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El fracaso de Mourinho arrastra a Florentino Pérez a volver a su modelo inicial
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CIERRA SU TERCER MANDATO CON UNA LIGA, UNA COPA Y UNA SUPERCOPA

El fracaso de Mourinho arrastra a Florentino Pérez a volver a su modelo inicial

Con el adiós de José Mourinho, Florentino Pérez vuelve a sus orígenes, al modelo que adoptó en el año 2000 cuando derrotó en las elecciones a

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El fracaso de Mourinho arrastra a Florentino Pérez a volver a su modelo inicial

Con el adiós de José Mourinho, Florentino Pérez vuelve a sus orígenes, al modelo que adoptó en el año 2000 cuando derrotó en las elecciones a Lorenzo Sanz. El presidente, en días será candidato en el que sería su cuarto mandato, gira hacia un modelo en el que el club vuelve a estar por encima de la personalidad del entrenador. El modelo impuesto por Mourinho ha terminado en fracaso, algo que confesó el propio técnico y que entierra la opción de un entrenador de su perfil. El portugués se marcha con una Liga, una Copa, otra Supercopa de España y tres semifinales de Champions, títulos hasta ahora nunca recogidos en el historial de la entidad madridista, que sigue como su cuenta en Copas de Europa, anclada en la Novena.

El tremendo desgaste producido por la tensión impuesta por el portugués ha pasado factura y la consecuencia ha sido su precipitada salida del Real Madrid, arrastrando al propio presidente, erosionado por todo lo sucedido en las últimas semanas y por la ausencia de títulos de importancia en esta campaña. La solución adoptada no es otra que la de regresar a un hombre de club, a un técnico experto, de perfil bajo, que no busque el protagonismo, siendo Carlo Ancelotti el elegido. El Chelsea será el destino de Mourinho, que negoció en diciembre con el equipo inglés teniendo tres años más de contrato con la entidad madridista.

El tremendo distanciamiento con los jugadores, con Casillas y Sergio Ramos a la cabeza, a los que se han ido uniendo otros como Benzema, Özil, Albiol, Cristiano Ronaldo y Pepe, ha sido uno de los factores que más ha inclinado a romper la cuerda. Además, la firme decisión de su mujer de regresar a Londres, huyendo de Madrid, también ha sido otro factor decisivo.

"Mourinho me dijo que era mejor irse y yo comparto la idea", afirmó el presidente del Real Madrid para justificar la decisión de una salida pactada a coste cero y que cierra la etapa más convulsa vivida por el madridismo en las últimas décadas. Lo hizo rodeado de la directiva, de sus fieles amigos de Junta, que seguirán a su lado en la nueva andadura que iniciarán en menos de un mes, ya que por el momento no aparecen rivales en el horizonte, lo que garantiza un nuevo triunfo electoral.

La conversación que ayer mantuvieron presidente y entrenador durante media hora sirvió para escenificar un adiós ya escrito y hablado en la reunión que ambos mantuvieron en Estambul con José Ángel Sánchez de testigo. El presidente albergaba la esperanza de que el técnico diera marcha atrás, que aceptara seguir, pero ni el ambiente ni los resultados acompañaron la teoría de la continuidad. "A mí me hubiera gustado que siguiera, pero la presión en este club es irrespirable. Igual si hubiésemos ganado la Champions todo habría sido diferente".

Mourinho no perdió detalle de lo dicho por el presidente, que reflejó lo hablado en la mañana de ayer tras el entrenamiento. En esa reunión hablaron de respeto, de cordialidad, y el presidente cumplió. Ahora falta saber la respuesta del entrenador cuando se siente delante de un micrófono, algo que durante estos tres años han temido en la zona noble del Bernabéu. 

Tras superar algunas dudas producidas por el cansancio y por algunos factores de índole personal, Florentino Pérez decidió presentarse con el ánimo de rectificar, de corregir los errores producidos en los meses previos. Prensa y afición le pidieron en sus primeros años un técnico duro, con carácter, y para eso confío en Mourinho. Un técnico en el que no creía, pero que al eliminar al Barcelona en las semifinales de la Champions de 2010, se ganó su respeto y admiración, lo que le llevó a contratar a un entrenador que nada tenía que ver con lo que a él le gustaba. Y lo cierto es que Mourinho no decepcionó a nadie porque fue fiel al guión que escribió en sus años anteriores, que hablaba de mano de hierro con el vestuario y de distanciamiento absoluto con la prensa. 

Este paso atrás significa que Florentino Pérez volverá  a ser la cabeza visible del proyecto. Ayer pidió unión, algo que ahora mismo no se encuentra dentro del madridismo. El presidente confía en poder lograrla con la presencia de Ancelotti, técnico del diálogo, del consenso y que puede tener a su lado a la figura de Zinedine Zidane, personaje que sí que pone de acuerdo a todos los seguidores del equipo blanco. El resto de la estructura que está en la mente del presidente es muy semejante a la actual, aunque sí que tendrá cabida algún exjugador de peso y de pasado reciente en la entidad madridista.

Con el adiós de José Mourinho, Florentino Pérez vuelve a sus orígenes, al modelo que adoptó en el año 2000 cuando derrotó en las elecciones a Lorenzo Sanz. El presidente, en días será candidato en el que sería su cuarto mandato, gira hacia un modelo en el que el club vuelve a estar por encima de la personalidad del entrenador. El modelo impuesto por Mourinho ha terminado en fracaso, algo que confesó el propio técnico y que entierra la opción de un entrenador de su perfil. El portugués se marcha con una Liga, una Copa, otra Supercopa de España y tres semifinales de Champions, títulos hasta ahora nunca recogidos en el historial de la entidad madridista, que sigue como su cuenta en Copas de Europa, anclada en la Novena.

Florentino Pérez José Mourinho