De Guindos reactiva la inhabilitación de Jaime Botín por faltas muy graves

Cuando se cierra una puerta, se suele abrir otra. En el caso de las irregularidades fiscales de la familia Botín, también, pero en sentido negativo. El archivo de la causa por la regularización de impuestos en Suiza por parte de la Audiencia Nacional supone la reapertura del expediente sancionador dictado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) contra Jaime Botín por faltas muy graves.

El expediente, que se abrió en el verano de 2010 cuando el hermano de Emilio Botín afloró una participación oculta del 8% en Bankinter, fue concluido en noviembre de 2011. Pero la entonces ministra de Economía, Elena Salgado, no tuvo a bien rubricar las conclusiones del organismo supervisor como es preceptivo. Salgado decidió dejar el asunto en manos de su sucesor, Luis de Guindos, debido a la cercanía de las elecciones generales.

La sanción propuesta por la CNMV era la inhabilitar a Jaime Botín para ejercer funciones de banquero, así como a sentarse en cualquier consejo de una sociedad cotizada. Además, acordó imponerle una fuerte multa económica. Cuando Guindos se hizo con la gestión de la cartera de Economía, el nuevo ministro tampoco decidió ejecutar el expediente de la Comisión al aceptar una suspensión cautelar solicitada por los abogados del máximo accionista de Bankinter.

La petición era paralizar la sentencia de la CNMV hasta que la Audiencia Nacional resolviese si la familia Botín había cometido algún delito fiscal adicional por ocultar presuntamente parte de su fortuna fuera de España. Al tener ya la sentencia judicial, el expediente administrativo del organismo que preside Julio Segura se reabre automáticamente. La CNMV ha declinado hacer ningún comentario sobre el expediente a Jaime Botín al considerarlo un asunto confidencial.

Salvo nueva dilación, una vez cerrada la causa penal, inmediatamente se reabre la administrativa. Por tanto, en las próximas semanas el Ministerio de Economía deberá pronunciarse sobre las sanciones contra Jaime Botín, que fue presidente de Bankinter hasta 2004 y que hace un mes cumplió los 76 años. A través de Cartival sigue controlando la gestión del banco, al frente de la que puso a su hijo Alfonso en octubre de 2010 tras despedir al anterior consejero delegado, Jaime Echegoyen.

Cuentas en Suiza

El expediente del organismo regulador, adelantado por El Confidencial el pasado 9 de enero, tiene su origen en la ocultación de una participación adicional de Jaime Botín en Bankinter, del que oficialmente solo controlaba el 16% hasta mediados de 2010. Sin embargo, debido a las inspecciones fiscales de Hacienda a varias grandes fortunas españolas por el desvío de dinero a Suiza y a la investigación de la Audiencia Nacional, se descubrió que el hermano del presidente de Banco Santander tenía un 7,85% más de las acciones de la entidad financiera.

El 30 de julio de 2010, Cartival, la sociedad instrumental a través de la cual posee esa participación, explicó que el aumento de su paquete de acciones se debía a la disolución de una fundación familiar. Tal decisión societaria solo se pudo conocer una vez que la Agencia Tributaria hubo requerido a la familia Botín que regularizase sus cuentas ocultas en Suiza.

Jaime Botín respondió presentando varias declaraciones complementarias el 4 de agosto de 2010 en las que se imputaba esa participación adicional en Bankinter y pagaba el IRPF correspondiente a los dividendos percibidos, así como el Impuesto del Patrimonio devengado por ese paquete de acciones entre 2005 y 2007. En conjunto, la familia Botín -Jaime, su hermano Emilio y sus hijos- abonó unos 180 millones por tener fuera de España cerca de 2.000 millones a través del HSBC. Sin embargo, aquel argumento no convenció a la CNMV, que expedientó a Jaime Botín.