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El redondeo remata los precios al alza tras la subida del IVA
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EL INCREMENTO DEL IMPUESTO CONTRIBUYE A UNA PRÁCTICA "GENERALIZADA EN ESPAÑA"

El redondeo remata los precios al alza tras la subida del IVA

Hasta este mes, desayunar en el bar de Adrián costaba 1,40 euros, pero el valor de un café es ahora de 1,45 euros. La razón que

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El redondeo remata los precios al alza tras la subida del IVA

Hasta este mes, desayunar en el bar de Adrián costaba 1,40 euros, pero el valor de un café es ahora de 1,45 euros. La razón que aporta su dueño es la subida del IVA, pero las cuentas no salen. Si al precio del café antes del impuesto –de 1,30 euros– le aplicamos el nuevo porcentaje –que ha pasado del 8% al 10%–, el producto debería costar ahora 1,43 euros, pero cuesta 1,45. Dos céntimos extra en una subida de cinco que no corresponde al ascenso del IVA. El café es sencillamente dos céntimos más caro.

La razón, por supuesto, es el redondeo. "No puedes cobrar 1,43 por un café", explica Adrián. "El primero que lo rechaza es el propio cliente". Las bebidas, las tapas o las chucherías que sirve se suelen pagar en efectivo, y el pico complica las cuentas y obliga a intercambiar constantemente monedas de uno y dos céntimos. Redondear el precio, explica, "es inevitable en hostelería".

Lo cierto es que no sólo en hostelería. Los hipermercados, los restaurantes, la venta en máquinas autoexpendedoras y hasta el comercio por internet, en el que no se produce intercambio de moneda alguna, recurren al redondeo. La razón es sencilla, según Germán R. Udiz, gestor estratégico y editor del BBVA y Sage: "Subir o bajar unos céntimos puede ser esencial para detonar la compra". La finalidad de esta práctica, explica, no es el beneficio económico inmediato, sino ofertar precios "psicológicamente más atractivos".

El importe también está en la mente

La de redondear es una ciencia más depurada de lo que podría parecer. "Los precios pares lanzan un mensaje de exactitud" que, según Udiz, contribuye a que los recordemos. "Si vemos un producto con un precio de 102 euros pensaremos ¿a qué se deben esos dos euros? Y si lo vemos a 100 euros creeremos que está redondeado sobre su precio real, sobre todo ahora que existe una epidemia de números impares".

Esta "epidemia" de precios impares responde a una naturaleza diferente. "Normalmente acaban en 5 ó 9 y se utilizan para rebajas o promociones. Un producto que cueste 1,99 resulta más poderoso que uno que cueste 2 euros y no es extraño que al preguntarle a un consumidor sobre el precio del primero nos diga que le costó un euro y pico. Tiende a percibirlo como una oportunidad", explica Udiz.

El experto admite, no obstante, que "existe picaresca", aunque precisa que "más que a beneficios, lo ganado posiblemente va a cubrir ciertos costes cada vez más difíciles de cubrir a causa de la bajada de las ventas y al incremento de los precios también en materias primas o transporte". Según este experto, "todo depende de cada negocio, pero los céntimos extra, además de aprovechar un precio psicológico, podrían actuar como cobertura ante problemas económicos actuales o próximos".

Contribuye a la inflación

Aunque el redondeo es una práctica constante, se nota especialmente con las transformaciones bruscas de los precios, y eso es precisamente lo que ha ocurrido este mes. En sus previsiones sobre el Índice de Precios al Consumo (IPC), la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) prevé que "la tasa de inflación se elevará hasta el 3,1% en septiembre de 2012 y hasta el 3,3% en noviembre y diciembre", mientras que un en escenario sin aumento del IVA, la subida hipotética durante el mismo mes se estima cercana al 2,5%.

María Jesús Fernández, analista de FUNCAS, estima que "sin duda el aumento del IVA viene acompañado de esta práctica", aunque precisa que el redondeo en muchos de los precios será a la baja.

