El Ibex cae un 1,5% en una semana que ha puesto de manifiesto su particular vía crucis

Las bolsas han cerrado otra semana más que complicada con la crisis griega otra vez a cuestas. Sin embargo, la española ha sumado a la inestabilidad generada por la falta de acuerdo sobre el desbloqueo del rescate heleno y el acuerdo sobre las medidas de recorte su propios problemas. 

El Ibex arrastra su propio via crucis que le ha llevado a ser el peor índice de europa y, por si eso fuera poco, el jueves se vivieron momentos de pánico entre el sector financiero, que devolvieron al selectivo a números rojos en el año, después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores levantara el miércoles la prohibición sobre las posiciones cortas en el sector financiero.

De esta manera, la semana se ha saldado con una caída del 1,58% en los 8.657 puntos y, aunque ha podido ser peor tras caer más de un 2% el día anterior. Pesan las dudas sobre Grecia, el inmisericorde ataque de las agencias de rating, la vuelta de las posiciones cortas y la dura realidad de los datos macro españoles. Al menos va a dormir el fin de semana con un saldo positivo en 2011, del 1% exactamente.

Dicho esto, la jornada del viernes ha dejado signos evidentes de debilidad en un sector sencillamente clave como el bancario. Si tras el desplome del jueves Santander y BBVA han subido con cierta contundencia –alrededor de un 2%, lo que junto al avance superior al 1% de Telefónica ha decidido el signo de la sesión-, los bancos medianos del Ibex han hecho un ejercicio de impotencia. Bankia, Sabadell o Popular han terminado con nuevos descensos, y otros como CaixaBank y Bankinter se han quedado prácticamente donde estaban.

Echar todas las culpas a las posiciones de cortas es faltar a la verdad. El mercado está cotizando la incertidumbre sobre el impacto que las nuevas reglas de provisiones tendrán en los beneficios, lo que a día de hoy es una incógnita. La debilidad de la economía española en el último trimestre de 2011 abunda en la teoría de que la recuperación está lejos y demuestra que los bancos van a sufrir lo indecible para levantar sus cuentas de resultados en España y para dar salida a esa particular espada de Damocles que es su stock inmobiliario.

Los demás, sí, es cuestión de los cortos, que están posicionándose en aquellos valores a los que futuras ampliaciones de capital para canjear sus preferentes por acción –con Bankia a la cabeza- les van a pasar factura en bolsa. Los mercados han empezado a cobrársela ya. En el Ibex, las mayores subidas son para Indra, OHL, Ebro y Técnicas Reunidas. La peor parte es para DIA, Red Eléctrica o Mediaset.

En el resto de Europa, los avances han sido muy similares a los del Ibex. Los precios han reaccionado apoyados en la escasa presión del papel. Los compradores, mientras, han picoteado en los valores más castigados el jueves, pero con moderación. No es cuestión de cargar las tintas cuando el lunes hay una reunión clave del Eurogrupo que debería terminar con insoportable espera para solucionar a corto plazo el posiblemente irresoluble drama griego.

El Ibex afrontará la semana que viene muy atento –además de Grecia- a datos tan relevantes como el IFO o el PIB alemán o, en Estados Unidos, los datos de viviendas.