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El Real Madrid sueña con que Granada sea el Tenerife del Barcelona
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los últimos precedentes son agoreros

El Real Madrid sueña con que Granada sea el Tenerife del Barcelona

Jugarse la Liga en la última jornada. Cualquier madridista habría firmado este final de Liga hace unos pocos meses. Ahora esperan que la historia les devuelva uno de los dos títulos perdidos en la isla

Foto: El Madrid se situó segundo ante el Valencia (EFE/Ballesteros).
El Madrid se situó segundo ante el Valencia (EFE/Ballesteros).

Siempre decimos que la Liga española es un desastre organizativo por la enorme desigualdad que existe entre los grandes equipos de la competición y los que vienen por detrás. En los últimos años, el Atleti ha convertido en trío ese dueto, pero los dos gigantes siempre están, pase lo que pase. Que Real Madrid y Barcelona sean tan poderosos es malo para el global de la competición, pero es maravilloso para el disfrute de sus partidos y de su rivalidad. Otro año más, la Liga se va a decidir en la última jornada. Y si juntamos última jornada, campeonato en juego, un punto de diferencia entre Madrid y Barça, es inevitable traer al pensamiento las Ligas de Tenerife.

Sin embargo, la situación actual en la que nos encontramos es absolutamente la opuesta a la que se vivió en los años 1992 y 1993. Ahora es el Barça el que está liderando la tabla, el que lleva en lo más alto la gran mayoría de jornadas, y que poco a poco ha ido perdiendo la ventaja hasta superar a su rival por solo un punto. Y, por tanto, tiene ante sí una enorme presión sobre sus hombros para ganar su partido en Granada. El Madrid, mientras, sin nada que perder, jugará en Riazor esperando que la historia les devuelva al menos la mitad de lo que le quitó en la isla canaria.

No hay madridista que no recuerde, al menos, algún comentario de sus mayores hablando sobre lo que sucedió en el Heliodoro Rodríguez López en los veranos del 92 y 93. En plena época del Dream Team de Johan Cruyff, con una generación de jugadores azulgranas sensacional, la mejor hasta los años de Guardiola, el Real Madrid estuvo a una victoria de ser campeón de dos Ligas. El mito de aquel Barça supuestamente invencible pudo no serlo tanto si el Madrid hubiera cumplido con su cometido en esos dos partidos de maldito recuerdo para el seguidor merengue. Quién sabe qué habría sido del Barça de Cruyff sin esas Ligas...

El escenario donde tenía que producirse ese hecho, casualmente, se repitió por dos temporadas consecutivas. El 7 de junio de 1992, el Madrid era líder con un punto de ventaja sobre el Barça, que 18 días antes había ganado su primera Copa de Europa en Wembley. Tenía la Liga en su mano porque visitaba a un Tenerife que no se jugaba absolutamente nada. Valdano y Cappa lo habían salvado del descenso. Y todo pintaba de maravilla, ya que Hierro y Hagi pusieron el 0-2 en el marcador. El Barça ganaba al Athletic en el Camp Nou, pero parecía dar igual... aunque en ese caso, el empate no valía al Madrid. Marcó Estebaranz y a partir de ahí empezó a cambiar. Hasta que Pier le dio la Liga al Barça a falta de 13 minutos para el final.

Tiempo después, se supo extraoficialmente que el Barça había primado al Tenerife por ganar al Madrid, pero deportivamente hablando poco importaba ya. La Liga fue y será del Dream Team. Y a pesar de ese precedente lamentable para el Madrid, sólo un año después volvió a cometer el mismo error. Ese Tenerife de la 92-93 era un señor equipo, clasificado para la Copa de la UEFA. De hecho, cerró su pase al ganar 2-0 a los de Benito Floro. Quizá esa segunda Liga tuviera algo más de justificación precisamente por eso: el Tenerife necesitaba ganar para no ceder su puesto europeo al Sevilla. Sin embargo, no deja de resultar increíble que el Madrid cometiese el mismo error dos veces consecutivas: líder, con un punto de ventaja (y también gol average particular igualado) y sólo necesitando una victoria. Ganó el Tenerife, ganó el Barça.

Ahora, cuando las victorias valen tres puntos, el hecho de tener el gol average particular ganado le beneficia lo justo. No puede permitirse ni siquiera ceder un empate ante el Granada. Sólo ganando en Los Cármenes se aseguría su quinta Liga en siete años. Y por supuesto, todo lo que no sea ganar al Deportivo en Riazor (estadio maldito durante décadas para el madridismo), significaría que el Madrid no sería campeón.

Precedentes que permiten creer (y que no)

Por supuesto, el título de Liga se ha decidido muchas veces en la última jornada. Es relativamente normal, de hecho, que eso suceda. Sin embargo, es muy poco probable, por lo que nos dice la historia reciente de nuestro fútbol, que el equipo que llegue líder a esa fecha acabe cediendo el título. De hecho, la última vez que eso sucedió en España fue al año siguiente de la última de Tenerife, es decir, la del penalti de Djukic contra el Valencia. El Deportivo era líder y con ganar en casa al Valencia sumaría su primera Liga, pero esa pena máxima fallada le costó el título.

Desde entonces, cuatro Ligas se han decidido el último día, y en todas, el equipo que llegó como líder acabó como campeón. Le sucedió al Deportivo en la temporada 1999-00, igual que al Real Madrid en las campañas 2002-03 y 2006-07. El Barça también ganó el campeonato de esta manera en la 09-10 y el Atlético hizo lo mismo en el Camp Nou en 2014.

Pese a todo ello, este mismo fin de semana se ha producido un precedente que le puede dar esperanzas al Real Madrid. El Ajax de Amsterdam era líder de la Eredivisie destacado y ha ido progresivamente perdiendo su distancia. En la última jornada sólo tenía que ganar al De Graafschap, un equipo ya condenado a jugar el playoff para no descender, pero no pasó del empate a un gol y el PSV Eindhoven le arrebató el título al ganar al Zwolle.

Siempre decimos que la Liga española es un desastre organizativo por la enorme desigualdad que existe entre los grandes equipos de la competición y los que vienen por detrás. En los últimos años, el Atleti ha convertido en trío ese dueto, pero los dos gigantes siempre están, pase lo que pase. Que Real Madrid y Barcelona sean tan poderosos es malo para el global de la competición, pero es maravilloso para el disfrute de sus partidos y de su rivalidad. Otro año más, la Liga se va a decidir en la última jornada. Y si juntamos última jornada, campeonato en juego, un punto de diferencia entre Madrid y Barça, es inevitable traer al pensamiento las Ligas de Tenerife.

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