La banca da por perdido 2013 frente al optimismo de los grandes empresarios

La banca discrepa del optimismo manifestado por las grandes empresas el Ibex en su último informe: lejos de esperar que la recuperación comience en 2013, la mayoría del sector da el próximo año también por perdido y no prevé una mejoría del negocio hasta 2014. Esto se debe, según distintas fuentes del sector, a la prolongación de la recesión y el desempleo, así como a las nuevas exigencias de provisiones que se derivarán de las auditorías que va a encargar el Gobierno.

"A España le falta tiempo para volver a contribuir positivamente a las cuentas de resultados de los grandes bancos, al menos un par de años", asegura un alto directivo de una de estas entidades. En otra más pequeña confirman que "es el escenario central con el que trabaja el sector, que no empecemos a ver crecimientos del negocio hasta 2014".

El pesimismo en el sector obedece a dos factores fundamentalmente. El primero es la prolongación de la recesión durante 2013, tal como prevén las principales instituciones internacionales. Algo que provocará que el crédito siga estancado y que la morosidad continúe aumentando, con lo que las cuentas de resultados seguirán deteriorándose. Además, aunque parte de Europa empiece a salir de la crisis el próximo año no se espera una subida de tipos por parte del BCE, lo que mantendrá los márgenes bajo presión. Asimismo, el efecto benéfico de las inyecciones de liquidez del instituto emisor al 1% sobre los márgenes -bajada de los costes de financiación- ya se notarán en 2012.

El segundo son las nuevas exigencias de provisiones que se añadirán a los dos Reales Decretos aprobados por el ministro de Economía, Luis de Guindos, motivadas por los test de estrés que van a realizar Roland Berger y Oliver Wyman, en primer lugar, y la auditoría posterior de los balances de la banca que van a acometer tres firmas del sector aún por designar. Como ha informado El Confidencial, hay bastante temor en el sector a que estas valoraciones arrojen necesidades de provisiones todavía superiores a las de los Decretos, que probablemente tendrán que acometerse en 2013 toda vez que las impuestas por De Guindos tienen como plazo hasta el cierre del ejercicio actual.

No obstante, la banca no espera un incremento notable de la morosidad de particulares, en especial hipotecaria, pese a los temores de los analistas internacionales. "Las familias han estado utilizando los ahorros para pagar la hipoteca cuando han bajado los ingresos, a costa de reducir el consumo. Prefieren destinar el dinero a eso antes que arriesgarse a perder su casa", explica una de las fuentes. 

La mezcla de ambos elementos hace que el sector no espere una recuperación antes de 2014. Y eso, si no ocurre ninguna catástrofe -salida de Grecia del euro, ruptura de la Unión Monetaria, rescate de España, etc.- ni se deteriora todavía más la situación del sector. "Sólo hay dos escenarios: o salimos de ésta y se reabren los mercados para la banca, o no salimos y empiezan a caer entidades no sólo en España, sino en toda Europa", opina el alto ejecutivo citado.

Rescate de España no, pero, ¿de la banca?

Este pesimismo contrasta con los ánimos que han tratado de insuflar el consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), formado por 17 de las mayores empresas españolas -paradójicamente, Santander, BBVA y La Caixa se encuentran entre ellas-, que el miércoles presentó un informe que aseguraba que la economía tocará suelo a lo largo de 2012 y que la recuperación comenzará en el primer trimestre del próximo año. 

En lo que coinciden banqueros y empresarios es en que no habrá un rescate de España, aunque las cosas no están tan claras en lo que se refiere a una inyección de dinero comunitario en el sistema financiero. Mientras el CEC la descarta, en el mundo financiero se considera que la única alternativa a la posible creación de una banca pública con las entidades nacionalizadas -Bankia, CatalunyaCaixa y NovaGalicia, fundamentalmente-, adelantada ayer por este diario, es que el fondo de rescate europeo (EFSF) cubra las garantías necesarias para privatizar estas entidades.