El fondo 'tech' de Abelló, Ibersuizas y García Baquero llega a su fin

A finales de febrero, Inova Capital dejará de existir. En esa fecha expira el contrato de gestión de la firma de capital riesgo con el fondo tecnológico que nació a principios del año 2000, al calor de la burbuja tecnológica, con inversores tan ilustres como Juan Abelló (Torreal), Ibersuizas, la familia García Baquero o Banco Pastor. No hay más recorrido. No habrá nuevo vehículo de inversión, por desinterés de los actuales inversores, ni tampoco nuevos retos para el equipo gestor, que ha buscado alternativas dentro del mundo de la gestión de activos sin conseguirlo.

Desde comienzos de 2012, el único integrante de Inova Capital que sigue vinculado al proyecto es el socio Gonzalo Díaz, que se ha comprometido con los actuales inversores (Greenpark, Ibersuizas y García Baquero) a liquidar de manera ordenada durante los próximos 12-18 meses las cuatro inversiones que el fondo de capital riesgo aún tiene en cartera, según las fuentes financieras consultadas. El resto del equipo, incluido el otro socio, José Tomás Moliner, que abandonó la vicepresidencia de la patronal ASCRI a finales de 2011, dejaron la firma al comenzar el año.

En la actualidad, Inova Capital es socio de referencia de Unitronics, una compañía de tecnologías de la información que preside Jorge Calderón, que hasta 2009 fue socio del fondo de capital riesgo. El resto de inversiones de la firma son participaciones minoritarias en Grupo Zed (2%), la antigua Lanetro de los hermanos Pérez Dolset, y en Infinia (15%), empresa dedicada a la post producción audiovisual. El cuarto activo de su cartera es la leonesa DC Wafers, especializada en la fabricación de obleas de polisilicio (industria fotovoltaica), que se encuentra en concurso de acreedores.

A lo largo de estos once años, Inova Capital ha invertido en más de una decena de compañías, como IT Deusto, Estrella Digital, BC Group o Lartec. Su origen, sin embargo, se remonta al año 2000, cuando la firma de capital riesgo Ibersuizas, una de las señeras de la industria del capital riesgo made in Spain, decidió agrupar sus inversiones tecnológicas en torno a otro proyecto, cuya dirección asumió durante dos años Ricardo Iglesias, que abandonó el equipo que formaba junto a Luis Chicharro y Carlos Dexeus para desarrollar este fondo de manera independiente.

Sin embargo, durante casi toda su existencia, Inova Capital ha sido considerado como el fondo tecnológico de Juan Abelló. En 2001, el financiero madrileño liquidó su posición en Airtel e Ibersuizas para invertir luego desde Torreal (su sociedad patrimonial) esa parte de su fortuna en Sacyr, CVNE y el fondo tecnológico, del que pasó a controlar el 48%. Así fue hasta 2006, año en el que vendió la mayoría de su participación al fondo británico Greenpark. El 15% restante lo colocó a Ibersuizas y a la familia García Baquero cuatro años después, en 2010.

En los últimos años, Inova Capital no fue capaz de convencer a sus socios de referencia para levantar un nuevo fondo, opción que llegó a barajarse en 2008 y a la que no contribuyó, precisamente, la mala situación existente en Ibersuizas, cuyo conflicto interno terminó explotando a finales de 2010. Tampoco otras opciones, como la posibilidad de gestionar carteras de activos de cajas de ahorros, interesadas en liquidar sus posiciones para obtener liquidez, llegaron a cuajar. Con Abelló de salida y sin ningún inversor que hiciera de ancla, el final estaba más cerca.

Salvando las distancias, el caso de Inova Capital puede tener cierto parecido, al menos en su forma de acabar, con Gala Capital, otro proyecto de capital riesgo con final escrito para los próximos meses. En este caso, otros inversores de renombre, como Alicia Koplowitz, Manuel Jove y la familia Del Pino, decidieron no seguir adelante con el proyecto en que se embarcaron de la mano de Carlos Tejera y Jaime Bergel. Desde hace meses, el único de los socios que siguió vinculado al fondo asumió la desinversión ordenada de la cartera, de la que sólo queda Panda Securities.