¿Cambio de escenario? El Ibex y el bono cruzan los dedos antes de una semana clave

"Alemania y Francia están profundamente comprometidas con la integridad de la zona euro. Están decididas a hacer todo lo que haga falta para proteger la zona euro". Así reza parte del breve comunicado que ayer emitieron Angela Merkel y François Hollande. Suficiente para echar más gasolina a unos mercados que necesitaban que las dos locomotoras europeas ratificaran las doce palabras con las que el presidente del Banco Central Europeo (BCE) obsequió el jueves a los inversores mundiales. Escucharon exactamente lo que querían oír.

“La situación es una réplica casi exacta de lo que ocurrió tras la cumbre de la Eurozona de los días 28 y 29 de junio. La bolsa descontó un nuevo escenario que enseguida se vio defraudado por el BCE, que se limitó a bajar los tipos de interés pero obvió cualquier tipo de maniobra para auxiliar a los países más débiles de la Eurozona”, asegura el analista de una firma extranjera.

Aquel 29 de junio el Ibex subió un 5,66% y aún tuvo fuerza para subir otros dos días más consecutivos hasta los 7.219 puntos. Luego el BCE rompió el hechizo. Ahora, desde los mínimos del año el Ibex acumula una subida del 10,2% en dos días antes de una semana clave en la que, otra vez, la vieja Europa debe poner letra a una música que suena muy bien. Dicho de otra forma, tiene que reafirmar las enormes expectativas levantadas.

El mercado está especulando con el ramillete de posibilidades que maneja al BCE para levantar a España e Italia de la lona. Dotar de una ficha bancaria al fondo de rescate permanente (ESM), comprar bonos en el mercado secundario, rebajar el tipo de descuento desde el 0% actual o bajar el precio del dinero desde el actual 0,75%...

“De todas estas posibles medidas, creemos que la más relevante es la de dar una ficha bancaria al ESM, ya que de producirse, daría consistencia al rebote y podríamos confiar en que lo peor ha pasado para el Ibex y la deuda de los países periféricos. Con la ficha bancaria, el ESM se podría apalancar financiándolo el BCE, como hace con la banca europea, pudiendo llegar, tal y como decíamos ayer hasta los 3 billones de euros”, explica en su informe diario Miguel Paz, de Unicaja.

En lo que están de acuerdo todos los expertos es en que la situación ha cambiado radicalmente desde la última cumbre europea. “Algo que se venía advirtiendo desde hace tiempo es que nadie iba a salir indemne si la incertidumbre continuaba. Los países acreedores, encabezados por Alemania, también se están viendo afectados por la crisis y esta semana hemos tenido noticia de que la agencia de rating Moody´s situaba en perspectiva negativa la deuda del país germano”, asegura Miguel Ángel Rodríguez, de XTB.

Ahí está el quid de la cuestión. El mercado ha interpretado que el movimiento de esta semana no es una operación de salvamento de España o de Italia, sino del euro en su totalidad. “Ahora ya no es tan sólo Grecia, Italia o España, ahora hasta Alemania se encuentra en una situación vulnerable”, explica. Por lo tanto, la situación es mucho más desesperada que hace un mes. Entonces, la prima de riesgo española estaba en 474 puntos; hoy, a pesar de tres fuertes descensos consecutivos desde máximos históricos, se sitúa en 535 puntos.

El 2 de agosto, marcado en rojo

El cambio radical de mensaje de Draghi ha obligado a los cortos a cerrar parte de sus posiciones en España, donde el mercado daba por descontado que una semana más de inacción del BCE obligaría al Gobierno a pedir el rescate integral. El día dos de agosto a las 14 horas será el momento de conocer hasta qué punto va a mojarse el presidente del banco central.

Horas antes, España tendrá que colocar en el mercado bonos y obligaciones en lo que será un test de verdad tras las últimas subastas de letras, que por sus plazos no se podían considerar como decisivas. Y también el jueves se reúnen Mariano Rajoy y Mario Monti. La reunión, cuyo primer objetivo cuando fue convocada era empujar a Bruselas para el rápido cumplimiento de los últimos acuerdos del Consejo Europeo, se convierte ahora en el escenario perfecto para que los dos países más tocados de la Eurozona valoren el apoyo real sus compañeros de viaje en la Europa de la moneda única.

Por lo tanto, la zona euro tendrá el jueves su particular triple hora bruja -triple vencimiento derivados en los mercados que dispara la volatilidad y las tensiones en las cotizaciones bursátiles- en la que posiblemente va a ser la semana más importante del año. El escenario ha cambiado para peor, pero toca calibrar hasta dónde llega la reacción de los inversores y las instituciones.