Sabadell desaira a los bancos 'sanos' con sus agresivas rebajas inmobiliarias

El éxito comercial cosechado por Banco Sabadell con algunas de sus promociones de costa ha roto las referencias precios del estresado sector inmobiliario. A través de Solvia, la sociedad desde la cual gestiona todo el ladrillo que ha entrado en su balance, la entidad catalana ha conseguido desairar al resto de 'bancos sanos' que compiten por soltar sus activos tóxicos a pie de playa, sobre todo de aquellos que no han recibido ayudas públicas o del sector para depurar la herencia envenenada de los tiempos de la burbuja.

La reciente venta de más de 150 viviendas en Manilva (Málaga) en un breve periodo de tiempo ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de sus competidores, entre los que se encontrarían Altamira Real Estate (Banco Santander) o Aliseda (Banco Popular). Los descuentos de hasta el 55% (y no del 70%) aplicados a su promoción en la Costa del Sol han vuelto a demostrar cuál es el camino para poder vender pisos, aunque haya quienes rumian en voz baja contra su capacidad de bajar precios hasta vender a pérdida.

El principal motivo de objeción existente entre sus competidores radica en la idea extendida de que Banco Sabadell puede afrontar descuentos extraordinarios sobre sus activos inmobiliarios gracias a las ayudas recibidas para quedarse con CAM, que articularon mediante una inyección de 5.300 millones de euros del Fondo de Garantía de Depósitos y un Esquema de Protección de Activos (EPA), que cubre hasta el 80% de las pérdidas que afloren tras la integración de las dos entidades, es decir, hasta unos 16.600 millones de euros.

Sin embargo, Sabadell todavía gestiona por separado sus activos inmobiliarios con los de CAM, como por ejemplo todavía ocurre en Bankia con gran parte del ladrillo aportado por Caja Madrid y Bancaja. En el caso de la promoción de Manilva, este activo corresponde a Solvia, que ha sacado al mercado las 150 viviendas con descuentos tan atractivos después de que el banco hubiera provisionado una gran parte del crédito, hasta el punto de que la liquidación de este stock generara una pérdida asumible por parte del balance de la entidad.

Las suspicacias a los descuentos del Sabadell no son nuevas. Hace unos meses, Solvia consiguió también deshacerse de más de 300 apartamentos en la localidad de Canet d´en Berenguer, al norte de valencia, donde vendió por 70.000 euros unidades de 50m2, con garaje y piscina cerca de la playa. O como también ha hecho en la localidad toledana de Seseña, donde compite con Banco Santander por deshacerse de la herencia de El Pocero. Sin embargo, en los activos correspondientes a CAM, como ocurre en este caso, el FROB tiene que dar el visto bueno a la afloración de la pérdida asignada al activo que se liquida.

Generar demanda

Mientras unos se lo piensan, Sabadell sigue convencido de que a precios atractivos se genera demanda, como ha hecho en Manilva, donde ha puesto a la venta viviendas de un dormitorio a partir de 56.000 euros y de tres habitaciones a partir de 99.000 euros, precios que marcan el nuevo umbral en los 700 euros/m2, muy próximo al simple coste de construcción. Además, como es práctica en el mercado, ofrece financiación competitiva para los compradores de su producto (euribor + 0,5%), aunque con exigencia de seguro de vida y hogar.

Antes de pasar a manos de Banco Sabadell, las viviendas fueron propiedad de la promotora Noriega, firma perteneciente a la familia cordobesa Sánchez Ramade, que se declaró concurso de acreedores en 2010. Hasta ese momento, los apartamentos de un dormitorio, de 93 m2 y con 24 m2 de terraza se llegaron a ofrecer por 267.714 euros, unas cantidades muy alejadas de los precios que ahora ha marcado la entidad para liquidarse en el menor tiempo posible la promoción y adelantarse así al resto de pisos que venden en esa misma zona.

Como en otras promociones, una parte de los compradores finales de estos saldos inmobiliarios son los propios empleados de la entidad o sus familiares directos de primer grado. En el caso de Manilva, los pisos fueron ofrecidos durante un breve espacio de tiempo dentro de la propia red del Sabadell, antes de que se realice la fase de comercialización al público, momento en el que dejan de tener prioridad. Además, los trabajadores disfrutan siempre de un descuento adicional del 5% sobre la rebaja de base a modo de gratificación indirecta.