrero para valorar de nuevo la foto fija del país. Hasta entonces, los mercados tienen la palabra. Largo me lo fiais, señor Rehn.

En estos mercados cogidos con alfileres, los inversores estudian el nuevo escenario. Por ejemplo, el de unos resultados empresariales de las empresas del Ibex que en líneas generales han decepcionado las expectativas de los inversores. La deuda de nuestras compañías sigue siendo la mayor preocupación, tanto que al cierre del tercer trimestre es un 1,2% mayor que hace año. 

Para la próxima semana, pocos indicadores relevantes hasta el indicador adelantado de octubre en Estados Unidos, el miércoles. El jueves siguiente es la cumbre europeos sobre presupuestos de la UE. El colofón a la semana es el célebre 'black friday' estadounidense.