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Peter Lim compra un equipo de octava antes de dar el acelerón final por el Valencia
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se hace con el 50% del salford city

Peter Lim compra un equipo de octava antes de dar el acelerón final por el Valencia

Con la venta del Valencia en duda, Lim compra la mitad del Salford City, ,un equipo modesto que adquirieron cinco miembros de la 'Clase del '92' del United

Foto: Miembros del equipo del Saldford United posan tras un partido amistoso con la 'Clase del '92'. Foto: Saldfordcity.com
Miembros del equipo del Saldford United posan tras un partido amistoso con la 'Clase del '92'. Foto: Saldfordcity.com

El pasado mes de marzo, Ryan Giggs, los hermanos Neville, Nicky Butt y Paul Scholes, cinco integrantes de la flamante ‘Clase del ‘92’ que tan feliz hizo a los hinchas del Manchester United, quisieron recordar viejos tiempos. Todos pusieron un pellizco y compraron el Salford City, equipo que milita en la Evo-Stik Division One North, el equivalente a la Octava División del fútbol inglés. El motivo de su adquisición estaba cargado de romanticismo: en esta localidad del distrito de Gran Manchester se ubicaba el legendario ‘The Cliff’, la ciudad deportiva de los ‘diablos rojos’ hasta el año 2000. Un lugar lleno de recuerdos y fútbol, mucho fútbol. Allí fue donde la generación que levantara la Copa de Europa (además de Liga y Copa) en 1999 dio sus primeros trotes como profesionales.

La llegada del grupo de amigos que saborearon la gloria en Old Trafford supuso un revulsivo para el equipo que ha empezado con seis victorias en los primeros siete partidos de la temporada. Su idea, además de jugar pachangas veraniegas, era la de involucrarse personalmente en el devenir del club desarrollando una cantera potente dentro del área de Manchester. Y para ello, ¿qué mejor que la llegada de un mecenas con el dinero por castigo? Deseo concedido. El lunes, la prensa británica publicaba que Peter Lim compraba el 50 por ciento del equipo a los ex jugadores del United, quienes pasan a repartirse de forma alícuota la mitad del pastel restante.

Lim es un reconocido aficionado al fútbol (en 2010 presentó una oferta de 400 millones de euros para comprar el Liverpool) y más concretamente del United, de quien saca tajada cada día. De hecho, posee una cadena de restaurantes temáticos esparcidos por el continente asiático con el escudo del United colgando de sus fachadas. “Conocemos a Peter desde hace diez años. Su amor por el deporte, sobre todo el fútbol, está más que acreditado. Tiene una trayectoria increíble en el mundo de los negocios, así como una participación en el futuro de los jóvenes y de la comunidad, especialmente a nivel de base. Será fantástico para el Salford City. La experiencia y el conocimiento de Peter es muy valiosa y puede ayudar al Salford a estar donde creemos que pueden estar. Se trata de unos momentos muy emocionantes para el club”, aseguraba el equipo a través de un comunicado. Una forma de aliviar su desarrollado gen inversor mientras aguarda el asalto final a su objetivo más inmediato: el Valencia.

Una fiebre inversora que colmaba de ilusión a un Valencia que, tras años de deudas y oscurantismo, se apresura a mirar al futuro con optimismo. En lo deportivo, el club de Mestalla ha conseguido un espléndido inicio de temporada: tres victorias y un empate en cuatro partidos. Los 12 refuerzos a cambio de 31 millones de euros que aterrizaron el presente curso en la capital del Turia auguran un futuro brillante. Sin embargo, en los despachos, pese al acierto en el mercado estival, la cosa no pinta tan bien. A día de hoy la venta de la entidad a Peter Lim sigue pendiendo de un hilo.

Tras unos meses cargados de especulación, el pasado 15 de agosto, Meriton, el fondo de inversiones en el que participa Jorge Mendes y mediante el cual se llevaría a cabo la transacción, y Bankia llegaron a un acuerdo para que el singapurense sea dueño del cuadro ché. El problema es que el Valencia adeuda a la entidad financiera la mareante cifra de 230 millones de euros fruto de los años del despilfarro y el famoso ‘vivimos por encima de nuestras posibilidades’. Las entidades financieras no son hermanitas de la caridad y antes de nada quería conocer las intenciones para hacer frente a los pagos antes de poner encima de la mesa los 100 millones de euros por las acciones que tiene la fundación del club.