Según ella, la transmisión de los efectos del redondeo al precio final "será limitada, ya que la contracción de la demanda no permite una gran subida del precio", y recuerda que redondear es una práctica que afecta especialmente a los importes bajos. El pico "puede representar un porcentaje a tener en cuenta en el precio del pan o de la leche, pero lógicamente representa una proporción mucho más pequeña en productos con precios elevados". Su transmisión a las cifras del IPC, asegura, es siempre relativa, "aunque en el día a día tengamos la sensación de que ha subido todo de precio". Para notar una repercusión importante "como la que ocurrió durante la implantación del euro" habrá que esperar, según ella, a que la economía atraviese de nuevo "condiciones expansivas".

En 2002, el redondeo de precios y tarifas para ajustarse a la nueva moneda dio origen a una subida de los precios del 0,2% en toda la eurozona, según datos de la Comisión Europea. En España, el Ministerio de Economía reconoció que parte del repunte interanual de la inflación –del 3,9%– se debió al "efecto redondeo" y le atribuyó, como en el resto de Europa, un valor estimado de dos centésimas en la subida total. Según el ministerio que dirigía Rodrigo Rato, "la hostelería y la restauración fueron los sectores que registraron las variaciones más significativas" pese a que el Gobierno suscribió "acuerdos de buenas intenciones con la práctica totalidad de los sectores económicos".

Ningún precio es inmune al redondeo

Porque a la hora de recortar los picos a los precios también median las buenas intenciones. "Cuando hay un cambio impositivo, como en el caso del IVA de este año, no tiene que producirse un redondeo", explica Ileana Izverniceanu de la Iglesia, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "El redondeo es un fenómeno muy generalizado en España desde que tenemos el euro como moneda. Este tipo de abusos no ha sido perseguido por las administraciones, que deberían de velar por el derecho de los consumidores imponiendo sanciones ejemplarizantes".

Contando, claro está, con que no sean estas administraciones las que incurran en el problema. Con la reciente subida del IVA diversos colectivos han denunciado el aumento desproporcionado de los precios de muchos servicios públicos, como el transporte. Este mes, la Generalitat Valenciana ha recurrido al redondeo para elevar los precios del metro y el tranvía hasta 1,50 euros en Valencia y 1,30 euros en Alicante, pese a que en autonomías como Madrid o Cataluña la subida de tarifas ha sido de un razonable 2% de media. Los precios en Valencia y Alicante, no obstante, hoy están exactamente cinco céntimos por encima de los de hace un mes, lo que representa un incremento del valor de un 3,4% y un 3,8% respectivamente. Esta subida alcanza hasta un 5,1% en los bonos de 10 viajes.

Los precios administrados, como los que rigen en los sectores del transporte o la energía, son precisamente los que se consideran con frecuencia inmunes al redondeo, pero Izverniceanu sostiene que "hoy día, el redondeo puede ocurrir en cualquier sector" y que las empresas públicas serían las primeras en "dar ejemplo", ciñéndose a los indicadores económicos a la hora de cambiar precios. Una mala noticia en una economía como la nuestra, en la que, según el último Boletín Económico del Banco de España, “se prevén subidas en los próximos meses de algunos precios como consecuencia de la subida acordada del IVA, además de las otras medidas que afectan a precios administrados, como la electricidad, los medicamentos o las tasas universitarias”.

Hasta este mes, desayunar en el bar de Adrián costaba 1,40 euros, pero el valor de un café es ahora de 1,45 euros. La razón que aporta su dueño es la subida del IVA, pero las cuentas no salen. Si al precio del café antes del impuesto –de 1,30 euros– le aplicamos el nuevo porcentaje –que ha pasado del 8% al 10%–, el producto debería costar ahora 1,43 euros, pero cuesta 1,45. Dos céntimos extra en una subida de cinco que no corresponde al ascenso del IVA. El café es sencillamente dos céntimos más caro.

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