La mujer de Mourinho, principal argumento para el adiós al Real Madrid

El adiós de Mourinho se confirmará en los próximos días, después de la final de Copa. El portugués se marchará y lo hará con la espina clavada de no haber podido cumplir con todos los objetivos que se marcó hace tres años. El primero, claro está, era el de ganar la Champions. La ausencia del éxito europeo le ha llevado a pensar, en más de una ocasión, en dar marcha atrás y quedarse en la entidad madridista en búsqueda de la ansiada Décima. El problema es que la decisión ya estaba tomada por él y por su familia. No existía vía de retorno alguno. 

Su mujer siempre ha querido regresar a Londres, más que a Milán. No se ha adaptado a vivir en Madrid. "Para un portugués no es fácil vivir en España", declaró el técnico semanas atrás. Algunos incidentes sucedidos en los últimos meses de 2012, especialmente uno en el colegio del hijo, fue el factor decisivo que empujó al técnico a cambiar el rumbo de su destino, precipitando su salida del Real Madrid. En las últimas conversaciones mantenidas con el presidente, la de Estambul fue la definitiva tal y como informó este periódico, el factor familiar ha sido el primero y principal argumento cuando exponía al presidente la posibilidad de dejar el Real Madrid a final de temporada. "Ante eso no se ha podido hacer nada", afirma un directivo madridista. 

El problema para el club apareció cuando tanto el vestuario como el propio entrenador sabían que estaban ante sus últimos meses de relación. El respeto empezó a brillar por su ausencia. La convivencia se iba deteriorando y en lugar de abrir una puerta a la esperanza de los seguidores de Mourinho, todo lo que pasaba invitaba a pensar en dar por terminada una etapa, que apuntaba a cerrarse lejos de las expectativas creadas. "Es el mejor, motiva como nadie y no se casa con ninguno, pero la convivencia con él es imposible", comenta un dirigente blanco.

Desde el pasado mes de marzo Florentino Pérez trabaja en un Real Madrid sin Mourinho, pero en el fondo mantenía una esperanza de un cambio de parecer del portugués. Le sigue considerando el mejor pese a los problemas que genera. En las dos temporadas anteriores vivió parecidas circunstancias y al final todo se terminó arreglando, de ahí esa esperanza de continuar junto al ex del Inter. En esta ocasión todo era diferente. El argumento para el adiós hablaba de una decisión familiar, de la firme convicción de la mujer de Mourinho de abandonar Madrid. 

El añadido llegó con la ruptura con la plantilla, con el asunto Casillas como estrella principal. El argumento de la relación con la prensa no ha tenido poder de decisión alguno. Mediada la temporada, Florentino Pérez tuvo conocimiento del deseo de hasta cinco jugadores de abandonar el Real Madrid en caso de la continuidad del portugués, tal y como informó El Confidencial antes de la famosa reunión con los capitanes. El presidente intentó acercar posturas, suavizar puntos de vista cada día más distantes, pero el paso del tiempo le daba la razón de lo inevitable del cambio. 

Eso sí, ni Florentino Pérez ni ninguno de los directivos que han defendido los argumentos de Mourinho, esperaban que hasta algunos de los más fieles como Pepe o Ronaldo iban a terminar tan enfrentados con el entrenador. Y es que en las dos últimas semanas, Mourinho apenas ha hablado con el grupo. Sus mensajes han sido crípticos y cada vez que dice algo en público, los jugadores se llenan de razón para alimentar esta guerra que tienen abierta con él y que no terminará hasta el día que se marche.