Cambio de foco: Europa pasa el testigo a EEUU

Las bolsas se agarraron a los salvadores datos de crecimiento y confianza de Estados Unidos en el tercer trimestre para aliviar el parte de daños que deja una semana de corrección –la pérdida ha sido del 1,74%- y dudas, muchas dudas. Los inversores han parado el carro y tienen un buen puñado de razones para ello. La primera, y la más importante, que tocaba realizar los beneficios acumulados desde que Moody’s decidió indultar a España de la pena del bono basura.

Desde entonces, ni los resultados empresariales en ninguno de los dos lados del Atlántico ni las dudas sobre el borroso y controvertido rescate de España han permitido a los inversores tomar decisiones. “No hay nadie en este momento capaz de hacer una apuesta sobre cuando pedirá España la asistencia y en qué condiciones. Lo mejor es quedarse quietecito y esperar a que se despeje el camino”, aseguran en una gestora internacional.

Con la alta política cotizando como nunca en los mercados, los inversores han decidido nadar y guardar la ropa. En bolsa, han vendido sin excesos, como prueban las pobres cifras de contratación de la semana. Y en bonos españoles, más de lo mismo. Totalmente agotado el recorrido bajista de las rentabilidades de los bonos sin rescate inminente a la vista, han soltado lastre hasta la próxima oportunidad.

Por el camino se han metido en el bolsillo unas jugosas rentabilidades a corto y medio plazo. Han aprovechado la oportunidad que les ha brindado el BCE blindando la deuda de los países con problemas sin, por cierto, desembolsar un solo euro. Pero ahora toca que las expectativas se hagan realidad. ¿Cuáles? Las del dichoso y manido rescate. Ni Rajoy ni lo que es más importante, Merkel, parecen tener ninguna prisa.

Lo más importante de la semana es que en plena tregua política en Europa todos los ojos se han desplazado a Estados Unidos en la antesala ya de las elecciones. El viernes fue el PIB, y antes los malos resultados de Apple y antes incluso el anuncio de que el jefe de la Fed podría no presentarse a una nueva reelección. El resultado es que el foco ha cambiado de lado… al menos provisionalmente.

La cuestión ahora es determinar hacia dónde van las bolsas. Tras el tibio cierre semanal –el Ibex se limitó a recuperar parte del terreno perdido durante la mañana del viernes-, los soportes fundamentales de los grandes índices mundiales están en el aire. Es decir, los 1.400 puntos que el S&P aguanta a duras penas o, el caso del Ibex, la horquilla situada entre los 7.650 y los 7.450 puntos cuya pérdida ampliará la corrección que está sufriendo el selectivo  español.

Por tanto, las espadas están en todo lo alto antes de otra semana cargada de resultados empresariales. En casa es el turno de Dia el lunes, de Ferrovial, Banesto y BME el martes y de Abertis y BBVA el miércoles.  Y en lo macro, el martes se conocerán datos de déficit publico en España y de confianza de los consumidores  en EEUU.   

El lunes será también día de subasta de letras en Italia, Francia y Alemania.