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El capital riesgo español apela a los fondos de pensiones y las aseguradoras para sobrevivir
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NEGOCIACIONES CON EL MINISTERIO DE ECONOMÍA

El capital riesgo español apela a los fondos de pensiones y las aseguradoras para sobrevivir

La crisis de crédito y la ausencia de inversores amenazan con complicar la viabilidad de la industria del capital riesgo español. 2012 puede resultar un año

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El capital riesgo español apela a los fondos de pensiones y las aseguradoras para sobrevivir

La crisis de crédito y la ausencia de inversores amenazan con complicar la viabilidad de la industria del capital riesgo español. 2012 puede resultar un año clave, al menos para buena parte de las firmas que durante la última década han copado el protagonismo del sector con operaciones de buyout. El cambio de ciclo económico ha modificado las características del negocio hasta el extremo de obligar a una reconversión para poder seguir en activo, como ayer reconoció la presidenta de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), Maite Ballester, con motivo de la presentación de la actividad del sector en el primer semestre.

En este contexto, la industria del capital riesgo lleva meses realizando un trabajo de lobby frente al Ministerio de Economía para que estimule a los fondos de pensiones y a las compañías aseguradoras a que eleven el porcentaje de recursos que asignan al producto del private equity como activo de inversión. En la actualidad, su contribución en España es casi testimonial, al contrario que en otros países, donde el modelo de inversión está mucho más consolidado, dado en buena parte a que ese papel de fondista ha estado copado históricamente durante años por otro perfil de inversor institucional, como cajas de ahorros, bancos y grandes fortunas privadas.

Respecto al dinero extranjero, los inversores internacionales -incluidos fondos de pensiones y compañías de seguros- han puesto una equis a España y han cortado sus aportaciones a fondos españoles tanto por el riesgo país como por las dudas sobre la zona euro. El único capital de fuera presente en el sector corresponde a fondos paneuropeos que por su asignación geográfica tienen que incluir en su radar de inversiones a nuestro país. Sin embargo, esta situación, presente desde hace un par de años, está llevando al cierre de firmas, a que otras gestionen sólo la liquidación ordenada de sus fondos y a procesos de fusión para garantizar su futuro.

Vista la evolución del sector, las gestiones por parte de la industria del capital riesgo español ante ante el Ministerio de Economía, dada su condición de regulador a través de la Dirección General de Seguros, se antojan clave para que las gestoras españolas tengan acceso a potenciales inversores en un momento en el que la apelación al dinero es extremadamente complicada. Al tiempo, esta medida abundaría en la equiparación del sector en España al resto de países europeos, donde compañías de seguro y fondos de pensiones aportan en torno al 36% los recursos gestionados, mientras en España apenas consideran invertir en esta clase de activo.

Compás de espera en el sector

Mientras tanto, la actividad del capital riesgo sigue resintiéndose. Según ASCRI, en los seis primeros meses de 2012 se alcanzó un volumen total de inversión de 1.166 millones de euros, el 43% menos que un año antes, debido sobre todo al difícil acceso a la financiación y al deterioro de la economía. Este recorte "en un semestre poco activo" es menor al registrado en el mismo periodo de 2009 -el peor desde la crisis- pero similar al de otros semestres, lo que demuestra la situación de "compás de espera" en la que está el sector en Europa y más aún en España, donde "a pesar de tener empresas buenas y con potencial es difícil captar nuevos fondos”.

Aunque las operaciones de buyout siguen representando el grueso de la inversión, dado que suelen ser el único tipo de operaciones por encima de 100 millones de euros (Clece, USP, Maxam…), los datos ofrecidos por ASCRI revelan el paulatino cambio de tendencia en el sector, acorde con las distintas necesidades que demandan las empresas. Así, casi un 85% del total de 494 operaciones cerradas en el primer semestre han estado por debajo del millón de euros y han estado vinculadas a operaciones de expansión y venture capital, inversiones destinadas a capitalizar compañías en procesos de arranque y desarrollo que no tienen acceso a financiación.

Del total del dinero invertido durante el primer semestre, más del 79% tiene su origen en la aplicación de fondos internacionales y tan sólo el 21% corresponde a operadores nacionales, de los cuales la mayor parte tiene su origen en entidades públicas (Cofides, CDTI y Enisa). Precisamente, otras de las soluciones que baraja la patronal del capital riesgo para dinamizar el sector y tener acceso a recursos es la creación de una gran firma estatal que canalice toda la inversión pública como un fondo de fondos, de manera que en lugar de invertir desde distintas sociedades y de manera directa, seleccionara a determinadas gestoras para canalizar el dinero.

La llamada de auxilio por parte del capital riesgo español es manifiesta. "Son momentos excepcionales que requieren medidas excepcionales", apuntó ayer jueves el profesor José Martí Pellón, colaborador de ASCRI, que reclama medidas más proactivas, incentivadoras de la actividad económica, para revertir la deriva de la industria de la inversión privada. Ahora que todo pasa por el emprendimiento y la innovación para abrirse camino, muchas de las firmas de inversión van a tener que reinventarse para sobrevivir. Si hay demanda de dinero, aunque sea con más operaciones de capital y menos de deuda, hay mercado para el capital privado.

La crisis de crédito y la ausencia de inversores amenazan con complicar la viabilidad de la industria del capital riesgo español. 2012 puede resultar un año clave, al menos para buena parte de las firmas que durante la última década han copado el protagonismo del sector con operaciones de buyout. El cambio de ciclo económico ha modificado las características del negocio hasta el extremo de obligar a una reconversión para poder seguir en activo, como ayer reconoció la presidenta de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), Maite Ballester, con motivo de la presentación de la actividad del sector en el primer semestre.