Un tira y afloja que acabó con los emisarios del multimillonario (2400 millones de dólares de fortuna personal le contemplan) de vuelta a Singapur y al banco admitiendo que las negociaciones "no están rotas, aunque sí bloqueadas". El pasado lunes, el presidente del Valencia, Amadeo Salvo, se mostraba esperanzado y aseguraba que el acuerdo cristalizará en los próximos días. "La venta nunca ha estado rota. Se han bloqueado determinadas posturas, pero las sensaciones son las mismas que antes, son positivas, y al final creo que va a haber un acuerdo, tardará unos días más o menos pero al final tiene que haberlo porque las diferencias importantes eran las de agosto, lo demás son temas menores, discrepancias de opiniones".

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Sin embargo, antes de cerrar el trato hay que limar algunas asperezas a fin de evitar que alguna de las partes se lleve a equívoco. Según publicaba este periódico la pasada semana, las condiciones impuestas por la entidad presidida por Jose Ignacio Goirigolzarri se resumen en cuatro puntos que trataremos de condensar de forma sucinta. Bankia permitirá que Lim se deshaga del Nuevo Mestalla, cuya construcción se encuentra en 'stand by' desde 2009, siempre y cuando el dinero obtenido vaya directamente a reducir la enorme deuda. Por otro lado, Lim sólo aceptará ser el propietario si Bankia no le ata en corto y le controla cada movimiento para que no se sobrepase “un volumen de endeudamiento sostenible y asumible”.

En tercer lugar, el magnate quiere comerciar con los jugadores a su antojo (algo parecido a la ‘hermandad’ entre Udinese y Granada) a través del fondo de inversión donde Mendes surge como ente totémico que une lazos con solo una mirada. En este sentido, Bankia se niega a dejar el equipo en manos de alguien capaz de desvirtuar los valores y la esencia del club al tiempo que echa por tierra el patrimonio del club. Por último, Meriton ofreció al Valencia un préstamo de 100 millones de euros con pago de Euribor más dos por ciento a pagar en cuatro años, mientras que Lim acordó pagar la deuda de 230 millones en 15 años. Un desequilibrio que merca al club y que según la entidad obliga a replantear la planificación.

Mientras, Amadeo Salvo, que el fin de semana estuvo con Lim en Singapur disfrutando del circo de la Fórmula 1, se ha mostrado crítico con el, según él, rígido y paternalista planteamiento de los negociadores de Bankia. "El Valencia tiene que ser libre para gestionar como quiera, pero hay unos vicios de muchos años en los que el acreedor ha actuado a veces como dueño, ejerciendo el control absoluto y es difícil eliminarlos”, al tiempo que asegura que el banco "tiene las suficientes garantías, tanto en la Fundación como en el club, porque así lo han dicho, para cobrar su deuda". Salvo, poseído por la doctrina del empresario, apunta que la adquisición de la mitad del Saldford City tiene su origen en los negocios inmobiliarios que tiene con los ex jugadores del United así como a una cuestión de ayuda social. "En aquellos países en los que ha invertido empresarialmente, ayuda a nivel social", apuntillaba. Al final, resulta que este Peter Lim, quien habría dado de plazo hasta el jueves para deshacer el embrollo, es uno de los grandes filántropos del universo. Y nosotros sin darnos cuenta.

El pasado mes de marzo, Ryan Giggs, los hermanos Neville, Nicky Butt y Paul Scholes, cinco integrantes de la flamante ‘Clase del ‘92’ que tan feliz hizo a los hinchas del Manchester United, quisieron recordar viejos tiempos. Todos pusieron un pellizco y compraron el Salford City, equipo que milita en la Evo-Stik Division One North, el equivalente a la Octava División del fútbol inglés. El motivo de su adquisición estaba cargado de romanticismo: en esta localidad del distrito de Gran Manchester se ubicaba el legendario ‘The Cliff’, la ciudad deportiva de los ‘diablos rojos’ hasta el año 2000. Un lugar lleno de recuerdos y fútbol, mucho fútbol. Allí fue donde la generación que levantara la Copa de Europa (además de Liga y Copa) en 1999 dio sus primeros trotes como profesionales.

Peter Lim Valencia CF
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