ACS y Endesa buscan acomodo al director del gabinete del exministro Sebastián

Ubicar a los políticos descolocados procedentes del último gobierno socialista empieza a ser cuestión de Estado para las empresas del Ibex 35. Tras el fichaje de Elena Salgado, vicepresidenta y ministra de Economía, por Endesa como consejera de su filial en Chile, fuentes financieras han confirmado que ACS mantiene conversaciones con Carlos Ocaña Orbis, el que fuera jefe de Gabinete de Miguel Sebastián.

Carlos Ocaña era uno de los hombres de confianza del exministro de Industria, Turismo y Comercio. Pese a su juventud, nació en 1980, estuvo trabajando con él en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno como asesor técnico y jefe de gabinete. Posteriormente, fue nombrado responsable de la oficina de Sebastián cuando el economista se presentó candidato a la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid en mayo de 2007.

Pese al fracaso en los comicios, el exministro recuperó a Ocaña en abril de 2008 para nombrarlo director del Gabinete de su cartera, en sustitución de Marc Murtra. Licenciado en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, se convirtió con apenas 28 años en el más joven en su puesto de todo el Ejecutivo.

Como muchos otros políticos, Ocaña se ha quedado sin trabajo después de que el PSOE fuese derrotado ampliamente en las generales del pasado 20 de noviembre. Según distintas fuentes, la persona de confianza de Sebastián ha mantenido contactos con distintas empresas del Ibex, incluida ACS. En ámbitos económicos, se le considera una persona válida, con un buen nivel de idiomas y un profundo conocimiento del sector eléctrico.

La propia Endesa también ha mantenido contactos con Ocaña para conocer su disposición a incorporarse al grupo presidido por Borja Prado. No obstante, a día de hoy, ninguna de las dos compañías ha cerrado un acuerdo con el exjefe de gabinete del ministro de Energía. Se baraja, incluso, la posibilidad de fichar por el departamento internacional del Real Madrid Club de Fútbol.

Decisiones importantes

Como responsable del despacho de Sebastián, Ocaña mantuvo una relación muy cercana con las principales compañías industriales, especialmente con aquellas que participaron activamente en proyectos fomentados por el economista del PSOE. Entre otros, el famoso del coche eléctrico, al que se iban a destinar 500 millones de inversión.

Otro de los decretos relevantes que sancionó el Ministerio de Industria durante el mandato de Sebastián fue la eliminación de la limitación de los derechos de voto en las compañías cotizadas. Una medida, aprobada en el verano de 2010, que allanaba el camino para que la constructora participada por los March y los Albertos pudieran tomar el control de Iberdrola. Justo tras refrendarse esa normativa, ACS inició una ofensiva para elevar el número de acciones de la eléctrica bajo su control. 

De hecho, entre octubre y diciembre de ese año incrementó su porcentaje en el capital desde el 12 hasta el 20%, con una inversión de cerca de 3.000 millones de euros. Esa participación, ahora rebajada al 18,5% por las diversas ampliaciones de capital de Iberdrola para pagar el dividendo, era mayor a la que sumaban los accionistas afines a Ignacio Sánchez Galán, como BBK y Bancaja.