Bankia suprime la cesta de Navidad de sus 21.000 empleados para ahorrar costes

Lo crisis no ceja y Bankia ha decidido apretarse todo lo que pueda el cinturón en el día a día para ahorrar lo máximo posible. Después de los recortes en la factura eléctrica con la regulación de calefacción y aire acondicionado y de la reducción del servicio de limpieza, ahora le ha tocado el turno a la tradicional cesta de Navidad que la entidad viene repartiendo de forma habitual en su historia centenaria. Así las cosas, Bankia ha decidido suprimirla.

Con estas palabras se lo ha comunicado la dirección de recursos humanos a los cerca de 21.000 empleados que forman el banco resultado de la fusión entre Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, Ávila, Segovia y Rioja. La decisión ha generado un evidente malestar entre los representantes de los trabajadores, que ya protestaron con motivo de la salida a bolsa de la entidad, el pasado mes de julio.

En ese momento, la dirección de Bankia decidió no dar préstamos blandos a sus empleados para comprar acciones ni un descuento final sobre el precio de la Oferta Pública de Suscripción (OPS), como suele ser normal en este tipo de colocaciones. Y no lo hizo pese a que el propio Rodrigo Rato, presidente de la entidad, les pidió por carta un esfuerzo extraordinario para vender los títulos a los clientes para evitar que el nuevo banco cayera finalmente en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Recientemente, con motivo de la celebración de la Asamblea General de Caja Madrid, Rato volvió a agradecer a la plantilla “su entrega y generosidad”. Asimismo, señaló que a 30 de septiembre han salido de la entidad 3.210 personas, alcanzando ya el 85% del objetivo señalado en las medidas de reorganización; y se ha producido el cierre de 751 oficinas, que son más de las previstas inicialmente.

Pero el presidente también recordó que es necesario reforzar la rentabilidad, eficiencia y calidad, como objetivos prioritarios. En ese sentido, anunció la implementación de nuevas sinergias (no se trata de medidas laborales, sino de orden empresarial), que deben suponer un ahorro de costes de 134 millones de euros en 2011 y hasta 469 millones de euros en 2013; así como un plan de eficiencia adicional que debe suponer un ahorro de otros 150 millones de euros en 2013.

En ese contexto se enmarca una medida tan impopular como la supresión de la cesta de Navidad. Fuentes próximas al grupo financiero indican que esa decisión puede suponer un ahorro de entre 1,5 y 2 millones de euros, una cantidad que genera dos lecturas. Por una parte, se considera que es muy poco significativa en el balance de Bankia. Por otra, que suma para el objetivo final de mejorar la eficiencia. Para compensar la pérdida de ese tradicional regalo navideño, Bankia dará un obsequio a cada uno de los empleados en activo.

El ejemplo de la CAM

Rato, que en la citada asamblea calificó la situación como de “extrema dureza para el negocio bancario, prepara también una revisión del sistema retributivo para los directivos de segundo nivel. En concreto, la paga variable se dividirá entre el pago en metálico de la mitad de la cuantía y el resto se abonará parcialmente en acciones –el 60%- y en dinero a cobrar a tres años en función de determinados objetivos.

La decisión de dejar sin cesta a la plantilla no es una idea original de Bankia. La primera en tomar la medida de suprimir el aguinaldo fue la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Los responsables del Banco de España, máximo accionista tras la intervención pública del pasado mes de julio, han aplicado la tijera a todo tipo de gastos superfluos, como el seguro médico privado o las retribuciones en especie.