Granjas y alimentos, nuevo objeto de deseo de los inversores

El mundo está cambiando y las carteras de inversión deben adaptarse y, sobre todo, aprovechar estas nuevas tendencias. Una de ellas  es la demanda de alimentos, que crece al mismo ritmo que aumenta la población y que está provocando una crisis de comida. Jeremy Grantham, responsable de inversiones estratégicas de la gestora americana GMO, sí ha sabido ver este hecho y ya ha comenzado a tomar posiciones en estos valores.

“Llevamos cinco años inmersos en una severa crisis global de alimentos que es muy poco probable que desaparezca. Estamos amenazados por los países donde los problemas de malnutrición son crecientes e incluso pueden producir un colapso”, asegura Grantham, que señala las disputas y las corrientes migratorias que se producirán por los recursos pondrán en peligro el crecimiento mundial. Una circunstancia a la que, en su opinión, solo le están otorgando la importancia que realmente tiene algunos estamentos militares.

En este sentido, Grantham predice que la alimentación y la falta de ella se convertirán en la prioridad social y económica en las próximas décadas y ha comenzado a posicionar las carteras para sacar partido de esta situación. Los activos agrícolas y la madera a nivel mundial son las áreas principales que el gestor americano tiene en cuenta, así como acciones de empresas que participan en los fertilizantes, productos químicos, maquinaria agrícola, de riego y otras áreas de la producción agrícola.

En concreto, ha destinado un 30% de los activos de la gestora a estas materias.  Un 15% de los mismos está invertido en silvicultura –ciencia destinada a la formación y cultivo de los bosques-, otro 10% en aspectos relacionados con la tierra y el 5% restante en eficiencia de los recursos.

No obstante, Grantham advierte de que las inversiones relacionadas con los alimentos constituyen un arma de doble filo ya que, aunque las acciones de este sector se beneficiarán del incremento de los precios, también recortarán los márgenes de las empresas. "El aumento de los precios va a empeorar las perspectivas para el saldo de la cartera”, subraya.

Por este motivo, el gestor recomienda invertir en empresas de calidad, que tengan costes reducidos y obtengan mayores beneficios que las compañías tradicionales cuyos márgenes de beneficios puedan resistir mejor la presión.