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Las gestoras se frotan las manos ante las altas rentabilidades de los depósitos
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¿ES MEJOR INVERTIR EN IMPOSICIONES A TRAVÉS DE FONDOS?

Las gestoras se frotan las manos ante las altas rentabilidades de los depósitos

Los fondepósitos vuelven a sonreir. El fin de la conocida como Ley Salgado, que penalizaba los depósitos con rendimientos elevados, ha vuelto a avivar la guerra

Foto: Las gestoras se frotan las manos ante las altas rentabilidades de los depósitos
Las gestoras se frotan las manos ante las altas rentabilidades de los depósitos

Los fondepósitos vuelven a sonreir. El fin de la conocida como Ley Salgado, que penalizaba los depósitos con rendimientos elevados, ha vuelto a avivar la guerra del pasivo, de la que uno de los principales beneficiados serán estos productos.

Los fondepósitos son fondos de inversión que invierten casi la totalidad de su patrimonio en imposiciones a plazo fijo y, por tanto, se aprovechan de las elevadas remuneraciones que ofrecen. Las previsiones de que las entidades vuelvan a subir los rendimientos para atraer a los partícipes y reforzar sus balances hacen que estos productos se froten las manos.

Las gestoras crearon los fondepósitos para hacer frente a la huida masiva de los partícipes hacia las imposiciones atraídos por la ‘seguridad ‘ -en caso de quiebra de la entidad el Fondo de Garantía de depósito solo cubre 100.000 euros- y la rentabilidad. La denominada guerra del pasivo provocó una verdadera sangría en los fondos de inversión y las firmas se vieron obligadas a aliarse con sus principales enemigos creando un producto híbrido que retuviera a los clientes. Y la apuesta les salió bien. En plena ofensiva de bancos y cajas, los fondepósitos fueron capaces de captar en 2008 más de 5.000 millones de euros.

Una situación que esperan que se repita en la actualidad y les ayude a paliar el mal momento que atraviesa la industria. De hecho, solo unos días después de que el Gobierno anunciara que las entidades podían volver a ofrecer altas remuneraciones sin cortapisas, bancos y cajas ya comenzaron a hacer uso de su libertad y los depósitos ofrecen ya retornos por encima del 4,5%, como es el caso de los productos de Banco Pastor o Espírito Santo. Una tendencia que, según los expertos, se extenderá hasta el próximo año.

Con estas buenas perspectivas en el horizonte, las gestoras comienzan a vislumbrar un incremento en la rentabilidad de sus productos que, en líneas generales, siempre ofrecen unos beneficios algo menores que si se invierte directamente en depósitos, pero a cambio otorgan otras ventajas que pueden compensar esta diferencia.

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Ventajas frente a los depósitos

La principal de estas ventajas es la liquidez. Al ser un fondo, el partícipe puede traspasar (sin penalización fiscal) a otro producto o reembolsar su patrimonio cuando lo desee sin tener que esperar a vencimiento o pagar una penalización por ello. 

Asimismo, la fiscalidad es otro de sus factores a favor. En el depósito hay que pagar por las plusvalías a vencimiento, mientras que con el fondo los beneficios pueden traspasarse a otro fondo y diferir el pago impositivo.

Otro aspecto clave es la diversificación. Los gestores suelen invertir en varios productos y, además, tratan de evitar los ofrecidos por entidades de alto riesgo aunque ofrezcan retornos altos.

Los fondepósitos vuelven a sonreir. El fin de la conocida como Ley Salgado, que penalizaba los depósitos con rendimientos elevados, ha vuelto a avivar la guerra del pasivo, de la que uno de los principales beneficiados serán estos productos.