FG depura una vez más la división de banca de negocios de BBVA

No consigue dar con la tecla. Francisco González sigue dando vueltas a la división de banca global y de negocios de BBVA. Más allá de retoques y fichajes, como ha ocurrido varias veces en los últimos años, esta vez el cambio ha sido por la cabeza. Ayer miércoles, la entidad informó sobre la salida de José Barreiro, hasta la fecha máximo responsable de esta área de negocio y encargado, desde 2010, del ambicioso plan de expansión que el presidente del banco encomendó a esta unidad para ganar cuota en este segmento en los mercados de Asia, EEUU y Latinoamérica.

En septiembre de 2010, BBVA anunció un ambicioso plan recogido por la prensa internacional por el que contrataría a 1.000 ejecutivos durante los próximos tres ejercicios para abrirse camino en los mercados de EEUU y Asia. El objetivo encomendado a Barreiro era reforzar a la entidad en áreas como renta fija, materias primas y asesoramiento en fusiones, segmentos donde incluso los gigantes de la banca española suelen competir en desventaja respecto a los grandes de las finanzas internacionales.

Este proyecto implicó, meses después, una profunda remodelación de la organización y el equipo de la división, conocida como también como wholsale banking & asset management. A partir de finales de 2010, Francisco González explicó a su propio equipo directivo la reordenación en tres compartimentos: cliente, geografía y producto, una estructura más sencilla y global con la que pretendía consolidar su aspiración por extender el negocio a Estados Unidos y Asia, una vez que el crecimiento del negocio en Europa había dado ya muestras de agotamiento.

Menos de dos años después, las expectativas confiadas a este proyecto han chocado con la coyuntura económica mundial. Por este motivo, a comienzos de 2012, el propio BBVA reconoció la necesidad de tener que efectuar un recorte de plantilla sobre parte de la estructura internacional desarrollada para su división de banca de negocios, sobre todo en el equipo asiático, que se reparte en las plazas de Singapur, Hong Kong y Japón, aunque los ajustes también afectaron de manera marginal a los cuarteles generales de Madrid, donde por ejemplo se eliminó la mesa de derivados.

Durante estos años, Barreiro ha protagonizado una activa política de fichajes destinada a incorporar al BBVA a ejecutivos del mundo de la banca de negocios. El primero y más sonado fue el de Ignacio Muñoz Alonso, procedente de Rothschild, que estuvo dos años (2007-09) al frente de la división de grandes clientes para Europa y Asia, al que luego siguieron otros banqueros de negocios como Mario Pardo (Goldman Sachs), Francisco Rey (Blackstone y Merrill Lynch) o Javier Rodríguez Arias (Calyon).

En este contexto, la salida de Barreiro se ha presentado oficialmente como una renuncia personal. En la nota remitida ayer a la CNMV, tanto el consejero delegado, Ángel Cano, como el presidente, Francisco González, a cuyas órdenes estuvo en Argentaria, tuvieron palabras de agradecimiento por su trayectoria en la entidad, a la que llegó en el año 2000 con motivo de la fusión con BBV. Tras más de una década en primera línea directiva, hasta llegar a formar parte del comité de dirección, el ejecutivo seguirá vinculado al grupo desempeñando funciones de asesoramiento y representación.

Para afrontar este nuevo cambio en la división de banca corporativa y de negocios, BBVA ha designado como nuevo director a Juan Asúa, que abandona para esta misión su cargo como responsable del negocio de banca para España y Portugal. De acuerdo con los datos públicos de la entidad, esta unidad de negocio emplea a más de 4.000 personas y durante 2011 generó unas ganancias de 1.122 millones de euros, casi un tercio de todo el beneficio ordinario, además de contribuir al desarrollo del grupo como un proveedor estratégico de producto para el resto de redes.