De Beckham a Isco: diez años en los que Florentino Pérez cambió su política de fichajes

Se suele decir que cuando se cierra una puerta se abre una ventana y eso lo que ha sucedido en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid ha hecho borrón y cuenta nueva. Florentino Pérez ha renovado su mandato al frente del club y ha traído aires nuevos y frescos a la casa blanca en cuyos cimientos aparecieron algunas grietas a finales de la temporada pasada cuando el madridismo evidenció una clara división. El máximo dirigente madridista sabe que necesita recuperar a su jugador número doce y lo está haciendo a base de la ilusión que desprenden sus nuevos fichajes: Ancelotti e Isco. El joven jugador representa el cambio en la política de fichajes de Florentino que ha pasado de fichar futbolistas que causaban impacto a apostar por el fútbol.

Este miércoles, Isco hizo su primera aparición pública después de convertirse en jugador del Real Madrid. El exjugador del Málaga se vistió de blanco con el ‘23’ a la espalda y lo hizo diez años después de la llegada de David Beckham. Florentino Pérez volvía a romper los moldes del mercado estival como hizo en su día con Luis Figo, Zinedine Zidane o Ronaldo. El Real Madrid se encontraba en plena era galáctica, despertaba envidia y admiración a partes iguales y se convirtió en el rival a batir tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Lo cierto es que Beckham costó 37’5 millones, una cifra que no golpeó tan fuerte como el dinero invertido en las anteriores operaciones. El verdadero impacto del británico llegó en el área de marketing. Las marcas deportivas y de moda se peleaban por contar con la imagen de David Beckham y de los ingresos que obtenía de cada uno de sus contratos, el 50% iba a parar a las arcas madridistas.

En aquel momento y en sólo siete horas, se vendieron 8.000 camisetas con el apellido y el dorsal del inglés estampado en la espalda a razón 78 euros cada prenda (ahora el precio alcanza los 95). Hizo historia y como ejemplo, el de Zidane: el galo vendió 300 camisetas. Una década después, el mismo número de personas que compraron la camiseta de ‘Becks’ dieron la bienvenida a Isco en el Santiago Bernabéu. Las diferencias entre uno y otro saltan a la vista y no sólo por sus características dentro del campo. David Beckham llegaba como una estrella reconocida y consagrada con experiencia de sobra tras su paso por el Manchester United. Isco aterriza derrochando juventud (tiene 21 años) y en pleno proceso de aprendizaje tras haberse cansado de demostrar la calidad que tiene en sus botas. A pesar de haber ganado el Europeo sub-21 y el ‘Golden Boy’ en 2013, el malagueño todavía está lejos de ser una estrella consagrada aunque apunta maneras. De esta forma, Florentino ha apostado por el fútbol y por un proyecto de futuro; un movimiento semejante al hecho con Sergio Ramos aunque el de Camas llegó a la Castellana siendo ya dueño de la banda.

Cristiano, punto de inflexión 

Desde Beckham hasta Isco se puede observar cómo ha variado la política de fichajes de Florentino. Acostumbrado a superar los límites verano tras verano, el punto álgido llegó con Cristiano: pagó 96 millones por el portugués, uno de los dos mejores jugadores del mundo que merecía semejante inversión. Antes del delantero habían aterrizado Kaká (65) y Benzema (36). Era la época en la que las gradas del Santiago Bernabéu se quedaban pequeñas para dar la bienvenida a las nuevas estrellas o a las que se acaban de consagrar en el Mundial como fue el caso de Mesut Özil. Desde entonces y hasta el momento, los nombres que han ido formando parte de la historia del Real Madrid se han caracterizado por ser perfiles medios que llegaban para reforzar las distintas líneas del equipo.